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Foro X-Quadron

"Tras escuchar la noticia del ataque al doctor Wilson que investiga cómo activar poderes en humanos, los X-Quadron se escapan para protegerlo de futuras agresiones, descubriendo que Fausto Bianco, su hijo adoptivo, guarda ciertos secretos que deberán descubrir."

RESUMEN[]

Tras Tercera Génesis, Knight habla con Hank para empezar a salir con el equipo, pero Bestia les recomienda no hacerlo. Tras hablar de ello con sus compañeros, Knight es contactado por Sabia e informa a sus compañeros de que se ausentará por unos días. A su regreso, y con los X-Quadron ya formados oficialmente, el grupo decide acudir a la ciudad a poner un poco de orden entre las bandas de rateros, a pesar del expreso mandato de Cíclope para que no lo hicieran. Así se saltan la verja y anulan los sistemas de seguridad de la Escuela. Ya fuera, dan una paliza a unos rateros, volviendo tras esto. Nueve horas más tarde, el grupo recibe un rapapolvo del director y Gatasombra por lo que han hecho. Scott los amenaza con una última advertencia antes de cerrar el grupo.

Castigados en sus habitaciones, Miguel escucha la noticia de que un doctor ha sido atacado por mutantes por su investigación para activar un hipotético gen oculto en todos los humanos. Esto le da pie a decidir, en grupo, si acudir a defenderlo, pues se espera un nuevo ataque, y aunque todos están de acuerdo, Vertedero discrepa y se marcha, dejando al equipo y obligando a Knight a ir tras él.

Al día siguiente, Scott les tiene preparado un entrenamiento de resistencia al tener que encontrar al auténtico Coloso, mientras varias copias luchan por él. Por otro lado, Ground llega a los EEUU, y es recogida por Charles y Scott y llevada a la Mansión, donde Tormenta le enseña su habitación y pronto la guía junto a los X-Quadron, sus nuevos compañeros.

Durante el combate, Sobrecarga sufre un ataque en el brazo con el que termina noqueado.

Emma solicita a Vertedero que salga de la sala y le presenta a Ground, quien será una nueva miembro del equipo. Sin embargo aquellos dos jóvenes ya se conocían, pues habían vivido un cierto romance algunos años antes.

Tras acabar el entrenamiento al hacer un sacrificio en ciego Knight, el grupo conoce a Laureen y deciden continuar con su misión de proteger al científico que había sido atacado, a pesar de que podrían ser castigados y el grupo deshecho por los tutores. Para ello llegan hasta el laboratorio, pero el Doctor no está seguro de abrirles las puertas. Es entonces que un grupo de personas disfrazadas de clérigos y que forman parte de la Iglesia de la Humanidad aparecen e intentan matar tanto al Doctor como a su ayudante.

Con la ayuda de los X-Quadron, los dos sujetos se ponen a salvo; sin embargo, deciden llevarlos a un lugar donde puedan estar tranquilos y seguros hasta que, a la noche siguiente, el doctor expusiera sus descubrimientos públicamente ante diferentes agencias de comunicación. Terrank los lleva a un edificio donde van a grabar una película de atracos de bancos, aunque esto hace que se comprometa a participar en dicha película.

Una vez dentro, Knight da un discurso motivador para que los chicos se preparen para el día siguiente, sin embargo, en mitad de la noche, Miguel se despierta y advierte a sus compañeros de que todo era una mentira y que seguramente vayan a ser atacados aquella misma noche. Vertedero y Ground terminan poniéndose muy románticos y decidiendo empezar una relación amorosa, sin embargo cuando están en la cama intimando, Laureen le dice a Fran que no está preparada, éste se enfada y sale al exterior del edificio a montar una pelea gólems de basura.

Lamentablemente, los temores de Knight se cumplen y, antes de poder advertir al resto, el grupo vuelve a ser atacados por la Iglesia de la humanidad.

Tras escuchar el ruido formado por el combate, el grupo se reúne y aparece el Clérigo líder, quien parece estar al cargo de aquella tropa y tras un combate, terminan venciendo a todos.

Durante el combate, Knight está distraído pensando en quién podría haberles indicado la nueva posición y sus sospechas, al igual que las de otros compañeros, recaen en Fausto. Sin embargo, tras hablar un poco con él, se da cuenta de que no tiene móvil, ya que no se vería beneficiado por herir el trabajo de su padre, y queda fuera de sospechas.

Tras la batalla, Knight pregunta al doctor si sique con sus mismas ideas, pues tendría que preparar la presentación de su trabajo, y este le afirma que, tras hablar con él y con Hellsinger, ha terminado por cambiar sus ideas, lo que parece molestar a su hijo.

Knight decide interrogar al Clérigo líder, mientras Fausto protege al Doc, siendo espiados por Jack; Vertedero y Ground acompañan a Knight, por si es atacado; y Terrank se queda al cargo de Felix, quien seguía magullado desde el combate anterior.

Durante el interrogatorio, Knight no dice ni una palabra, y es el Clérigo quien, procurando no decir nada, le termina revelando, leyendo entre líneas, que no sabe nada de su verdadero líder, o que había habido alguien pasándoles información desde dentro.

Mientras tanto, Fausto sale de la sala donde se encontraba junto a su padre, al hacerlo Hellsinger se sorprende y acude a buscar al Doc, quien se encuentra a oscuras en una sala en la que, según cuenta, se fue la luz justo cuando Corpse salió por la puerta. En ese momento Corpse regresa, crea un gólem gigante de carne y se marcha, encerrando a los dos en la sala. A continuación, Fausto busca a Knight, pero se va encontrando con el resto del equipo, a quienes le crean nuevos gólems de carne con los que estén entretenidos, hasta llegar a Knight, a quien se enfrenta personalmente, desvelándole que, en realidad, Fausto es el RoloX infectado por el virus Caos. Quien ha estado manipulando tanto a los clérigos como al doctor para conseguir traer el caos.

Corpse intenta sacar a Miguel de quicio y denostarle su pasión por la violencia, a lo que Miguel responde atacándole cuerpo a cuerpo y sin poderes. Sin embargo este ataque, si bien sirve para distraerlo lo suficiente para que puedan reagruparse, finalmente invocará un muro de carne que aislará al Doctor, separándolo del resto de héroes. Poco a poco se acercará a él y, ya encima, se desencajará la mandíbula y se comerá su cabeza. Esta situación sorprenderá a los héroes, pero antes de que puedan actuar Alpha, el robot del Doctor, a atacará a Corpse, quien le dicta un código e inicia una cuenta regresiva de autodestrucción, por lo que todos han de huir. Viéndose a punto de no conseguirlo, Ground ordena a todos que se separen y los manda a volar en las rocas sobre las que se encontraban, mientras ella se rodea de un cuerpo rocoso, justo antes de la explosión.

Por suerte, el equipo queda a salvo, y será en un último instante que descubrirán que Laureen también ha sobrevivido. De la ilusión, Vertedero crea, inconscientemente, unas esculturas similares al equipo, justo antes de marcharse. Knight también dejará su espada mientras recuerda que la batalla todavía no ha terminado y que deberán ocuparse de Corpse. Cuando el equipo se ha ido, aparece Fausto y, usando la espada que Knight había dejado tirada, corta las cabezas de las esculturas de Vertedero, justo antes de desaparecer.

TRAMA[]

Página 1[]

Mansion de Charles Xavier. 04:20 PM.

Bestia: Comprendo lo que dices, Miguel, y es una muy buena idea…pero para dentro de unos años.

Knight: Pero señor…

Bestia: No salimos a esta edad joven. Ni siquiera yo, quien sin duda lo merecía, tenía el lujo de hacer misiones entonces.

Knight: Ustedes pelearon contra Magneto.

Bestia: Claro, y lo seguimos haciendo, pero el profesor estaba detrás de nosotros. Así que nosotros estaremos detrás de ustedes. Así que no.

Knight: Pero...

Bestia: Lo comprenderás mejor con el tiempo.

Knight: Lo dudo. Gracias de todas formas. Con permiso.

Los pasos de Knight eran pesados. Muy pesados. Mantenía su pose seria cuando fue interceptado por alguien, Sabia, quien cruzaba miradas con Emma Frost[1].

Emma: ¿Qué fue eso, Hank?

Bestia: Ya lo sabes.

Emma: ¿Hiciste lo que te dije?

Bestia: Sí, pero no sé por qué no simplemente se lo dices.

Emma: Déjalos, Hank, necesitan espacio. Además, es mejor así. Créeme.


5 Horas después.

Felix: ¿A dónde dijiste que ibas?

Miguel: No sé.

Felix: ¿Y a qué dijiste que ibas?

Miguel: No lo sé, pero es importante.

¡Click!

Jack: ¿Cuándo regresas?

Miguel: ¿Quién es?

Jack: Yo[2], como no lo ves, te digo que estoy sonriendo.

Miguel: ¿Estás en el intercomunicador?… Mmm, no lo sé. Pronto, espero.

Felix: Ajá, ¿y lo que dijimos?

Miguel: Prepáralo. Cuando yo llegue, lo haremos. Ténganlo por seguro. Y avísen a los demás.

Jack: Claro. ¿De qué hablan, Félix?

Felix: Ven que te cuento.

¡Click!


Laboratorio de medicina del la cuidad de NY. 4:09 am.

Doctor: Lo…lo tengo.

Fausto: ¿En serio?

Doctor: No puedo creerlo tampoco. ¿No es genial?

Fausto: Sí…

Doctor: ¡Avísa a la prensa! ¡Oh, Dios!


Una semana después. Bosque a las afueras de la mansión. 1:10 am.

Knight: ¿Listos?

Burnpath: Llevamos listos una semana. Creo que sí...

Rocket 2: Sí, yo también.

Hellsinger: Ajam.

Vertedero: Como sea.

Sobrecarga: Sí.

Knight: ¿Y Terrank?

Burnpath: ¿Terrank?[3]

Knight: No lo avisaste…

Burnpath: Este… No te puedo decir que tengas en un concepto ligeramente…

Knight: No se lo dijiste. Perfecto. Alguien tendrá que ir a buscarlo…

Terrank: No. No me dijo nada, y eso que tengo buen oído.

Felix: Si…este…yo lo dije para que tú lo oyeras… Solo que tú no lo sabías[4].

Terrank: Ajá…

Felix: En serio. ¿No me crees?…¡qué desconfiado!

Knight: Ok. ¿Listos? En dos minutos se apagará la alarma de este lado de la mansión. Cuando lo haga ¡nos vamos!

Terrank: ¡Oigan! ¡Yo aún no sé de qué va todo esto!

Jack: ¡Solo síguenos! Yo tampoco estoy muy seguro[5].

Terrank: Pero a dónde vamos.

Vertedero: A la ciudad.

Terrank: ¿A qué?

Knight: Chicos, ¡ya!


Knight corrió por la barda, se impulsó y atravesó el lugar rozando el muro; Felix hizo una pirueta hacia atrás y, con un salto mortal, saltó la barda; Rocket y Sobrecarga se impulsaron sobre sus pies derechos, saltando y quedando con una mano sobre la pared para terminar impulsándose hacia el otro lado. Los demás llegaron corriendo.

Jack: ¡Mirad!, durante los ensayos siempre os salía mal.

Vertedero: Cómo os gusta hacer una fiesta por todo —comenta mientras saltaba sin más clase que lo que se puede obtener por un salto común.

Terrank: ¿Practicaron para salir de aquí?

Jack: No. Ellos practicaron para salir de aquí saltando así. Ja, ja, ja[6], ¿no?… Este…Knight pasó primero, ¿me puedo subir en sus hombros?

Terrank: …[7]

Jack: ¡Je![8]


Todos habían cruzado y caminaron…y caminaron durante más de una hora.

Terrank: ¿Ni siquiera pidieron un taxi?

Felix: Este…olvidé esa parte del plan, pero mira el lado bueno: Caminar te pone en forma.

Terrank: ¡No! ¡Una caminadora te pone en forma! Caminar es…tan…¡ahh! ¡Sólo se camina cuando vas por un parque y hay cámaras, no cada vez que se puede!

Jack: Pues…imagina que es un parque.

Felix: Ja, ja, ja. Buena esa.

Knight: ¡Shh!

Felix: No me estés "shuseando".

Knight se volteó a mirarlo con cara seria y repitió el gesto, pero más bajo:

Knight: ¡Shh! —señalando hacia adelante.


Frente a ellos, ya en las calles de la ciudad, se oía alboroto cerca, mientras Knight les hacía señales. Con dos dedos señaló a Rocket y Sobrecarga, a quienes mandó al techo. Los demás tenían que seguirlo.


Toda la gente se escondía, mientras los animales corrían y la basura caía o se juntaba para pelear en la calle.

Pandillero 1: ¡Esto se arregla hoy, idiota!

Pandillero 2: ¡Esta zona es nuestra! ¡Ni tú ni tu basura se meterán con nosotros! ¡Blanco de mierda!

Pandillero: ¡Ahora mismo voy a hacer que te tragues tus problemas, negro de mierda!

Knight: ¿Es tan necesario el vocabulario?

Pandillero: ¿Quién?…¿qué coño dices? ¿Es esta alguna otra banda?


Por detrás de Knight salían Burnpath, Hellsinger, Terrank y Vertdero. A la orilla del callejón, la luz de la luna se reflejaba sobre ellos y sobre la armadura de Knight; mientras, en la otra orilla, caían desde el tejado dos figuras, rebotando entre las paredes.

Knight: Sí[9]. Puedes llamarnos así.


— Ok, ok. "Terrank, haz terremotos". Ok, ok.

— Emm…en realidad yo no te he dicho nada aún.

— Sí, sí, ok ok. Terremotos…


Steve fingía estar desganado y se acercaba un poco a los pandilleros, levantaba las manos y todo el suelo se sacude. Algunos corrieron asustados, mientras que otros se tropezaban y caían.

— ¡No, espera! ¡Ahora se dispersarán!

— Ok, "Chico armadura" y "Rapidín", atrapadlos.

— ¿"Rapidín"? ¿Quién es ese?

— Cómo que quién es, "chico fuego", el que corre rápido…Speedy…o Hermes…o como se llame.

— Esos no están en nuestro equipo.

— ¡¿No?! ¡¿En serio?! Juraría que lo he visto en algún momento. Ok, que la telépata los aturda.

Vanessa no vino hoy, ciego.

— ¿Qué? ¿Pero qué clase de equipo tienes entonces, "Pegaso"?

— Uno que tendrá que actualizar su base de datos por lo que veo. ¡Chicos, a por ellos!

— Ok, ok. "Terrank, haz terremotos"

— ¡No!

— ¡No!

— ¡No!

— Ok, ok. ¡No tienen que gritar todos! Ok Terrank, haz "no sé qué más"…


Vertedero miraba cómo la especie de pijo playboy armaba una buena, haciendo que todos se dispersasen.

Vertedero: ¡Ains! Jefe déjame delimitar la zona, anda.


El poder de Vertedero sirivió para crear una gran barrera de basura alrededor de la zona, formando una especie de circo romano de una sola salida.

Knight: Bien hecho, chico.


Vertedero estaba siendo felicitado cuando un pandillero se le acercó por detrás con una navaja en la mano.

Pandillero: Muere, muti.

Vertedero: …[7]


Unos cohetes acertaron en la espalda del joven agresivo y éste acabó inconsciente en el suelo.

Rocket: Qué ibas a hacer sin mí, nene.

Vertedero: Probablemente morir. ¡Je, je, je! Gracias, chica.

Knight: Burnpath, crea un mini incendio alrededor de la basura. Estos de aquí no se escapan.

Burnpath: Ok, jefe. ―Acto seguido, el muro de fuego siguió los muro del coliseo romano de basura.

Vertedero: Bueno, pues ya está. ¿Haces los honores, jefe?


Knight: X-Quadron, ¡al ataque!

Burnpath: Bueno, la verdad es que estos pandilleros no tienen ninguna oportunidad contra nosotros[4].

Knight: Felix…

Burnpart: Sí, dime.

Knight: ¡Tú, ataca!

Burnpath: Ok, ok[10].


Burnpath y los demás empiezan a atacar. Cada uno se agarra a un ontrincante, aunque no tiene mucho sentido ya que sólo son pandilleros.

Burnpath: Muy bien. Amigo, te dejaré dar el primer golpe. ¡Vamos!, demuestra lo que tienes[9].

Pandillero: ¡Te voy a matar! ―El pandillero saca una pistola.

Burnpath: Así es cómo lo quieres…bueno… ―Burnpath extiende su mano y hace una llamarada, pero no para alcanzar a su enemigo.

Pandillero: ¡Qué demonios! ¡¿Cómo hiciste eso?![3]

Burnpath: Se llaman poderes, amigo. Soy el amo del fuego, así que más te vale no molestarme o te haré carne asada, ¿entiendes?

Pandillero: Por favor, ¡no me mates!

Burnpath: No lo haré. Sólo haré esto. ―Burnpath lo golpea en el rostro, y el pandillero cae al suelo inconsciente.

Burnpath: Te lo dije, Knight. Esto es muy fácil[4].

Knight: Felix, ¿has visto cuántos vienen?


Burnpath se voltea y observa a entre 20 y 30 hombres, todos armados con pistolas, bates y cuchillos.

Burpath: ¡Oh![7] Bueno, de todos modos es fácil.

Knight: Muy bien, chicos. Repartamos patadas[9].


Hellsinger: Mira esto. ¿No creen que es tierno? Hace un momento estos tipos se estaban matando entre ellos, pero ahora trabajan juntos para matarnos a nosotros. Son "way too" volubles[11].

Burnpath: ¿Qué canción tocarás esta noche, cabrito?

Hellsinger: ¿Canción? ¿Para qué?, si sólo son treinta pandilleros. ¿Desde acá puedo ver que no comen bien, ni hacen ejercicio y beben demasiado. Esto es demasiado fácil[11].


El chico retiró la guitarra de su espalda, y la dejó a un costado; luego se puso en posición de pelea, dando algunos saltos en el lugar para entrar en calor.

Pandillero 1: No seas payaso. Tenemos armas.

Hellsinger: Entonces dispárala. Te desafío[2]

Pandillero 1: …

Pandillero 2: ¡No me engañas![12]

Pandillero 1: ¡Espera![3]


El pandillero disparó contra el pecho de Jack, pero una vez que éste escuchó la explosión, inmediatamente reaccionó y se movió rápidamente hacia abajo, evadiendo la bala. A continuación, dejándose impulsar por sus fuertes piernas, se movió a gran velocidad para golpear al pandillero en el estómago con toda su fuerza, seguido de un gancho en la mandíbula y, finalmente, se alejó con igual velocidad.

El pandillero tocó el suelo con la cabeza, en el momento en que Hellsinger volvía a donde estaba al principio.

Pandillero 1: ¡Eres un monstruo!

Hellsinger: ¿De qué estás hablando? Yo he podido hacer eso desde antes de tener poderes, producto de mi trabajo duro, algo que tal vez no exista en "tu" mundo.

Pandillero 1: Grr…


Vertedero veía como todos los pandilleros caían ante los golpes de los demás. Él estaba ahí, usando a sus autómatas, mientras había dejado de sentir el hedor de la sangre y del pelo mojado de sudor. Sabía, desde hacía ya tiempo, que su lugar no sería con los niños-X. Tenía muchas cosas en las que pensar.

Uno de sus autómatas cayó frente a él. La idea le surgió de la mente como un rayo. Tenía que probarlo, ¿por qué no?

Vertedero empezó a coger los trozos de su autómata y se rodeó de ellos, creando un exoesqueleto de basura de más de dos metros de alto y con unos brazos de un metro de grosor. Vertedero tenía ganas de guerra.

Knight: ¡Que rayos es eso!

Vertedero: ¡A qué mola mi armadura! Ahora apartaros, chicos. Me toca. —Vertedero comenzó a atacar, lanzando poderosas bolas de basura desde su puño, que hacían caer a los pandilleros por su velocidad y fuerza.

Hellsinger: Un poco exagerado, ¿no?

Vertedero: Sí, ¡je, je, je!, ¡pero mola más!


Quedaban pocos pandilleros y entre los golpes del sátiro, y las llamas, cohetes y golpes de Vertedero y Knight, cayeron enseguida. Vertedero volvió, entonces, a su tamaño normal.

Vertedero: ¿Y ahora, jefe?


Knight: Ahora se los dejamos a la policía. Este un buen comienzo, pero sólo es eso, un comienzo. ¡Adelante, X-Quadron! Regresemos por hoy. —El joven se dio la vuelta, marcando desde un celular a la policía, seguido por todos sus compañeros. Todo para regresar a la mansión. "Una buena noche" pensó.


Nueve horas después. Dirección de la Escuela de Charles Xavier.

Cíclope: Lo peor que pudieron hacer. ¡Fue su peor noche! ¡¿Pensaron que no lo notaríamos?!

Miguel: …

Gatasombra: Chicos, si alguien como ustedes se cree que puede burlar la seguridad de la mansión sin que nos demos cuenta, es que son demasiado confiados. No debieron de salir.


La sala estaba tensa. Todos los miembros del equipo que habían salido aquella noche estaban siendo interrogados…y no era para menos. Fue entonces cuando una pregunta cambió el curso de su futuro:

Felix: ¿Hicimos algo malo?

Miguel: Ejem…Felix[7], ¿no es algo obvio?

Cíclope: Desobedecieron nuestra orden directa de no salir, bloquearon los sensores de la mansión, dejándonos abiertos a cualquier ataque…

Gatasombra: Salieron sin permiso.

Miguel: Y tomo responsabilidad total por esto. En serio, fue idea mía, y ellos…

Jack: ¡Ey, ey! Espera. En primer lugar, yo no soy manipulado por nadie. Si fui es porque quise ir.

Vertedero: Yo igual.

Gatasombra: Al menos son sinceros[13].

Felix: Oigan. Este…como que entendieron mal…

Cíclope: ¿…?

Felix: Sí, o sea…ya sé que no querían que saliésemos…

Cíclope: …Que les prohibimos que se salieran.

Felix: ¡Ajam! Sí, da lo mismo. A lo que me refiero es que al detener esas bandas, ¿hicimos algo malo?


Todos se quedaron callados y sorprendidos. Los maestros, algo serios, mientras que Knight se iluminó con una sonrisa.

Cíclope: No. No fue algo malo, pero salir fue inapropiado[14]. No están preparados.

Terrank: No es como si ustedes hubiesen nacido preparados[4].

Cíclope: No, pero no salimos a pelear siendo totalmente inexpertos.

Vertedero: Y supongo que pelear contra mil zombies no cuenta para nada[15].

Gatasombra: ¡Ya basta, chicos! No están demostrando ninguna madurez y le dais la razón a Cíclope.

Knight: ¿Perdón? Esperaba que, al menos, alguien como tú se diera cuenta. ¿No eras tú la que le pedía a los X-Men que la dejaran entrar, cuando era tan solo una niña?

Jack: ¡¿Ah, sí?!

Knight: Sí. Estaba en sus archivos.

Vertedero: ¡Mira quién habla entonces! ¡Ja, ja, ja!

Sobrecarga: ¡Ja, ja, ja!

Gatasombra: Yo…


Las palabras de Knight, aunque reales, hacían quedar muy mal a sus maestros. Así, aunque tenía autoridad, había alguien más que le inducía gran respeto.

Cíclope: ¡Suficiente! Ustedes no son quiénes para recordar nuestras decisiones. Estamos al cargo, y si no les gusta el X-Quadron será deshecho a la siguiente desobediencia. Que quede claro: Nosotros somos los maestros aquí, no ustedes. Mañana tendrán un entrenamiento a las 6:00 AM. Si veo a uno solo de ustedes desvelado, habrá problemas.


El eco rebotaba sobre ellos, dejándolos algo asustados. Las palabras eran tan crudas que les hacían ver la realidad. Cada uno de los miembros del X-Quadron salieron de la habitación dirigiéndose, a su propia forma, a sus respectivas habitaciones.


10:22 PM. Habitación de Knight.

Las horas pasaban algo lentas mientras Knight miraba un noticiero. Había algo extraño en él, pero era normal, a fin de cuentas su mente estaba en otro lado haciéndose a la idea de que seguirían atados por un tiempo. ¿Qué más podía hacer…? De repente, un anuncio lo alteró:

Jhon: Boletín especial desde el laboratorio de medicina de la cuidad. Vamos con Judy Campell, quien está en la escena. Judy.

Campell: Hace apenas unas horas ha ocurrido un atentado en el laboratorio, y es que, según la información oficial, hubo un intento de asesinato a uno de los doctores del lugar. Aquí, conmigo, se encuentra su asistente, quien nos relatará lo que pasó.

Fausto: Pues verás, Judy, hace unas horas, unos tipos, estoy seguro de que eran mutantes, intentaron atacarnos mientras el Doctor y yo estabamos arriba. El Doctor terminó herido, pero no es nada importante, mientras que yo alcancé a saltar por la ventana del segundo piso, cayendo sobre las ramas de ese árbol, gracias a Dios.

Campell: ¡Guau! ¡Vaya hazaña, chico! Como pregunta: ¿por qué dices que fueron mutantes? ¿Tenían brazos largos, o algo así?

Fausto: No exactamente. Se veían normales, aunque quién sabe si debajo de las capuchas podían tener seis ojos…o algo.

Campell: Entonces, ¿qué te hace estar tan seguro?

Fausto: Es que…verá…no debería decir esto, pero será mejor que el mundo lo sepa ya: La investigación que llevamos adelante el Doctor y yo, es sobre el genoma en el humano. En concreto un genoma escondido. La teoría del Doctor es que, con las proteínas acertadas, dadas en una inyección, podriamos despertar ese genoma en cada una de las personas.

Campell: Y ese genoma ¿qué nos haría?

Fausto: Ten claro que sería algo que todos los humanos tienen y, aunque todavía no sabemos el efecto exacto que podría tener, suponemos que podría darnos diferentes habilidades.

Campell: O sea, ¿que terminaría siendo algo que nos convertiría en mutantes?

Fausto: No…no exactamente. Un mutante es alguien que tiene el Gen-X. Nosotros seguiríamos siendo humanos. Para que lo entiendan todos: Sería un nuevo paso natural para toda la humanidad. Le quitaríamos el "superior" al "Homo Superior".

Campell: ¡Guau! Esa sí que es una noticia. Regresamos con ustedes al estudio.

John: Sí. Definitivamente sí que es una noticia. Además de esto, sabemos que la policía está cuidando al doctor en el hospital, ya que se teme un nuevo ataque.

Ojalá no, Jhon.

John: Sí, ojalá no, y que así pueda continuar con su investigación. Entre otras noticas pasamos a…


Las cosas que Miguel oía lo habían dejado estupefacto, sorprendido, asombrado…y entonces lo pensó: Era esta. Esta era la oportunidad. No tardó más de diez minutos y todo el equipo ya estaba reunido, siendo Felix el último en llegar.

Knight: ¡Qué bueno que esteis aquí todos! Tengo que contarles una noticia.

Felix: ¿Sí?, ¿qué es?


Knight estuvo cinco minutos hablando sin parar. No podía dejar de hacerlo con entusiasmo, hasta que terminó, dejando a todos mirándolo con la cara algo extrañada.

Rocket: ¿Para esto nos levantaste?

Sobrecarga: Sí, eso. ¿Por qué nos importa?

Terrank: ¡Ay, por dios! ¿Es que no lo entienden? Lo que nos está diciendo es simple: Quiere que vayamos a proteger a ese Doctorcillo.


Todos los demás exclamaron al unísono un "¡¿Qué?![3]".

Knight: Piénsenlo, chicos. Ese doctor tiene mucho que dar para la humanidad. Haríamos un gran bien. Además, muchos mutantes estarán disconformes y puede ser que se vuelvan locos por sólo escuchar la noticia. Es nuestra verdadera oportunidad de ser héroes. …Por otro lado, salir de nuevo sin permiso podría significar el final del grupo. Es vuestra decisión, chicos: Podemos ser héroes…o perder la oportunidad de serlo alguna vez. ¿Qué deciden?


Todos se quedaron pensativos. Era algo realmente importante…algo por lo que pensar. Podría ser el fin de los X-Quadron.


En otro lado

— Esto…¡esto es intolerable! ¡Cómo se atreve a decir eso!

— ¿Mi señor?

— ¡Prepárense!, vamos a cazar a un pagano.


El laboratorio de medicina de la ciudad estaba en total silencio. Una de sus camas estaba siendo ocupada por una persona, mientras un chico está sentado en una silla a su lado. Tiene el cabello recortado con estilo punk, tiene una mirada vacía y tiene los brazos y el tórax algo secos. Va vestido con una camisa desgarrada y unos pantalones encadenados. Mientras espera a que el doctor se levante, se pinta las uñas de color violeta. Entonces, el científico se levantó.

Fausto: Buenos días, padre.

Doc: ¡Agh!…mi cabeza. ¿Qué pasó?

Fausto: El laboratorio fue atacado…¡tú fuiste atacado! Por suerte no ha sido nada grave.

Doc: Maldita sea… Ambos sabíamos que esto iba a pasar tarde o temprano. Los mutantes descubrieron mis investigaciones y ahora tratarán de destruirlas a toda costa.

Fausto: No digas "los mutantes". No todos tratarán de destruirlas. Tú bien sabes que siempre puedes contar conmigo, padre.

Doc: Je, je, je. …¿Por qué insistes en llamarme padre?

Fausto: Discúlpa, pero ¿es bochornoso? ¿Te molesta?

Doc: No. De hecho, me gusta. Sé que soy lo único que tienes desde el accidente…y es normal que me veas como parte de tu familia[8].

Fausto: ¡Sigh![16] ¿Otra vez con tu psicología del demonio? Déjalo ya.

Doc: Ok…¡tsk! ¿Me ayudas a levantarme?


El chico extendió la mano para que el científico la tomara, y así lo hizo, levantándose. Parecía que el doctor estaba bastante bien. Caminó solo hasta la puerta, mientras miraba cómo, por detras, Fausto acababa de retocar sus uñas y sus labios con color violeta.

Doc: Una duda antes de irme…

Fausto: ¿Uhm?[16]

Doc: Imagino que hablaste de más en las noticias…

Fausto: Este…je, je, je[17].

Doc: Ólvidalo, hijo. No me rendiré por ninguna razón.


El doctor se alejó en silencio y, tras un rato, Fausto acabó de arreglarse.

Fausto: …Entonces no me estoy esforzando lo suficiente… je, je, je[9] —comentó mientras se soplaba las uñas.


Vertedero abrió los ojos, mostrando una mirada seria, y miró hacia sus compañeros, como pidiendo explicaciones.

Vertedero: No.

Knight: ¿Qué quieres decir con "no"?

Vertedero: No debemos ayudarle. Deberíamos tirarlo a los leones. Ese hombre, como su proyecto, debería desaparecer…ser erradicados.

Knight: No me parece bien esa afirmación.

Vertedero: A mí lo que no me parece bien es esta soberana gilipollez de los "Boys Scouts" buenos, pero rebeldes. En el mundo real no es tan fácil. Lo de ayer fue una chorrada. Normalmente, en el mundo real, hay fanáticos que, por ser diferentes, te matan…¡¿y ahora le vais a dar más armas para que nos maten?! No cuenten conmigo. ¡Adiós! —Vertedero salió por la ventana con un salto.


Rocket: ¿Qué te pasa? ¿Se irá así como así, sin decir nada más? ¡Qué tipo!

Hellsinger: No todo lo que ha dicho está mal…

Rocket: ¡¿Qué?!


Todos miraron a Jack por un segundo, mientras éste posó su mirada en Knight.

Hellsinger: Admítelo, no haces esto porque creas que es lo correcto, o porque desees saber la verdad. Lo haces sólo para probar a todos que eres el mejor, a pesar de tu poca experiencia…

Knight: Yo…solo decía…

Hellsinger: Existe una palabra para eso: "soberbia".

Knight: …

Hellsinger: Si tu vas, yo voy, pero porque quiero saber la verdad. Debemos de ir a una. Esto no puede ser una excusa para que te luzcas. ¿Lo entiendes?[18] Si deliberadamente despertamos muertos por la mañana, será por nuestra rebeldía…y serás tú el líder que nos llevó a eso.

Knight: Entiendo.

Sobrecarga: ¡Ja, ja, ja![10] Saliste filósofo, cabrito.


― Demasiado, diría yo. Si vamos, iremos porque alguien peligra y ya está. Sé que la fama y la fortuna nos invadirá por nuestra rebeldía y valor, y no es que eso no sirva en un currículum artístico, pero, al menos, sabemos que el caballerito tiene razón.


Todos miraron algo extrañados a Steve. No era común en él el expresar sus opiniones más profundas…y mucho menos frente a los demás. Al momento aparentó estar pensativo y reaccionó mirando por la ventana.

― Alguien debería de ir a por "Anito, el huerfanito". Lo necesitaremos y no es nada cool dejarlo ir así… No me miréis, que yo no soy un buen corredor[8].


Felix no hablaba, sólo pensaba en lo que podría pasar y en las consecuncias que tendría esta misión. En lo más profundo, él quería salir.

Knight: Felix, ¿tú qué opinas? Todavía no has dicho nada.

Felix: ¡Ah…oh!, sí. Es que estoy pensando.

Knight: Bueno, pues dinos qué piensas.

Felix: Bueno…lo que pasa es que Cíclope dijo que disolvería al equipo si volvíamos a salir sin permiso…y todo lo que pasamos para crear el equipo…bueno, no es como "¡Ah, sí, ya se disolvió!, pero no te preocupes que es muy fácil crearlo de nuevo." …¿Me entienden? Digo, luchamos contra miles de zombies y alienígenas[15], nos tocó una tutora con unas pruebas[19]… Lo que trato de decir es que luchamos mucho para hacer el equipo y la verdad es que no quiero que nos separemos por una rebeldía.

Knight: No es "una rebeldía", es una oportunidad para ser héroes.

Felix: Sí, lo sé. Me muero por ser uno y me imagino a todos nosotros…pero…

Knight: ¡Vamos, Felix! Tú sabes que quieres, y nosotros también. Además, si lo logramos, nos tendrán más en cuenta, ¿no crees?[11]

Felix: Pues…sí, pero ¿y si fallamos?[7]

Knight: Felix, ¿es que no nos has visto? ¡Somos el X-Quadron!

Felix: Buen punto[10]. Entonces hagámoslo.

Knight: ¡Sí![8]

Felix: Muy bien[17], pero ¿quién irá a por Vertedero? Lo necesitaremos.

Knight: Yo iré. Así podré explicarle todo.

Felix: Mmm…voy contigo. Necesitaras apoyo.

Knight: Muy bien. Los demás esperad aquí. Cuando regresemos, lo planearemos todo.

Felix: Sólo espero que nada resulte mal, porque, si no, te mataré, Miguel[11].

Knight: ¡Je, je! Lo que digas, Felix[17].


Tenían que estar serenos. El grupo estaba de acuerdo y, de pronto, era Knight el que tenía dudas. Debía ser resolutivo ahora o todo terminaría mal.

Knight: Bueno, chicos, entonces mañana a la tarde, iremos a presentarnos ante ese doctor. Vais a estar ante un peligro mayor del que os podéis imaginar, así que prepárense para el entrenamiento de mañana, que seguro que el señor Cíclope nos pondra algo fácil. Ahora iré a por Vertdero. ―Todos asintieron con la cabeza y cada cual se dirigió a su cuarto. Mientras tanto, Knight se dirigió a hablar con Vertedero.


6:00 AM.

Emma: "¡Ding, dong, muchachos! ¡Hora de trabajar! ―La voz de Emma resonaba en la cabeza de cada uno de los miembros de X-Quadron, quienes no esperaban un entramiento tan temprano, lo que hacía que algunos se negasen, siquiera, a levantarse."

Felix: ¿Tiene que ser ta-an temprano?

Emma: "Los villanos no les van a preguntar. Tienen cinco minutos para llegar a la Sala de Peligro vestidos apropiadamente, o tomaremos este entrenamiento como fallido."


Como pudieron, los X-Quadron se levantaron rápidamente. Todos se vistieron por el camino, corriendo hacia la Sala de Peligro. Knight, por su lado, hizo trampa, pues sólo transformó su armadura sobre el pijama y salió corriendo, siendo así el primero en llegar.

Knight: ¡Uf, uf! Ya llegué.

Cíclope: Bien. Es apropiado que seas el primero en llegar.

Knight: Gracias, señor. Disculpe…¿en qué consistirá esta prueba?

Cíclope: Resistencia. Señores, bienvenidos todos. ―Los demás miembros entraban, y cada cual con uno, o dos, bostezos de más, mientras se juntaban en la Sala de Peligro. Algunos momentos después, las puertas se cerraron, teniendo que abrirse cuando un miembro más llegó.― Chicos y chicas, les presento a alguien a quien puede que ya conozcan. Este será vuestro rival: Coloso es su nombre clave. Gracias por venir, Peter.

Coloso: Sin problema. Siempre es bueno ver a los novatos crecer.

Knight: Bien. Chicos, prepárense. No debería ser tan difícil tumbarlo.

Cíclope: ¡Ejem! Creo que lo habéis entendido mal: Esto no ira de derribarlo…tendréis que aguantar. Ganarán la prueba cuando encuentren al verdadero.

Sobrecarga: ¿Perdón?


Tras un reflejo, el lugar se transformó en unos escombros de edificios…tal vez una cuidad. De repente lo que era Coloso se transformó en diez seres metálicos idénticos que corrían hacia las sombras.

Cíclope: Bien. X-Quadron, esta es vuestra misión. Si alguno de sus miembros sigue en pie para cuando encuentren al verdadero, pasarán la prueba. Recuerden que es alguien mucho más experimentado y fuerte que ustedes. Suerte.


La señal de sonido se cortó y todos quedaron observándose entre si. ¿Cómo demonios iban a saber quién era el original…y cómo iban a vencerlo?

Knight: Sé lo que piensan, chicos… Lo primero será encontrarlo. Tendremos que dividirnos y buscarlo. Yo iré por acá. Si encuentran algún Coloso, deténganlo el tiempo que sea necesario mientras llamáis a los demás, ¿entendido? ¡Genial, vamos!


Vertedero no apoyaba el plan en el que su jefe les quería meter, pero su concepto del "honor" no significaba "joder al equipo", por lo que se preparó, como los demás, en la Sala de Peligro y se dispuso a ver cómo se solucionaba el problema.

Knight: Me sorprende verte aquí.

Vertedero: No te alegres tanto, jefe. Esta tarde no estaré con vosotros, pero esto es diferente. Esto es supervivencia clave. Totalmente diferente a lo de esta tarde. Lo de esta tarde es un juego que se te ha ocurrido con el único objeto de rebelarse ante sus jefes.

Knight: No me gusta que me calumnien. No sabes nada de mí, chico.

Vertedero: Cierto. Si hubieses sido un gran jefe, yo hubiese creído en ti. No como ahora, que tengo ganas de partirte la cara.


Vertedero se largó. Sabía que sus palabras habían sido duras…demasiado duras, y él mismo pensaba que no eran verdad. Knight era un gran jefe, pero para que su plan saliera bien necesitaba pensar que Vertedero les había dejado el plan a ellos. Así no se meterían en sus planes.

Vertedero se sumergió en las sombras y vio como una figura se movía detrás de él. Antes de que pudiera reaccionar, una patada metálica lo mandó dos paredes más allá, dejándolo cabeza abajo.

Vertedero había caído ante la figura metálica. Normal, un golpe así no lo aguantaría ningún humano…sin embargo, Vertedero no era un ser humano normal. Era un un mutante, un creador de vida…y por eso, aquel golpe fue acolchado por las dos capas de basura adosadas a su cuerpo.

Vertedero tejió una seda invisible con sus manos, que le valió para que los cúmulos de piedras destruidos por su cuerpo se unieran, formando un gran gigante de piedra que sepultó a la figura metálica.

Vertedero: ¡Qué fácil ha sido!


Cuando los escombros se retiraron, Vertedero vio que no había ningún cuerpo bajo él, era un holograma que, por supuesto, ya no estaba allí.

Vertedero: Mierda. Actuaré desde las sombras. ¿Qué se ha creído ese maldito Cíclope? Con esta prueba, lo único interesante será su novia…me la tiraba.


Vertedero sabía que esas palabras estaban siendo registradas, pero le daba igual. Su plan estaba cobrando una gran realidad.


Burnpath: ¡Diablos! ¡No entiendo cómo rayos vamos a encontrar a este tipo en un lugar tan oscuro y destruido! No puedo diferenciar ni los edificios…y casi no me puedo ver las palmas de mis manos. Además, hace un frío de la puta madre, y un silencio de tumba…¿hum? ¿Es ese Hellsinger?


Jack estaba sentado en el suelo frente a él, con sus ojos cerrados, como si no hubiese nadie más en el mundo. Sus orejas se movían de tanto en tanto y parecía estar en trance. Parecía que no era inteligente hacer algo cerca de él. Rápidamente abrió los ojos y se dio la vuelta para saltar hacia esa persona detrás de él.

Burnpath: ¡Wow! ¡Cuidado![3]


Afortunadamente, Burnpath se agachó a tiempo para esquivar el golpe de Jack, quien terminó quedando petrificado al ver lo que casí llegaba a hacer.

Burnpath: Amm…¿estás bien?, es que te vi sentado como si nada y…bueno…¡je, je, je! Lo siento.

Hellsinger: No, amigo. Yo…lo siento. Te ataqué como si nada. Es que…bueno, trataba de encontrar a los Colosos escuchando sus pisadas y signos vitales…y me di cuenta de que había alguien detrás de mí…y me asusté. ¡Je, je, je! Creo que no estaba pensando cuando te ataqué.

Burnpath: Pues…será mejor que pienses más, porque casi me sacas la cabeza. Entiendo que sólo un golpe así podría derribar a Coloso, pero…

Hellsinger: No es excusa, lo sé, pero…de cualquier forma, no estaba sirviendo. Sí, puedo saber dónde están los Colosos, pero ninguo de ellos emite signos vitales.

Burnpath: ¿Son todos ilusiones?

Hellsinger: No…no lo creo. Me imagino que el corazón y los nervios del original están detrás de tanto metal que no puedo oírlo ni con mis…oye, ¿te importaria acompañarme? Es que…bueno…¡je, je, je![17]…mis poderes no son muy útiles solo si no estoy solo.

Burnpath: Está bien. Yo tampoco me siento cómodo a aqui[7]. Ve por delante y llévanos hasta el Coloso más cercano.

Hellsinger: Creo que siempre soy el que obedece órdenes…está bien.[20]

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Era una típica tarde de verano, y allí estaba Laureen leyendo una revista para matar el tiempo. Se encontraba en el aeropuerto, a la espera del trasporte que la llevaría a esa escuela que la había dejado fascinada. Mientras leía su revista, escuchaba a la gente maldecir a los mutantes…tanto en televisión como en carne y hueso. Se sentía incómoda. Sus padres no sabían que ella era una más…y era preferible que no lo supiesen.

Tras esperar por varios minutos, el avión terminó llegando. Se despidió amablemente de sus padres, conteniendo las lagrimas porque, quizás, nunca más los volvería a ver. Los iba a extrañar, pero algo le decía que su nueva vida sería mejor.

Laureen subió al avión. Guardó su equipaje y durmió. Así, las horas se hacían más cortas. Una vez que este aterrizó, Laureen se despertó sobresaltada, bostezó, fue al baño y se remojó la cara, solo para estar presentable.

Una vez aterrizó, buscó su equipaje y observó a la gente. El hombre que había hablado con ella no la estaba esperando. Tras mirar unos instantes, observó una silueta que le pareció familiar, y así pudo reconocer al Profesor Charles Xavier. Se acerco a toda prisa. Lo saludó, al igual que a Scott, quien se encontraba a su lado.

— Bienvenida, Laureen ¿o debería llamarte Ground?

— ¿Ground? Llámeme como quiera, señor —Le respondió a Cíclope.

— ¿Señor?, no. No tienes que tratarme tan formalmente, amiga. Aquí somos todos una familia. Entonces, ¿estás lista?.

— Más que nunca —respondió.


El trío subió al jet y volaron hasta la mansión. Una vez allí, Laureen ingresó. Divisó a pocos alumnos y eso le pareció extraño. Alguien tocó su espalda.

— Hola. Eres Laureen Celest, ¿verdad? Yo soy Tormenta. Soy profesora y lamento informarte de que tus nuevos compañeros ya están en clase. Deberías esperarlos. Ven. Vayamos a tomar algo.


Laureen siguió a Tormenta por un pasillo hasta llegar a lo que parecía ser la cocina de la mansión.

— ¿Qué deseas tomar? —preguntó.

— Cualquier cosa. En este momento estoy muy nerviosa —dijo.

— ¿Nerviosa? Muchacha, no tendrías porqué estarlo. Después de todo, eres tan mutante como lo soy yo, como lo serán tus nuevos compañeros. Entonces cuéntame, he oído que puedes controlar la tierra, ¿es verdad?

— Sí. Me enteré cuando sólo era una muchacha. Viví…con gente que me maltrataba y…maldijeron a alguien a quien quería más que a mi propia existencia. Entonces, sin querer, me di cuenta de que podía controlar la tierra…aunque no soy ninguna experta. En realidad, puedo controlar tanto la tierra como materiales que procedan de ella, como, por ejemplo, la arena o el lodo.

— Es un don fascinante. Recuerda que este es un lugar seguro. Sólo tienes que confiar en ti y podrás controlar, perfectamente, tus poderes. Respecto a tus compañeros, no te preocupes. Todo irá bien —dijo Tormenta sonriendo—. Lo siento, me olvidaba: ¿Quieres que te muestre tu nueva habitación?…Sígueme.


Laureen siguió a Tormenta, quien la dejó en una habitación espaciosa y, por lo que parecía, muy cómoda.

— Te dejaré sola y que así puedas desempacar tus cosas. Cuando tus compañeros terminen su clase, yo misma se los presentaré. Suerte, pequeña.

— Gracias Tormenta…de veras.

— No hay porqué, muchacha. Adiós.


Laureen guardó su ropa y se volcó sobre su cama, cogió una piedra de su bolsillo y, extendiendo la mano burdamente, comenzó a hacerla rodar en círculos. Se puso a pensar:

"Es extraño. Hace tres horas estaba en mi casa, completamente impaciente. No pensaba ni en mi familia, ni en mis amigos…pero ahora los hecho de menos. Quizás aquí encuentre lo que ya doy por perdido. Quizás ahora esta sea mi familia."


Sala de Peligro.

¿Una prueba de resistencia? Entonces sería, literalmente, contra el más resistente, y Knight presentía que había algo más. No podía tratarse, simplemente, de pelear el uno contra los otros. ¿Cómo sabrían cuál es el original? La Sala de Peligro puede recrear, a la perfección, a otra persona…

La mente de Knight analizaba la situación mientras caminaba entre los escombros. Separarlos no parecía lo más sensato, pero con algo de suerte las cosas saldrían bien. No…la solución no podía basarse en la suerte. Tenía que hacerlo bien.

De repente, Miguel escuchó pasos. Eran muy ligeros…demasiado ligeros para ser los de un monstruo metálico. De entre las sombras, algo saltó sobre su blanco.

Sobrecarga: ¡Ah!


Saltando hacia atrás, y en posición de pelea, el joven mexicano reposó al ver que, en realidad, era su compañero.

Sobrecarga: ¿Te he tomado por sorpresa?

Knight: ¿Qué haces por este lado? Te dije que te fueras al opuesto.

Sobrecarga: Sí, claro. ¡Je, je! Lo siento, es que vi la sombra de Coloso viniendo hacia acá, y…

Knight: ¡Cuidado!


Detrás del habilidoso mutante, el X-Man metálico lanzaba una piedra con la misma velocidad y precisión que cuando realizaba sus "bolas rápidas especiales".

Knight no lo pensó mucho. Corrió frente al joven. Antes de que éste pudiera sacar su espada para romper la piedra, esta ya lo había alcanzado y lanzado a varios metros de distancia. Dejando al joven eléctrico solo contra Coloso.

Sobrecarga: ¡Mierda! —exclamó mientras se cargaba de energía y, tras esto, se lanzaba a la batalla contra Coloso.


En el suelo, el mutante de la armadura reluciente se limpiaba el polvo de los ojos, intentando ponerse en pie, cuando sintió una oscuridad extraña sobre él. Era la sombra…de un Coloso más. Como pudo, se impulsó hacia adelante para evitar el masivo daño del golpe lanzado por su oponente.

Knight: ¡Ah! ¡Sobrecarga, busca algo en él! ¡Tenemos que saber si es el original! —gritó mientras desenvainaba su espada, y creaba una más. Estaba listo para pelear, pero algo le pasaba por la mente— ¿Que tiene de diferente? ¿Cómo lo sabremos?…


Vertedero veía como sus compañeros se empecinaban en luchar contra los Colosos, mientras que él intentaba encontrar al verdadero mediante el espionaje. Una piedra del tamaño de una canica rodaba por toda la zona, buscando algún signo vital del verdadero Coloso. Mientras, en la computadora central de Peligro, uno de los más antiguos Hombres-X veía como su amigo Peter se divertía con los muchachos.

Rondador: Me encanta ver a Peter de buen humor. Ya vuelve a ser el que era antes.


Una muchacha, algo pequeña para su edad, rio con un deje de confianza. Era Gatasombra.

Kitty: No creo que vuelva a ser el mismo de siempre. Peter ha cambiado. Ya no tiene esa chispa creativa de antes…y creo que eso, para él, es muy triste.


Después de un silencio incómodo para los dos, una puerta se abrió y la codirectora del instituto, Emma Frost, entró en la sala. No iba sola, iba acompañada de una joven estudiante, delgada, muy guapa y con la mirada muy viva. Rondador apareció y desapareció delante de ella, lo que no le produjo ningún rubor.

Ground: Me llamo Laureen Celest. Encantada.

Rondador: ¡Hum! Veo que no te asusto. Ya podemos tomar café juntos.

Ground: ¡Ja, ja, ja! ¡Qué simpático!

Emma: ¡Basta de trivialidades! Kurt, ¿serías tan amable de sacar a uno de los chicos de la prueba para que le enseñe todo a Ground?


Rondador llamó por el micrófono a uno de los estudiantes.

Rondador: Vertedero, salga de la misión. Ha sido requerido para algo de vital importancia.


Dentro de la misión, Vertedero se quedó helado. Salió con la mirada fija en Knight, quien le devolvía la mirada de manera especial, como pidiéndole que no los delatara.

Vertedero salió y subió a la sala de la computadora, donde le recibió una grata sorpresa.

Ground: ¿Fran?


Vertedero saltó, como un resorte, hacia ella y la abrazó fuertemente.

Vertedero: Laureen…¿eres como yo?


Ground y Vertedero salieron de la sala contándose todo lo que se habían perdido el uno del otro.

Rondador: ¡Qué casualidad!, ¿eh?

Kitty: Sí…


Laureen observaba asombrada. No podía parar de mirar a Fran, quien ahora era conocido como Vertedero. Hacía ya cinco años que se conocieron, aunque recientemente habían perdido el contacto[21]. Eran muy buenos amigos. Laureen había ayudado a Vertedero en muchas ocasiones, y él la había ayudado muchas más. Y ahí estaban ambos, caminando por los pasillos. Mientras Vertedero le mostraba la mansión, ella se asombraba cada vez más.

Vertedero: Y dime, ¿cómo has llegado hasta aquí? ¿Tus padres no están enterados, verdad?

Ground: No. Sabes que hubiera sido algo fatal si se enterasen. Los conoces tanto como yo. Respecto a tu pregunta, hace años que sé que era un mutante. Ya de pequeña logré hacer levitar una roca, pero nunca supe si fue algo cierto o no. ¡Ya sabes la imaginación que tiene uno de pequeño!, tan sólo pensé que había sido un sueño…al menos hasta que Xavier vino a mi casa. Ya he descubierto que puedo controlarlo, y que poco a poco voy mejorando. ¡Ven! —dijo mientras tomaba al muchacho por el brazo, llevándolo hacia el jardín.

Ground: Mira esa roca a lo lejos. La traeré hacia aquí.


La roca parecía pequeña a larga distancia. Vertedero frunció el ceño mirando a Laureen y pensando que levantar una pequeña roca no era un trabajo tan alucinante, aunque no dijo nada.

Laureen extendió su brazo e, instantáneamente, su mano emitió un destello amarillento que hizo que, a lo lejos, la roca levitara en el aire y se acercara a ellos. Sólo cuando la roca estuvo lo suficientemente cerca, Vertedero notó que no era una pequeña roca, sino que era un poco menos alta que la Mansión.

Vertedero: ¡Sí que tienes talento, vieja amiga![8]

Ground: No creo que sea lo suficientemente buena hasta poder controlar bien mis poderes, pero…en fin ¿Qué haces tú aquí? Supongo que no estás aquí porque seas uno más del montón. F Vertedero: ¡Ja, ja, ja! No, creo que tienes razón. Bueno, pues…yo controlo la materia inorgánica…o muerta. Juntando materiales puedo crear muñecos inanimados, pero cuando lo hago no puedo moverme porque controlo a mis criaturas telepáticamente. Mira. —Vertedero tomó de su bolsillo cuatro palitos de plástico y la tapa de un bolígrafo. Unió los extremos e hizo un pequeño muñeco con cabeza de bolígrafo que comenzó a bailar.

Ground: Eso es muy divertido, amigo. Toma, para ti. Hace tiempo que no nos vemos y debería darte algo. Recuerda que si nos separáramos en algún momento yo te recordaré tanto como espero que tú lo hagas. —Laureen tomó una roca y la desgastó lentamente, y así hizo un pequeño corazón bien detallado. En cada extremo inferior había tallado una "V" y una "G" , Una vez que terminó su figura, Laureen hizo que la roca se partiera por la mitad, y le entregó su parte a Vertedero, quien miró asombrado lo que su amiga había hecho.

Vertedero: Gracias.

Ground: Así, por lo menos, podremos recordarnos —dijo y después lo abrazó. Un abrazo que duró más que ninguno anterior. Eran viejos amigos que habían vivido buenas aventuras…y que se querían. Se querían mucho…


Ver a Vertedero salir había conmocionado a Knight. Quién sabe para qué sería y, especialmente, a mitad del entrenamiento. O había algo realmente importante, o la cosa no pintaba bien para ellos. Fuese como fuese, era algo importante que había causado que Knight casi perdiera la concentración y, con ello, la batalla.

Justo cuando empezó a reaccionar, una nueva sorpresa se le apareció.

¡Crack!

Sobrecarga: ¡Argh!


La escena fue algo dura. Un golpe mal esquivado y un brazo roto. Mientras su compañero se retorcía en el suelo, Knight se daba cuenta de una tremenda verdad: Al fin se había dado cuenta de lo que pasaba, pero un nuevo golpe, recibido por la espalda, le hizo ver que, tal vez, no tendría el tiempo necesario para comunicárselo a los demás.

Knight: ¡Cof, cof! Vamos…


Sin pensarlo mucho tiempo, Miguel corrió hacia donde estaba su amigo caído; lo tomó rápidamente, subiéndolo a sus hombros, y corriendo. Los Colosos lo siguieron durante algún rato, pero no tardó demasiado en perderlos. Tenía que encontrar a los demás.

Knight: ¡Felix, Felix!

Hellsinger: ¿Oyes eso?

Burnpath: En realidad…no.

Hellsinger: ¡Shh!…¡es Knight! ¡Ven! Por acá.

Burnpath: ¿Qué? ¿En serio?

Hellsinger: ¡Tú sígueme!


Ambos mutantes corrían hasta que, pronto, los gritos de Knight fueron audibles hasta para el joven rubio y terminando justo frente de Knight y Sobrecarga y pronto viéndose sobrecogidos al ver a Sobrecarga en aquel estado.

Burnpath: ¡Oh! ¿Qué le pasó?

Knight: ¡Le rompió el brazo! ¡Coloso le rompió el brazo!, pero tenemos algunas cosas entre manos antes. Lanza una llamarada al aire, Felix.

Burnpath: Em…¿para qué?

Hellsimger: Sólo hazlo, ¿eh?


Algo confundido, Burnpath contestó a la petición, creando un disparo de fuego hacia el cielo. A lo lejos, por decirlo así, Terrank pudo verlo y comprendió que debía ir hacia aquel punto…o que estaban pateándole el trasero a los demás.

Knight: Bien, ahora sólo hay que esperar.

Hellsinger: Y…esta es la parte donde nos explicas nuestro plan, ¿no?

Knight: Claro. Lo siento. Miren, no les puedo decir qué es lo que voy a hacer. Recuerden que nos están escuchando. Tan solo hagan lo que les diga, ¿sí?

Burnpath: Sí, sin problema.


Knight se aterrorizaba al pensar en lo que pasaba. Ellos confiaban ciegamente en él. Siempre fue así. Tenía que responder a las situaciones tal y como él era y no equivocarse, sólo así podría pagar la confianza que ellos le brindaban. De entre los escombros, aparecía una sombra corriendo. Era Terrank.

Terrank: ¿Qué pasa aquí? ¿Y Vertedero?


Knight se sorprendió un poco. La velocidad de atención que tenía Terrank era algo interesante.

Como fuera aque fuese, Knight no tenía tiempo. Había muchos asuntos pendientes.

Knight: Olvídalo. Sólo genera un terremoto lo más potente que puedas sobre los escombros.

Terrank: ¿Qué?

Knight: Tan sólo hazlo…y rápido, por favor.

Terrank: Claro, señor. Sí, señor. ¡Demonios, contigo! ―Las manos del ex-actor se extendieron y dieron como resultado una fuerte vibración que todos pudieron sentir claramente. Rápidamente fue subiendo la escala del terremoto hasta que los escombros de la "cuidad" empezaron a caer, primero lentamente y finalmente de manera súbita.

Knight: P-e-rfecto, Terrank-k. U-n poc-co más…


Los escombros salían volando. Era el momento que Knight había estado esperado.

Knight: ¡Jack, toca! ¡Felix, lanza fuego, con toda tu alma, hacia enfrente!


Las órdenes de Knight sorprendieron a todos que se movieron tan rápido como pudieron reaccionar: La música salió de la guitarra de Hellsinger, mientras Burnpath lanzaba fuego hacia enfrente, de donde venían varias figuras con forma de Coloso que salían de entre los escombros que seguían cayendo.

La música era algo que no esperaban escuchar y aquel fuego aumentó, aún más, la sorpresa del equipo y, antes de que fueran conscientes, ya estaban en posición de ataque.

De entre el fuego sale Knight, saltando con sus espadas, y lanza un ataque con estas hacia los Colosos con toda su fuerza. Los cinco Colosos que quedaban, instintivamente, se preparan para golpear primero. Si bien un golpe de Coloso a un cuerpo humano normal lo despedazaría, el de cinco harían algo mucho peor. Sin embargo, Knight se deshace de su armadura, haciéndola desaparecer justo cuando los Colosos estaban por darle un golpe masivo, sorprendiendo a todos

¡Broom!


El momento fue espectacular, mas no era lo que todos esperaban: Si bien los golpes de los Colosos sí impactaron contra algo, no fue el blanco que todos pensaban. Había sido Coloso, quien se había interpuesto entre el golpe de sus ráplicas y el joven mutante.

Coloso: ¡Argh!


El gigante metálico caía al suelo por el dolor de recibir dos de los cuatro puñetazos que habían sido lanzados, mientras la escenografía de la cuidad se deshacía.

Todos quedaron algo confusos. No estaban muy seguros de qué se trataba todo aquello, pero Cíclope, sin lugar a duda, sí que lo sabía.

Cíclope: ¿Cómo supiste que era él?

Knight: No había ninguna diferencia. La Sala de Peligro reproduce a la perfección las habilidades físicas y mentales de la persona a la que presenta…aunque no así su actitud y personalidad. El verdadero Coloso no atacaría a un estudiante como yo si, con ese golpe, me pudiese matar…tal y como lo hicieron los otros cuatro.

Burnpath: Eh…no lo entendí muy bien…

Hellsinger: El verdadero no nos mataría, los falsos sí.

Burnpath: ¡Oh, mierda[3]!

Cíclope: Por ahora, la Sala de Peligro no tenía un nivel tan letal. ¿Y si te hubieras equivocado?

Knight: Difícilmente. Coloso no le rompería el brazo, tan cruelmente, a uno de nosotros. En su lugar habría intentado noquearnos o acorralarnos. No somos realmente sus enemigos.

Kitty: Sorprendente.


Todos se tranquilizaban mientras Coloso se levantaba y las puertas de la Sala de Peligro se abrían.

Coloso: ¡Da! Eres un chico inteligente, y son muy valientes todos ustedes.

Burnpath: ¡Ey, gracias!

Hellsinger: ¿Se encuentra bien?

Coloso: Sí. Hace falta algo más que unos golpecitos para vencerme. Dime, muchacho, ¿cómo sabias que me interpondría?

Knight: …No lo sabia, lo supuse. Dicen que usted es gentil y, simplemente, asumí que era verdad.

Coloso: Muchas cosas han cambiado…yo he cambiado mucho.

Knight: Las personas no cambiamos para mal…al menos un X-Man no lo hace[8].

Emma: "Todo ha estado muy bien. Ahora, vayan a la sala de arriba"". Tenemos una sorpresa para ustedes."


Todos salieron de la Sala de Peligro y se dirigieron hacia las instalaciones. Ya se estaban acostumbrado a las órdenes mentales, y ahora mismos estaban felices por haber superado su prueba…aunque más cosas les esperaban. Sobrecarga era mandado a la enfermería, mientras los demás llegaban a la sala, donde había una nueva sorpresa.


Vertedero miraba los ojos, tan bellos y diligentes, de Laureen, mientras que la llamada de su jefe de grupo rompía el mágico momento.

Vertedero: Vayamos los dos, cariño. Ya verás que zoo más bonito. Tenemos hasta una especie de cabra.

Ground: ¡Ja, ja, ja! ¡Anda, vamos!…¡qué tono más sombrío se te ha puesto de repente!

Vertedero: No me gusta la misión a la que vamos, pero chica, por ti me vale. No quiero que quedes mal frente al equipo. Vayamos a ver qué quiere el jefazo.


Los dos fueron hacia las habitaciones centrales, mientras a su alrededor las rocas les abrían paso en forma de muñecos gigantes.

Ground: Qué bonito…

Vertedero: Es algo que me apetecía hacer. Quería regalarte una bonita escena.

Ground: Gracias, pequeño.

Vertedero: ¡¿Pequeño?!


Ground: Lo siento. Deberías saber que es una expresión que suelo usar. Creo que tú eres quien me conoce mejor que nadie.

Vertedero: Mmm…sí, tienes razón, pero recuerda que hace años que no nos vemos. No creo poder recordar todas tus expresiones.

Ground: En eso tienes razón. Es un pequeño detalle del que me he olvidado —dijo en tono irónico.


Los muchachos caminaron hacia las habitaciones centrales, riendo y recordando buenos momentos. Una vez en ellas, Laureen observó alrededor a seis personas junto a sus nuevos profesores, entre ellos a Tormenta, quien se le acercó:

Tormenta: Veo que ya hiciste un nuevo amigo, Laureen. Aquí están tus nuevos compañeros. Conócelos tú misma.

Ground: En realidad…ya conocía a Vertedero desde hace tiempo.

Tormenta: Me alegro por eso. Bueno, los dejaré solos. Tengo que hablar con el Profesor. Mientras tanto, te presento a tus nuevos profesores: Estos son Scott, al que, por lo que sé, ya lo conoces, Kurt y Kitty.


Tormenta estuvo un buen rato presentando a sus profesores y, una vez que ya se conocieron, todos se fueron de la sala, dejando a Vertedero y a Laureen frente a sus compañeros, que eran nuevos rostros para la muchacha. Laureen se acercó al grupo de gente y, tímidamente, los saludó.

Ground: Hola…soy Laureen[7].


Burnpath: ¡Oh! Chica linda[10].

Knight: Aquí vamos de nuevo[4]

Burnpath: ¿Qué? Yo solo decía…¡ejem! Hola. Mi nombre es Felix.

Ground: Hola…mi nombre es Laureen.

Burnpath: Encantado de conocerte, Laureen.

Ground: Igualmente.

Burnpath: Ven. Déjame presentarte al resto del equipo…

Vertedero: ¡Ejem! Oye, tío, si me permites, yo lo haré.

Burnpath: ¡Oh! ¡No me digas que me saliste sentimental![17]

Vertedero: Claro que no, tío. Es sólo que yo la conozco mejor que tú.

Burnpath: No lo entiendo, pero si acaba de llegar[7].

Ground: ¡Ji! Sí, pero es que Fran y yo ya nos conocíamos desde hace mucho tiempo[8].

Burnpath: ¡Oh!, ahora lo entiendo[10]. Bueno, está bien. De todos modos, fue un gusto platicar contigo. Nos vemos. Por cierto, Vertedero, no te acerques a Knight en un rato. Está pensando…o algo así[5].

Vertedero: Entendido.


Felix se retira a un sillón algo decepcionado. Le había gustado Laureen de verdad.

Vertedero: Bueno. Ven, te presentaré al resto del grupo.


Vertedero miró a Burmpath. No le caía mal, pero Laureen…bueno, era Laureen.

Vertedero: Bueno, chica. Aquí te presento a Hellsinger. Aunque no lo parezca, hasta canta bien.

Laureen: Encantada.

Helsinger: Bienvenida, preciosa.

Vertedero: El chispitas es Sobrecarga. Buena gente, pero un poco loco.

Sobrecarga: ¡Eh! Yo no estoy…bueno, va. Sí.


Ground soltó una timida risita, que alegró a Vertedero.

Vertedero: ¡Ja, ja, ja! No te preocpes, chispitas. Ya sabes que me caes genial. Bueno, y aquí el chico del que te enamoraras seguro. El "playboy" del grupo: Terrank.

Terrank: ¡Oh, vamos! No es para tanto. Uno que es genéticamente perfecto. ¡Qué se le va a hacer!

Knight: ¿Y yo qué, eh?

Vertedero: Ya, ya, ya voy. Es que como eres "el jefe", prefiero presentarte el último.

Ground: Espero serte útil, jefe.

Knight: Miguel, si no te importa. Es más cordial. ¡Je, je, je!

Vertedero: Knight, quería pedirte perdón por lo de antes. Somos un equipo, por lo que me toca ir con vosotros.

Knight: Bien. Disculpas aceptadas.Ahora vayamos al lío.


Knight: Miguel, si no te importa. Es más cordial. ¡Je, je, je!

Ground: Entonces, Miguel será[2].


Laureen intentaba memorizar los nombres de todos sus compañeros, pero sabía que no iba a ser tan fácil. Más que nada siendo tantos.

Ground: Bueno, encantada de conocerlos a todos, pero…¿qué se hace ahora? —preguntó arqueando una ceja.


Knight: Ahora… —Knight se quedó en silencio. No podía decir nada dentro de la mansion. No es que Emma o algún otro telépata, como las trillizas que siempre estaban con ella, no pudieran leerle la mente, pero con todas las interferencias psíquicas dentro de la mansión, por los pensamientos de todos, aunque poco probable, podrían ser escuchados. Así que sería más factible que lo hablasen fuera, sin miradas, ni oidos ajenos. —Ahora vayamos a tomar un descanso, Laureen. Venimos de la Sala de Peligro, así que todos necesitamos refrescarnos. Nos vemos en los patios en cinco minutos, ¿ok?

Laureen: Sí, supongo.


Cinco minutos no es tiempo suficiente para descansar, pero era más de lo necesario para salir de la mansión y lo arreglasen todo. Felix corre con algunos alumnos. Llevaba poco tiempo en la mansión, pero ya tenía amigos: Un chico sociable, lo suficiente como para encubrirlos por toda una tarde. Sobrecarga, tristemente, no los puede acompañar, pues es llevado a la enfermería por uno de los X-Men, mientras los demás tan solo perdían el tiempo.

Cinco minutos después, en los jardines de las afueras de la Mansión.

Knight: Bueno, chicos, ¿todo listo? ¿Felix?

Felix: Claro. Ya les dije a varios de los alumnos que si algún maestro preguntaba, estábamos entrenando sin que ellos puedan saben dónde.

Knight: Pues…después de todo, no será mentira. Esta será una clase de entrenamiento.

Jack: Aunque no lo haremos por eso, ¿recuerdas?

Knight: Por supuesto. Tengo claros mis motivos, Jack. Espero que tú también.

Laureen: Emm…je, je. Me pierdo. Motivos para qué.

Vertedero: ¡Ah!, claro. Verás, tenemos una pequeña misión entre manos.

Laureen: ¡¿En serio?!

Burnpath: ¡Sí! Es sólo que…es súpersecreta. Ya sabes…

Laureen: Eh…no realmente.

Burnpath: Bueno, sé que no lo sabes, pero parece más misterioso de lo que es, ¿no lo crees?[10]

Laureen: ¡Je, je, je! Sí, algo así.

Knight: Laureen, este es el asunto: No sé si lo has escuchado, pero en las noticias de ayer dijeron que cierto doctor encontró algo que beneficiaría, geneticamente hablando, a los humanos, y ciertos grupos racistas, o por intereses propios, están tratando de matarlo. Nosotros pretendemos ayudarlo, pero no obtuvimos el permiso de los profesores, así que estamos haciendo esto con la incertidumbre de la desaparición de nuestro grupo.

Laureen: Emm…me perdí un poco.

Terrank: Vamos a salvar a un viejo al que quieren mater terroristas y demás supervillanos.

Laureen: ¡Ahí! …Pero eso ¡sería demasiado peligroso!

Burnpath: …Por eso no nos dieron permiso.

Laureen: Y…¿cuánta veces han hecho esto?

Knight: Emm…esta sería la primera vez. De hecho, es nuestra segunda misión "oficial" como grupo.

Laureen: [3]Es una locura. ¡¿Por qué lo hacen?!


Knight se quedó serio, levantó la mirada hacia la joven y habló con serenidad, como si entre todas las cosas, aquello fuese lo único cierto. En esta frase, no dudó, no pensó ni por un segundo. La verdad era clara para él:

Knight: Por que es lo correcto.


Laureen quedó algo sorprendida, pero aún miraba con incertidumbre a todos, probablemente sin confiar demasiado aún.

Knight: Mira, Laureen. No te pedimos que vengas a este peligro. Si crees que es algo muy fuerte, o si, tal vez, la idea simplemente no te va, nadie te va a obligar. Este grupo…somos solo un grupo de amigos. Si gustas, puedes ser nuestra amiga y ser parte del X-Quadron. Solo queremos hacer lo correcto. Si no, no tienes por que presionarte.


Laureen se lo pensó por un momento mientras se volteaba para ver a Vertedero, quien le devolvía la mirada con un gesto que se podría interpretar como "Es tu desición". No es que fuera duro, pero Vertedero seguramente conocía las implicaciones, y no podría obligarla a nada; ni siquiera aunque, tal y como parecía, tuviese alguna relacion con ella.

Laureen: No…no estoy segura de estar lista.


Knight se acerco a ella y la miró fijamente.

Knight: ¿Pelearías por alguien a quien quieres?

Laureen: …Sí.

Knight: ¿Quieres ayudar a la gente?

Laureen: …Sí.

Knight: Entonces, estás lista en lo que importa: aquí —dijo señalando al corazón-. Si vienen…—continuó señalando a Vertedero y a Laureen-…los esperamos. Tenemos que llegar a la clínica.

Vertero: ¿Vamos[8]?

Laureen: …Sí[2].

Burnpath: ¡Genial!

Knight: Entonces, ¡ya saben por dónde! Terrank, haz un hoyo y salgamos de aquí.

Terrank: Claro, como si fuera pan comido…

Ground: Voy, te ayudo.

Terrank: ¡¿Me ayudas[7]?!

Ground: ¡Oh, sí[8]!

Knight: A todo esto, ¿y Rocket? —se preguntó el mutante, pero ninguno de sus compañeros supo darle una respuesta[22].


Mientras Terrank movía las tierra, las piedras salían ligeramente, dejando un hoyo debajo de la barda de la Mansion-X, por el que todos cruzaron, y que fue cerrado momentos después por ambos chicos.

Terrank: ¡Genial[7]!


Todos se dirigieron hacia el laboratorio que aparecía en las noticias. Ninguno lo decía, pero la emoción corría por sus venas por alguna razón u otra.


Vertedero no perdía de vista la dulce mirada de su nueva compañera, mientras que el bus pasaba las calles, como si fueran caminos llenos de cabras. Vertedero jugaba con sus dedos, haciendo, sin darse cuenta, que los asientos se movieran como bailando ante la agitación de una persona. Knight se arrimó a el y le sacó de su embobamiento.

Knight: Vertedero ¿vas a dejarlo ya? Al final va a bailar el autobús entero.

Vertedero: ¿Qué? ¡ah! lo siento. No me había dado cuenta.

Knight: Es mona, ¿eh?

Vertedero: No sé de qué me hablas.

Knight: Ya, claro. Por eso no paras de mirarla.

Vertedero: Tú concéntrate en la misión.

Knight: Sobre eso también quería preguntarte: ¿por qué has cambiado de opinión?

Vertedero: Se lo he prometido y punto.

Knight: Espero no tener que expulsarte de la misión. No quiero que haya malos entendidos con los doctores.

Vertedero: Tú preocúpate por la misión, ¿entendido?


Knight lo miró de forma inquisitiva y se sentó aparte de él, observándolo fijamente.

Vertedero: ¡Ey, Laureen! ¿Quieres ver un autobús bailando?


Laureen se rio mucho mientras Vertedero hacía que, afuera, un semáforo se volteara para mirarle a los ojos.

Knight: Estate quieto, ¿o quieres que nos descubran?

Vertedero: Vale, vale. Lo haré con cosas pequeñas…

Laureen: Mira que eres tontorrón, ¡ja, ja!


Laureen se acercó a Vertedero y se sentó a su lado.

Ground: Creo que harás enojar a Knight…

Vertedero: No te preocupes. No es capaz de soportar una broma. Es demasiado serio.

Ground: Como digas, pero no tienes que hacer nada para que te preste mi atención.


Vertedero se sonrrojó unos instantes y respondió:

Vertedero: Nadie dijo que haya sido para llamar tu atención, pero si lo tomas de ese modo…¡Oye!, nunca me comentaste qué sucedió con ese muchacho que iba a terminar contigo.


Laureen lo miró y susurrando le dijo:

Ground: …No sucedió nada.


En el rostro de Vertedero, una pequeña sonrisa surgió, y acercandose un poco más a ella le respondió mirándole a los ojos:

Vertedero: Supongo que a todos nos llega el momento. …A unos más tarde que a otros, pero termina llegando.


Laureen, lentamente, se acercó al oído del muchacho y, en un tono casi inaudible, le respondió:

Ground: No se dio nunca la ocasión y, sinceramente, tampoco es algo que me quite el sueño…


Knight: Bueno, equipo, ya estamos aquí.

Hellsinger: Ya era hora. Estos dos tortolitos me tienen…las que te dije, llenas.

Vertedero: No mames, chivito. Te encantaría estar en mi lugar[11].

Hellsinger: ¡Ese es exáctamente el punto!, ¡maldita sea! ¡"No cuentes monedas en casa de pobres"![23]

Ground: ¡Venga, gente! Ya basta. Jack, te equivocas. No es nada de eso.

Hellsinger: ¡Na…! Algún día le echaré en cara a mi "Pamela Anderson". ¡Ja, ja, ja![10]

Burnpath: Oigan, chicos. Ya sólo quedan ustedes tres en el ómnibus. ¿Qué tal si bajan antes de que el tipo se canse de esperar?


Laboratorio.

Frente a la computadora, el científico estaba estudiando todos y cada uno de los datos. Aunque ya había demostrado su teoría, debía estar seguro de poder demostrarla. Posiblemente sólo tendría una oportunidad frente a las cámaras, así que tendría que hacerlo bien.

Junto al doctor se encontraba su "guardaespaldas personal", y única compañía: Fausto Bianco.

Doc: Estoy cerca. Tengo toda la información que necesito. Cada una de las relaciones de causa-efecto y sistemas de seguridad redoblados…y sin embargo también tengo…miedo.

Fausto: Por favor, papá. Recuerda que tienes razón y eso lo es todo.

Doc: No es más fuerte que una bala en el corazón, y lo sabes. Ellos seguirán llegando. Saben quién soy. Saben dónde encontrarme…y no descansarán hasta verme muerto.

Fausto: Cuando dices "ellos", ¿hablas de los mutantes?

Doc: Hablo de todo aquel que tenga miedo a mi investigación. Tú sabes que te quiero como si fueses mi hijo. Daría mi vida por ti.

Fausto: Está bien, está bien… Terminemos con esta basura sentimental y sigames con el trabajo.

Doc: Fausto[8], algún día entenderás que el corazón es irremplazable para alcanzar el conocimiento.

Fausto: ¿Algún día te vaz a callar? Déjame aprender solo. Cuando crezca, entenderé toda esa basura del "corazón del científico" de la que tanto hablas[24].

El profesor sonrió. No era la primera vez que Fausto se ponía así con él. Tras esto, se alejó de la computadora y se dio la vuelta para mirar a los ojos a Fausto:

Doc: Estoy tratando de educarte un poco. Después de todo, soy tu única familia y, por tanto, depende de mí que crezcas sabiendo cosas como estas. Cosas que probablemente no quieras saber, pero que son importantes.

Fausto: Da…


En ese momento se escuchó un sonido en el laboratorio. ¿Era posible que alguien hubiese llamado al timbre?

Doc: …

Fausto: …


La cámara de seguridad de la entrada mostraba, en la computadora, a los visitantes:

Fausto: ¿Ese tipo tiene cola?

Doc: Son mutantes. ¿Qué debemos hacer?

Fausto: A mi no me preguntes. Tú eres el jefe.

Doc: ¡¿Ahora "yo" soy el jefe?! Espera, estoy actuando como un niño de cinco años. Bueno…dado que entraron por la puerta, no creo que sean malos.

Fausto: Eso…o son las cosas vivas más estupidas del mundo[7].

Doc: …O ambas cosas… Mmm…

Fausto: Yo iré a abrir la puerta. Intentaré asegurarme de que son gente segura.

Doc: Está bien, pero date prisa. Sabes que eres muy lento.

Fausto: No puedo evitarlo. Nací así.

Doc: ¡Je! Tan sólo ve[8].


Entrada

Burnpath: ¡Zzz!

Sobrecarga: Ya me aburrí. ¿Cuánto llevamos esperando?

Knight: No lo sé- Olvidé mi reloj…y mi celular.

Hellsinger: Revisa a ver si te acordaste de traer tu espada, señor[16]. Son…las 6:33. Llevamos 13 minutos esperando.

Vertedero: Tal vez no nos abran. O sea, ¿cómo van a saber que somos de los que "no tratan de matarlo"? Me refiero a que, por favor, yo no le abriría mi perta a cualquiera.

Terrank: Mmm…¿y si tiramos la puerta?

Knight: …¿Y si nos mata el sistema de seguridad?

Altavoz: ¡Cjj!…¿quiénes son?

Hellsinger: ¡Al fin!

Knight: Cállate. Somos el X-Quadron. Somos parte de un nuevo equipo en prácticas de los X-Men. Venimos por una misión para proteger al científico durante su investigación.

Altavoz:

Hellsinger: ¡Spp! No es una historia muy creíble, ni aunque sea verdad.

Altavoz: ¡Cjj!… Podría llamar a la mansión de los X-Men y confirmar su historia.

Todos: ¡No!


Knight se golpea la cara con la palma de la mano.

Altavoz: ¡Cjj!… Esto, cada vez, es más sospechoso, gente. O me dan una buena razón para dejarlos pasar, o activaré el sistema de seguridad, que los dejará limpitos.

Knight: …

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Burnpath: Eh…Migue…

Knight: …

Hellsinger: ¿Podrías hablar antes de que nos ataquen?


Miguel levantó la frente, se quitó el casco y miró hacia enfrente, mientras que las cámaras lo grababan todo mientras comenzaba a hablar:

Knight: No les daré una, si no que les daré varias: En primer lugar, si quisiéramos hacerle daño, no llamaríamos a su puerta. Ningún enemigo decente lo haría. Dos miembros de nuestro equipo podrían acabar con el edificio entero; En segundo lugar, tal y como le dije, somos los X-Quadron, un equipo en formación de los X-Men, y venimos en una misión, pero nunca dije que los X-Men nos hubieran mandando.

Altavoz:

Knight: Sucede que vinimos sin la autorización directa de los X-Men. Si supieran que estamso aquí no podríamos ayudarle.

Altavoz: …¿Creen que los dejaré pasar con esa historia?

Knight: Lo único que creo es que necesita toda la ayuda posible si quiere vivir. Se la ofrecemos por el mero hecho de creer que es lo correcto. Si realmente no nos queréis aquí, díganlo.


Knight esperaba que la confianza depositada en sus palabras, los motivos que había dado y el hecho de que todo lo que dijo era verdad fuera más que suficiente para que le creyeran. En caso contrario, estaba listo para detener su sistema de seguridad…sólo que sería una lástima que eso pasara.

Un silencio profundo llenó a todos los espectadores, mientras que las puertas se iban abriendo poco a poco.

Burnpath: ¡Genial!

Knight: Adelante, chicos.


Altavoz: No les daré una, si no que les daré varias: En primer lugar…


Cuando Knight se quitó el casco, el resto de la conversación fue completamente ignorada. Los ojos de Fausto tomaron un aspecto vacío, pero, a la vez, con una extraña emoción difícil de identificar, como si la emoción sentida no fuese de esos ojos. Rápidamente puso su mano en el micrófono para taparlo.

Fausto: …[3][8] ¡Je!…¡je, je! ¡Ja, ja, ja! Es él. Es él. ¡Ja, ja, ja!


Burnpath: ¿Soy yo, o este tipo está chiflado[7]?

Hellsinger: Creo que eres tú[5].

Burnpath: ¡Ja!, qué gracioso[24].

Hellsinger: …[11]

Doc: Más respeto. Mi amigo es de mi familia.

Burnpath: …¡Oh!, lo siento, Doc.

Doc: Vamos, pasen y disculpen a mi hijo. Él sólo se preocupa por mí.

Knight: Sí, me imagino.

Doc: Les agradezco que hayan venido.

Burnpath: No se preocupe, Doc. Es lo que hacemos…aunque no nos dejen…[17])

Doc: Es que con todo esto necesito la máxima protección. ¿Quién sabe quién quiere hacerme daño para que no termine mi investigación?

Burnpath: Y…¿de qué es su investigación, Doc? Le puedo llamar "Doc", ¿no?

Doc: Sí, es mejor que darles mi nombre. No se ofendan, pero no puedo confiar en nadie.

Laureen: Sí, lo entendemos.

Doc: Bueno, mi investigación explora una parte del cerebro humano, aquella que se suprime cuando el genoma-X está presente. Esto podría darles habilidades diferentes a las personas, y podría significar que los mutantes no son "tan" superiores.

Burnpath: ¡Eh!…¿en español?, Doc.

Knight: Convierte a un humano en mutante.

Burnpath: ¡Oh!…

Doc: Bueno…de hecho, no lo sé. No sé nada. Apenas es una hipótesis, pero las probabilidades son infinitas…y podría suponer, incluso, la unión de las dos razas.

Burnpath: ¡Oh! Eso sería bueno, ¿no?

Doc: Sí, pero no todos están de acuerdo con esto. No todos quieren ser mutantes.

Knight: …Y por eso estas personas tratan de matarlo.

Doc: Así es.

Burnpath: Pues no se preocupe, Doc. Tiene al mejor grupo de héroes protegiéndolo.

Doc: Es un alivio para mí. Bueno, si me disculpan, seguiré trabajando. Tengo pensado terminar mañana, para poder exponerla entonces.

Knight: Bien. Nosotros nos quedaremos a cuidarle.

Doc: Muy bien, pero no toquen nada.

Burnpath: No se preocupe, Doc[10].


Todos se sentaron y empezaron a charlar entre ellos, mientras el Doc trabajaba en su laboratorio. Sin embargo, mientras, Fausto no dejaba de mirar a Knight.


Finalmente, Sobrecarga apaga su piloto automático de lucha y se relaja[4].

Sobrecarga: "A los nuevos no los conozco demasiado." ¡Ey!, Fausto, ¿de qué van tus poderes?

Fausto: … —guardó silencio mientras miraba a Knight fijamente, como si tratara de gastarlo con la mirada.

Hellsinger: ¡Sight! —empezó a susurrar al oído de su compañero.— Vigila. Este parece estar un poco ido de la olla.

Sobrecarga: ¡Ah! Vale…¿y los tuyos, Laureen?

Ground: Pues…tengo cierta afinidad con la tierra, y puedo controlarla.

Fausto: ¿Qué decías[12]?


Vertedero miró alrededor del gran salón en el que se encontraba. Para ser una sala de recibimiento, estaba totalmente lleno de estatuas con bustos de grandes filósofos y pensadores: Dese la cabeza de Platón hasta la de Immanuel Kant.

Ground: ¡Guao!

Hellsinger: Sí. No esta mal la casita.

Vertedero: Platón, Aristóteles… ¡Dios! Veo que este hombre sabe rodearse de pensadores.

Knight: No sabía que te gustaba la filosofía.

Vertedero: Me enseñaron bien en las calles…muy bien.


La mirada de Vertedero se quedo fija en la nada, como volviendo atrás en el tiempo, rememorando las imágenes de su pasado, entre la basura y la suciedad, entre la muerte, el hambre y la enfermedad. Ground se le acercó, pues sabía lo que le había pasado, y le pasó una mano por el hombro que lo sobresaltó. Francisco giró la cabeza para mirarla, a escasos centímetros de sus labios.

Ground: Fran, no te preocupes. Sé por lo que pasaste. Seguro que él estará bien.

Vertedero: Nunca me había fijado en lo bellos que son tus labios.


Ground le siguió mirando y le dio un beso en la mejilla. Tras esto, Vertedero se dio la vuelta y continuó observando la situación.

Hellsinger: La verdad es que la casita…no sé…como que me gusta. Es…inspiradora.

Ground: Pues ya sabes, haz una canción nueva.

Hellsinger: No es tan fácil. La música es un arte.

Vertedero: Tienes razón, pero si te consideas un "virtuoso", inténtalo. Seguro que te sale bien.

Burnpath: Sí, seguro que te sienta bien.


Vertedero sólo podía seguir mirando a los ojos de Ground. Su corazón palpitaba cada vez más, acompasado con la respiración de su compañera. Su sonrisa se moldeaba cerca del corazón, esperando un guiño de su mirada; esperando una ilusión. Ground, de repente, lo miró y, sin apartarle la mirada, la mirada era fija, pero no le miraba a sus ojos, sino que miraba, simplemente, al vacío. Su mente se situaba cinco años atrás. Ground recordaba cómo había conocido a Vertedero…y cómo lo suyo no pudo funcionar.


Cinco años atrás.

Laureen caminaba por las oscuras calles. Se dirigía a su casa, como de costumbre, después del instituto[25]. Volvía caminando, ya que no tenía carnet de conducir, pero esa noche iba a ser diferente.

Mientras lentamente caminaba sin prestar atención, jugando con el celular, una sombra apareció detrás de ella para quitarle su cartera y salir corriendo.

— ¡Oye, maldito bastardo! —gritó Laureen sorprendida.— ¡Ven aquí!

Salió corriendo velozmente tras de él, cuando el chico estaba a solo unos metros de ella. No le tenía miedo a la gente que robaba. Había estudiado muchas artes marciales, por lo que pensaba que podía superar un caso así, de robo con violencia, pudiendo detenerlo.

El chico había logrado ganar distancia entre Laureen y él, escabulléndose en un oscuro callejón sin salida, pero ella no era tonta y sabía lo que él planeaba. Sin pensarlo dos veces se introdujo en el oscuro callejón. Delante de ella se observaba una oscura silueta que, al parecer, era la de un joven muchacho. En su mano tenía su bolso y, al parecer, no había notado su presencia.

— ¿Vas a devolverme eso o quieres que te dé una paliza, maldito ladrón?


El muchacho se volteó sobresaltado y miró sorprendido a la muchacha. — No pretendo que me des una paliza, pero todos necesitamos comer, ¿verdad?

— Si. Quizás todos necesitemos comer, pero gánate un trabajo, maldito holgazán, y no lo repetiré de nuevo: Devuélveme mi bolso o tendré que lastimarte, y créeme que no pretendo hacerte daño frente a él —dijo apartando la mirada por un instante hacia un viejo hombre.

— ¡Oye!, tranquila. No es tan fácil conseguir un trabajo ¿Crees que me darías una paliza? ¡Oh sí! Estás equivocada, pequeña. Por cierto, te presento a Gaspar, un viejo amigo.

— No necesito que me presentes a nadie. ¿Por que te tomas todo esto como un maldito juego? No estoy jugando. Acabas de robarme la cartera. ¿Es que acaso esto es un juego? Devuélvela o te la verás con la policía, o aún peor: conmigo.

— Oye, tranquilizate. Aquí tienes –dijo estirando la mano y entregando la cartera.— No sé por qué la gente de hoy es tan seria. Solamente estaba jugando.

— Sí, ya me lo imagino. ¿Cómo quieres que la gente se tome que les robes sus pertenencias para comer? Eso es ilógico. Espero no cruzarme contigo nunca más, maldita rata.


Laureen se alejaba a paso acelerado del viejo callejón, enfurecida por lo sucedido. Una vez que se encontraba lejos, el muchacho dijo:

— ¡Vaya que es linda!, ¿no lo crees, Gaspar?

— Sí que lo es, Fran, pero…creo que no le has caído muy bien.

— Eso está por verse.


Al día siguiente, la joven muchacha se dirigía al instituto[25]. Eran como las siete de la tarde y cargaba una gran carpeta negra llena de mapas y todo tipo de cosas, por lo que pesaba mucho.

— Veo que alguien necesita ayuda —dijo un muchacho, que rápidamente se había integrado en el lado izquierdo de la chica.

— ¡¿Qué demonios?! ¿Qué haces tú aquí? Intentas robarme y ahora apareces de la nada como si fuéramos amigos, ¿a caso estás loco?

— No estoy loco. Sólo venía a disculparme y a presentarme también.

— ¿Sabes? No necesito las disculpas de un vagabundo…y menos me importa su nombre.

— Como quieras. Tú te lo pierdes, pero insisto, me llamo Fran —dijo extendiendo la mano en forma de saludo.


Laureen esquivó la mano del muchacho y siguió su camino.

— ¡Anda! ¿No vas a decirme tu nombre? Apuesto a que una chica tan hermosa me diría su nombre.


Laureen se frenó unos instantes, miró, arqueando una ceja, a Vertedero y respondió:

— ¿A caso estás bromeando? Sinceramente, no entiendo a los tíos de hoy: Primero te intentan robar, y luego te dicen cosas bonitas, ¿podrías explicármelo?

— No tengo una explicación. "Yo" soy así. Los demas son…diferentes. Entonces…¿qué dices? ¿Me dirás tu nombre?


Laureen sonrió tímidamente.

— Está bien. Mi nombre es Laureen. Es un gusto conocerte, pero debo irme.

— Pues vete si tienes que irte, pero volveré a por ti por la noche.

— No hace falta…

— Aquí estaré.


Laureen no respondió y, sin saludar, corrió para no llegar tarde al instituto[25].

A la salida.

— ¡Miren a la chica estudiosa!

— Hola… Oye, no estoy de humor. ¿Podrías dejarme ir a casa en paz?

— Pero…¿qué te sucede? Hace unos instantes estábamos hablando como amigos, y ahora…me echas ¡como a un perro!

— Nada. Es que…no…no importa.

— Entiendo. No está bien visto que la gente te vea con gente como yo. Descuida, no hay problema. –Vertedero se despidió con un gesto y comenzó a caminar en otra dirección.

— ¡Espera! Lo…lo siento. Me he comportado como un animal. ¿Podrías perdonarme? Si quieres, ven a cenar a mi casa. Mis padres están de viaje, así que no habrá problema.

— No es culpa tuya. Toda la sociedad es así…¿estás hablando en serio? ¡Claro que iré!

— Vale. Nos encontramos en mi casa en quince minutos. —Ground sacó un papel y anotó su dirección.

— ¿En quince minutos? Eso es mucho tiempo. Mejor te acompaño.

— ¡En quince minutos!, ¿okay?

— Está bien. Se harán horas.


Laureen saludó a Vertedero con un beso en la mejilla y se dirgió a su hogar.

"Quieres al chico, pero no quieres que te vean con él. Fabuloso"— pensó vertedero, y sonrió entre dientes.


Laureen y Vertedero se conocieron de esa forma. Ambos se habían relacionado con un breve amorío, hasta que sus padres le impidieron que se juntara con ese hombre…ya que lo habían visto robar a una mujer. Así le prohibieron toda visita…hasta que Laureen volvió a encontrarse con el joven en la Escuela para jóvenes superdotados.

Apartando la mirada de Vertedero, e intentando reprimir el pasado, Groeund intentó relajarse

Ground: Chicos, esto es más aburrido que peligroso. ¡Por dios! ¿A esto lo llaman misión peligrosa? Hagamos algo. Me van a salir raíces si sigo así.

Burnpath: Es que no se ha presentado la acción, Laureen.

Ground: Sí, seguro… Hace ya más de dos horas que estamos aquí parados. Oye, Terrank, ¿jugamos a algo? —preguntó tomando una gran piedra de su bolsillo y, con un movimiento leve de su mano, la roca levitaba a escasos centimetros de su palma.

Knight: ¡Chicos, vamos!, compórtense. No son niños de guardería. Laureen, guarda eso, ¿vale?

Ground: Como digas…[26]


Todo el mundo se estaba volviendo loco: Laureen estaba jugando con Terrank a una especie de fútbol, en el que se tiraban penales con piedras; Hellsinger trataba de escribir una canción, inspirado en las esculturas de la sala; y Sobrecarga hacía lo que podía para tratar de establecer una conversación con Fausto. Mientras, el científico seguía en la computadora, hasta que finalmente terminó.

Doc: Muy bien, gente. Les agradezco que hayan esperado pacientemente. Entiendo que están más confundidos de lo habitual, así que les explicaré mis planes detalladamente y luego los llevaré hasta mi comedor.

Hellsinger: ¡Qué bueno! Me estaba muriendo de hambre.

Sobrecarga: ¡Psss! No creo que este tipo, Fausto, coma. Está más desnutrido que una supermodelo —susurró.

Knight: Pues…igual es vegetariano —le respondió.

Doc: Por favor, tomen asiento.


Mientras todos los X-Quadron buscaban una silla, una enorme pantalla se descubría justo sobre la computadora del Doc, quien estaba sentado todavía en su computadora.

Doc: ¡Je, je!. OK, comencemos. Como todos saben, el rasgo que hace que los mutantes sean tal cosa, es el llamado "Gen-X". Lo que posiblemente no sepan es que éste afecta, directamente, a una zona del cerebro al que se aferra desde el nacimiento. —La pantalla muestra todo lo que el Doc dice, al pie de la letra. —Desde luego, han habido casos en los que una persona adulta se ha convertido en mutante, pero las posibilidades de que eso pase, por accidente, son tan remotas como las de ser secuestrado por extraterrestres.

Knight: Pero es posible…

Doc: Correcto. He llamado a esta zona el "Hemisferio-H", y es, justo lo que obstaculiza mi investigación: Esa zona cambia, tan drásticamente como el Gen-X con el que está asociado. Es sumamente difícil averiguar la manera de injertar un Gen-X que afecte a un hemisferio concreto. Naturalmente es algo fácil, pero en mi investigación intento hacerlo de manera artificial y controlada.

Hellsinger: Un momento, ¿me está diciendo que su investigación intenta hacer desaparecer a los humanos?

Doc: Lo que intento es crear una vacuna con la que injertar el Gen-X en el cuerpo de los humanos. Lo llamaré el "Antídoto-H". De esa forma, y de una vez por todas, la humanidad finalmente podrá evolucionar.

Hellsinger: Pero…"antídoto-H"…¿acaso el ser un humano es una enfermedad?

Vertedero: Es sólo un nombre, no seas tan obstinado.

Ground: Muy interesante la explicación. ¿Podemos comer ya?

Doc: ¡Je, je, je! Desde luego. No queremos que los guardaespaldas peleen con el estómago vacío. Fausto…

Fausto: Enseguida, papá. Bueno, gente, síganme y los llevaré al comedor.

Vertedero: ¡Oh, sí!


Todos seguían a Fausto, quien tal y como ya se ha dicho, no era exactamente un maratonista. Su cuerpo era sumamente lento por alguna desconocida razón.

Mientras salían por la puerta, Knight se dio cuenta de que no todos se estaban yendo.

Knight: Ah…¿Jack?

Hellsinger: Los alcanzaré después.

Knight: …Está bien. No te demores.


El Doc seguía frente a la computadora. Tal vez estaba cerrando el programa que acababa de abrir, o tal vez, simplemente, no podía dejar de trabajar. Jack se le acercó y se puso a mirar la pantalla por detrás, a pesar de no entender nada de lo que había en la pantalla.

Doc: Por favor, toma una silla y siéntate junto a mí.


Desde luego Jack obedeció. Estiró la mano para levantar una silla y la colocó con el respaldo delanta, luego se sentó.

Doc: Dime, ¿tienes algún problema?

Hellsinger: Corríjame si me equivoco, pero ¿el objetivo de su investigación es que "usted" sea un mutante?

Doc: ¿Y qué hay de malo con eso?

Hellsinger: Me temía que dijera eso…es sólo que…bueno…no entiendo cómo es que alguien tan inteligente como usted no pueda aprender a ser feliz con lo que Dios le ha dado.


Cuando el Doc escuchó la palabra "Dios" dejó de escribir. Se produjo un largo silencio y, después, regresó al teclado.

Doc: Soy un humano. Dios no me ha dado nada.

Hellsinger: Estás convencido de que los mutantes son la siguiente generación.

Doc: ¿Puedes probar lo contrario?

Hellsinger: Mira a tu alrrededor. ¿Ves algún cavernícola?, claro que no, porque ahora somos nosotros. Han existido mutantes desde hace millones de años, desde Apocalipsis, y aún estamos ambos aquí. Incluso he oído casos de dos padres mutantes que tienen un hijo humano. ¿Qué más pruebas necesitas?


Una vez mas se hizo el silencio.

Hellsinger: Debería pasar más tiempo tratando de entender ese "Hemisferio-H", y menos tratando de destruirlo. Bueno, tengo que ir a comer…gracias por la comida.


Mientras Jack se alejaba, el Doc continuaba mirando la pantalla. Reusaba a mirar hacia atrás.

Doc: No lo entiendes. Los humanos somos débiles, inferiores… Necesitamos desquitar nuestra ira sobre los mutantes para sentirnos superiores, pero sabemos que no es así. Somos…no somos nada.

Hellsinger: ¡Escuche eso!

Doc: …[20]


La comida era amena para la mayoría, pero exisitían excepciones: El Doctor y Jack tenían algo entre manos. Estaba claro. Un plato más fuerte que el que se les había servido al resto; El tal Fausto no tenía plato, ni literal, ni figurativamente; Y Knight…estaba probando el frío de la incertidumbre. Había algo mal. Era una misión en proceso, y todo había salido perfecto, pero se sentía el aroma, el aroma de un peligro…y era un aroma muy fuerte.

Felix: ¿Qué pasa? No has hablado en toda la cena.

Knight: …


La puerta de la cocina se abrió, dejando ver las pezuñas de Hellsinger. Su cara dibujaba una mezcla de tristeza y pena. ¿Cómo podía saberlo Knight si no era telépata? Aquellas emociones, e aquel lugar, eran muy fueres, más de lo que se podían percibir a simple vista.

Hellsinger: Hola, ¿qué tal? ¿Dónde está la comida?[8]

Laureen: ¡Je! Aquí hay para todos. No está nada mal el lugar, ¿eh?

Knight: …

Felix: Ehh…sí, ¡es genial, Laureen! Además de ser nuestra primera misión.


Vertedero se quedó algo serio al ver la cara de Knight, por lo que le habló sin problemas. Vertedero era lo suficiente inteligente para ver cuándo hay un problema, y también lo suficiente veraz como para hablarlo.

Vertedero: Algo te molesta.

Knight: …No.

Hellsinger: ¿Qué te pasa entonces?

Knight: Nada.

Burnpath: No has tocado tu plato.

Knight: …

Laureen: Es demasiado serio —le dice al oido a Vertdero.


Knight escuchó la oración, así que, apenas volteándose, puso la mano sobre la mesa y extendió la silla. Se levantó sin prisa, pero no muy lento, mientras abandonaba la sala.

Knight: Con permiso.


Todos se quedaron algo intranquilos, pero Burnpath se levantó e intentó normalizar la situación:

Burnpath: Yo hablaré con él. Sigan comiendo. ¡Ja, ja…!


Los demás no dudaron un momento. Mientras Laureen y Vertedero pasaban el rato, Sobrecarga y Hellsinger comían bastante rápido, y Terrank miraba a Fausto.

Mientras tanto, Felix salía del comedor y buscaba a Knight afuera, quien parecia haber desaparecido. Caminó unos cuantos pasos, ya que el edificio era algo grande, y, sobretodo, oscuro. De repente sintió un jalón con mucha fuerza y antes que pudiera reaccionar se encontraba, cara a cara, con Miguel, quien portaba una mirada algo extraña en sus ojos.

Burnpath: Eh…¿qué tienes? ¿Qué pasó allá dentro?, y…

Knight: ¡Shh! —Knight tapó con su mano la boca de Felix, mientras se asomaba para confirmar que nadie los seguía. A continuación suspiró y se recargó en la pared, soltando a su amigo.

Burnpath: ¿Qué pasa?

Knight: Algo extraño…algo malo está por suceder. No lo sé…lo presiento. Pensarás que estoy loco…

Burnpath: No, claro que no, pero ¿a qué te refieres?

Knight: Mira, atacaron al Doctor justo después de que consiguiera la formula, ¿no? Y resulta que nosotros venimos y no ha pasado nada. Según lo previsto, desde que llegamos, ya deberían estar atacándolo o no debería faltar demasiado para que lo hiciesen. Lo que nos está pasando…no debería permitirlo el mismo que antes ha atacado…y menos con las implicaciones de la investigación del Doctor. Son demasiados los que ya lo habrían hecho.

Burnpath: Entonces ¿qué? No hay acción. ¿Es eso lo que te enoja?

Knight: No estoy enojado, y no, no es el hecho de que no tengamos "acción", es que algo anda mal. ¿Cómo supieron exactamente cuándo el doctor completó su fórmula? Nadie sabe que llegamos, asi que deberia seguir igual de indefenso para quien quiera que lo atacase…¿no?…a menos que…

Burnpath: ¿A menos que qué?

Knight: A menos que los que buscan matarlo sepan qué está pasando aquí dentro.

Burnpath: Pero eso solo podría ser si…¡Fausto! Tenemos que decírselo a los demás.

Knight: No, espera. Ese es el problema. Es posible que Fausto se ponga a investigarlo y organice la muerte del doctor, pero piénsalo: ¿Para qué necesitaría Fausto hacer todo esto? Él mismo podría haberlo matado desde el principio. ¿Y si tiene otros motivos? No tengo ni idea de cuáles podrían ser, pero enfrentarnos a él no resolvería nada.

Burnpath: …Además de que no te quita el ojo de encima.

Knight: Sí, es como si hubiera algo en mí…algo que le llama la atención.

Burnpath: ¿Y qué haremos? Tenemos que decírselo a los demás, ¿no lo crees?

Knight: Es que…

¡Bwam! ¡Bwam!

Burnpath: ¿Qué…?

Knight: ¡La alarma! ¡Alguien ha entrado! ¡Ve a por el Doctor, yo iré con los demás! ¡Ve, rápido!

Burnpath: Eh…¡claro!


Miguel se puso el casco mientras corría hacia el comedor. En el camino, un hombre grande con bata lo detuvo. Disparó contra su frente, pero el disparo fue desviado por la espada de Knight, quien tuvo un momento para analizar sus uniformes, sorprendiéndose.

Knight: ¡No puede ser! ¡Ustedes ya no existen!


En medio del lugar, todos se levantaron abruptamente al oír la alarma. No hubo necesidad de buscar al enemigo, pues segundos después una placa de luz se posaba frente de ellos y diez hombres con traje de clérigos aparecían donde estaba la mesa y comenzaban a disparar.

Clérigo: ¡Acaben con los pecaminosos! ¡Por nuestro Señor! ¡Por la iglesia de la humanidad!


Plácidamente, Laureen se comía su comida cuando una alarma sonó, sorprendiendo a la mayoría.

Todos estaban completamente alarmados y sin saber qué hacer. Sin saber qué estaba pasando.

Instantes más tarde, Knight ingresó agitado al comedor y alarmado dijo:

Knight: Chicos, penetraron al lugar. Nos ata… —Justo antes de que Knight terminara la frase, un clérigo apareció detrás de Knight, apuntándolo con su arma y disparando. Justo antes de que la bala lastimara a Knight, Laureen creó una especie de barrera rocosa que causó que la bala perdiera su velocidad y cayera al suelo.

Knight: Gracias, Laureen.

Ground: De nada. Somos un equipo, ¿verdad? Fran, vamos a ver qué tal eres en la batalla[11].

Vertedero: Ni te lo imaginas. Intenta de no asombrarte.

Ground: Lo intentaré —dijo en tono irónico.


Laureen se dirigió a pelear junto a Terrank, ya que la afinidad de ambos era el control de la tierra. Sus golpes serían más efectivos si trabajaban en equipo.

Ground: Bueno, Terrank, es el momento de mostrar el poder de la tierra a estos estúpidos religiosos[9]

Terrank : Como digas. Lamentarán el día en el que entraron aquí.


Laureen hizo un leve movimiento con las manos y gran cantidad de suelo se desprendió y comenzó a levitar por el aire, con ella encima. Mientras, Vertedero unía varios artefactos electrónicos de la cocina para crear una bestia eléctrica que, de vez en cuando, miraba de reojo a la muchacha.

Vertedero: Oye, ¿no dijiste que ibas a pelear junto a mí?

Ground: Nunca dije que sería así, pero tampoco dije que no lo fuese a hacer.


Laureen hablaba con Vertedero, mientras peleaba contra uno de los hombres, quitándole su arma y destruyéndola.

Ground: ¿Te parece si discutimos esto en otro momento?, estoy ocupada.


Mientras la muchacha combatía a sus enemigos, el resto también lo hacía, intentando hacer retroceder a los "hijos de dios". En un momento, uno de los hombres tomó a la muchacha por el cuello y le apuntó a la cabeza:

Hombre: ¡Deténganse todos ahora! ¡un movimiento en falso y su amiga mutante muere —gritó.


En ese instante, todos los integrantes del X-Quadron giraron su vista hacia el hombre que tenía atrapada a Laureen.

Hombre: Y tú, muchachita, no intentes usar tus poderes porque será tu fin.

Vertedero: ¡Suéltala, maldito!

Hombre: ¡Ja, ja! Disculpe que me ría, buen hombre, pero…es que es tan gracioso que pensaran que adolescentes como ustedes son superhéroes. ¿Qué vas a hacer, lastimarme con una silla? ¡Ja, ja, ja!


Vertedero tenía ganas de asesinarlo, pero sabía que si hacía un movimiento en falso Laureen moriría.

Ground: Disculpe que lo interrumpa, pero ¿acaso el cristianismo no dice que no hay que lastimar a los demás? Creo que no siguen todo a la par de la letra.

Hombre: ¡Pero eso es lo que no entienden: Ustedes no son "los demás"! ¡Ustedes no son nada! ¡Simple gente enferma que no debería existir!

Ground: Escúcheme una cosa, pedazo de rata inmunda. Estará apuntándome con un arma, pero eso no me asusta. Los mutantes somos más de lo que usted se cree. ¡Los mutantes fuimos creados por dios tanto como los hombres! ¿Cuál es la diferencia? ¡Ninguna!

Hombre: Sí que hay una diferencia: Ustedes están…enfermitos, mientras que nosotros no.

Ground: Si es una enfermedad, jamás he tenido una tan especial. ¿Usted sabe con quién se está metiendo?

Hombre: Con una joven muchacha, de poca estatura y que habla sin pensar.

Ground: ¡No!… —Una maléfica sonrisa surgió en el rostro de Laureen.— Usted se está enfrentando a Ground, la muchacha de piedra.


Tras decir esto, el cuerpo de Laureen rápidamente se recubrió de piedra. Como el Hombre de Hielo cuando se cubre de hielo. Entonces la chica se giró hacia el hombre y lo miró unos instantes a los ojos. Él estaba pálido. No podía creer lo que estaba viendo.

Ground: Dígame, buen hombre, ¿teme a los elementales de tierra?, porque debería hacerlo…


La muchacha, en su forma rocosa, tomó al hombre por la cara, golpeándolo con su cabeza y dejándolo inconsciente. Tras esto, se arrimó a sus compañeros, quien la miraban asombrados.

Vertedero: [16]…No sabía que podías hacer eso.

Ground: Yo tampoco, sólo sentí que podía[8].

Knight: ¡Felicidades, Laureen! Ahora, hay más cleriguitos que destruir[9].


Todo el mundo estaba peleando. Los llamados "clérigos" estaban armados hasta los dientes y, evidentemente, estaban bien entrenados militarmente, sin mencionar su audacia y coraje. Sus motivos no eran correctos y apenas llegaban a ser coherentes, pero su mente estaba opacada por su corazón.

La única persona que no estaba peleando en la escena era Fausto. Tenía sus ojos abiertos como platos, fijados en los clérigos y con los dientes apretados, hasta que, tras una gota de sangre…dos gotas de sangre…tres…su boca terminaba teñida de rojo.

Fausto: ¡Je, je, je! ¡Ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja![2]


En ese momento, un pedazo de su rostro se despegó de su cara y cayó a unos pocos metros de donde estaba él. El trozo, entonces, comenzó a moverse mientras tomaba una forma humanoide y crecía…y crecía…y crecía…hasta que un enorme monstruo de carne que chorreaba sangre y con su corazón latiendo sin emociones, apareció en la escena. Fausto levantó una de sus manos para tomar, del techo, una viga de metal…o eso parecía, y la desenvainó como si de una katana se tratase, obviamente preparada con anticipación.

Humano: ¡¿Qué es esa abominación?!

Fausto: Ustedes, los humanos, y sus estúpidas creencias. Intentan justificar lo que creen con nombres como "dios", "justicia", "amor", "libertad"…y no pueden dar un paso sin poder asegurarse de que es lo "correcto". ¡Je, je, je! ¡Ja, ja, ja![2]

Knight: …

Doc: ¡Deja de decir tantas locuras! Esto es serio.

Fausto: ¿Qué ocurre, papi? ¿Por qué no nos echas una mano?

Doc: Dame cinco segundos.


Como bien dijo, el doctor corrió hacia un armario para tomar su equipo: Dos armas automáticas de nueve milímetros, una armadura antibalas negra y un sistema óptico de precisión. Estaba listo para infiltrarse en la base del Metal Gear.

Doc: Bueno… —dice cargando su arma con un golpe— …supongo que estos tipos no tendrán ningún problema en matar a un hermano traidor, ¿no es así?

Burnpath: ¡¿Y este pelea?!

Knight: Adelante[16], confiamos en ti.

Doc: Bueno, será mejor que lo hagamos bien porque algo le pasó a mi sistema de seguridad. ¡Mis otras máquinas no funcionan!

Hellsinger: ¡Al diablo las máquinas! ¡Tenemos música!

Knight: Entiendo. Hellsinger, Doc, Fausto y Ground, detrás.

Ground: ¿Yo?

Hellsinger: Gracias por recordarlo, jefe. Verás, no estás acostumbrada a mi poder, así que te dolerá un poco.

Doc: Sin problema. Estaremos bien.

Fausto: ¡Nag! Pueden llamarme "Corpse", si quieren.


Desde luego los clérigos no bajaban la guardia, pero sus esfuerzos serían en vano; Con Knight, Burnpath, Vertedero y Sobrecarga de frente, los demás quedaban perfectamente defendidos.

Hellsinger: Ok, comencemos —dice mientras acomoda su guitarra frente a él, se acomoda y cierra los ojos—. ¡HolySong, número tres: Espíritu indomable!, por cierto, es una nueva[11].


Como de costumbre, Jack tocó su canción usando la armonía de su tonada, controla por su poder y en beneficio del grupo. Los que estaban delante no parecían tener ningun problema, pero, tal y como era de esperar, Laureen y el Doc comenzaron a sentir un dolor punzante en el pecho que no les permitía moverse.

Doc: ¡Nagh! ¡¿Qué pasa?!

Hellsinger: El dolor es normal. La "Canción Número Tres" hace que tus articulaciones se vuelvan más flexibles, llegando a tener más agilidad. Como es la primera vez que te expones a esto sientes como tu cuerpo se adapta al cambio…lo que es doloroso.

Ground: ¡Ahh! Mmm…sí, lo siento. …Me siento más ligera…y el dolor desaparece.

Doc: Pero, ¿por qué a Fausto no le afecta? ¡Ah, claro!

Hellsinger: ¿Umm? —gimió entreabriendo los ojos— Esa cosa que creó se mueve a la perfección ¿y no se está viendo afectada por mi poder?

Doc: Verás, Fausto sufre de una condición: Es insensible.

Ground: Por favor…

Corpse: …Quiere decir que me cuesta sentir las cosas. Se debe a una imperfección de mi sistema nervioso. En otras palabras: No puedo sentir dolor, y no sólo eso; también tengo problemas para ver, oler, escuchar y saborear las cosas de mi alrededor.

Hellsinger: Interesante, ¡acabemos! —Cuando Jack dijo eso, tanto Ground como el Doc se levantaron. —El efecto durará unas horas, así que aprovechadlas.

Doc: Intentan matarme y arruinar mis sistemas de seguridad. Les enseñaré lo que mi dios tiene que decirles.


Burnpath: ¡Demonios! Ese Fausto está lleno de sorpresas…asquerosas, por cierto[7]).

Knight: Sí, pero qué le vamos a hacer. Tenemos que defender al doctor. Burnpath, Vertedero, Sobrecarga, que no pase nadie. Los demás, ayudemos desde atrás. Que nadie toque al profesor, ¿entendieron?

Todos: Sí, señor.

Burnpath: Bueno, acabemos con esto. Quiero terminar de comer[17].


Todos los clérigos se reunieron para tener más probabilidades de matar al doctor:

Clérigo: ¡Vamos! Estos débiles engendros no nos detendrán. ¡Tenemos que acabar con los pecadores!


Todos los clérigos dispararon, pero su único objetivo era matar al doctor, ya que ninguna bala fue hacia el grupo de héroes.

Knight: ¡Doc, cuidado!


En ese momento, Laureen levanta una pared de piedra frente al Doc.

Ground: ¡Je, je! No va a ser tan fácil, malditos[9].

Burnpath: ¡Demonios! Estuvo cerca.

Knight: Demasiado. Hay que ser más cuidadosos. ¡Vamos!


Veinte minutos después.

Knight: Muy bien. Creo que eso fue todo. ¿Todos están bien?

Burnpath: Me rozó una bala en el hombro, pero todo bien.

Hellsinger: Todo bien por acá, jefe.

Knight: Doctor, ¿cómo está?

Doc: Bien. No tengo nada.

Knight: Bien. ¿Podría ayudar a Felix con su herida?

Doc: Por supuesto.

Knight: Bien. Necesitamos que su sistema de seguridad funcione o tendremos que irnos a otro lado. Esto está destruido y necesitamos un lugar que no llame mucho la atención.

Doc: Claro, tan sólo deja que me lleve algunas cosas.

Burnpath: ¿Alguna idea de a dónde ir Migue?

Knight: No…pero tenemos que irnos. Con todo lo que pasó, los de la mansión podrían encontrarnos. Debemos movernos.

Burnpath: Tienes raz…

Knight: ¡Felix!, ¡¿qué te pasa?!


Felix cae inconsiente. Al parecer la herida era algo más grave de lo que aparentaba.

Knight: ¡Doc, Doc! ¡Venga pronto! Resiste amigo.


— El chico de fuego está seriamente dañado.

— "Lastimado", Steve.

— Como sea. Ya que buscan un lugar para esconderse, creo que puedo ayudar. Verán, recibí una llamada de mi manager, al parecer acaban de iniciar las grabaciones de una nueva película en un edificio del centro, muy cerca de la estación central de policía. Yo, por supuesto, tengo libre acceso, y no sólo eso, si no que las instalaciones solían ser de un banco estatal y, por lo que cuentan, aún tienen sistemas de protección que podríamos activar fácilmente. ¿Qué pasa? ¿Por qué me miran?

— Nada. Es sólo que…pues… No es por ofenderte, pero no creímos que fueses a tener ideas tan buenas.

— …O que te interesara tanto el equipo.

— Pues, aunque lo duden, "chico cantautor" y "caballerito", sólo tenemos que encaminarnos, y ya.

— Espera un poco, Steve. ¿Cómo se supone que entraremos si no estas trabajando en la película? Supongo que tendrán una fuerte vigilancia, por lo que no nos dejarán entrar tan fácilmente.

— Sólo tengo que hacer una llamada y presto, chico listo. No sabes el tipo de influencias que manejo.

— ¿Seguro, o es que vas a aceptar el contrato…y por eso tendrás libertad de entrar y salir?

— …

— ¿Es cierto? Pero entonces, ¿qué pasará con el equipo?

— Al equipo no le pasará nada, Laureen. Después de todo, ya tiene a una "chica-tierra". De todos modos, no hay nada decidido. Felix se desangra más rapido que la carrera de golf de M. Jordan, así que, si no les molesta, movámonos.


Ground: Tienes razón. Sería mejor que nos apuremos porque, por lo que veo, Felix no está muy bien, y quedarnos aquí no sería lo emjor. Sé que no soy quien da las órdenes, pero no por ello me voy a quedar aquí.

Knight: Laureen tiene razón. Vayamos, amigos. Doc, quédese cerca.

Ground: Vertedero, ven, ayúdame a cargar a Félix. —Vertedero se acercó y entre ambos cargaron a Felix.

Vertedero: ¡Joder! No sabía que este hombre pesaba tanto.

Ground: ¿Verdad?[7]

Steven: Esperen. Tengo que hacer la llamada. —En ese momento, Steve marcó una serie de números y, alejándose del resto, pronunció palabras que nadie oyó. Entonces se volvió hacia sus amigos.— Listo. Vámonos.


El X-Quadron, junto al Doc y Fausto, se dirigieron a la puerta del laboratorio. Caminaron por la penumbre de la noche, ocultándose en la oscuridad e intentando no ser vistos.

Ground: Chicos, ¿alguien me haría el favor de llevar a Felix en mi lugar? Estoy cansada[16].

Hellsinger: Yo lo llevo[8].

Ground: Gracias[8]. En estos momentos estaría feliz de que alguno fuese un teletransportador[26].


Mientras todos caminaban, Laureen miraba al vacío. Las voces de sus compañeros se escuchaban distantes. Estaba concentrada en otra cosa. En su mente buscaba algo que desde pequeña no había encontrado.

Terrank: ¡Ey, Laureen! ¿Qué te sucede?


En ese instante Laureen volvió a la tierra y, mirando a Terrank, respondió:

Ground: No…no es nada. Estaré bien.


Al llegar a las instalaciones, el X-Quadron pudo entrar sin problemas.

Ground: Chicos, yo me quedaré unos instantes en la puerta. Verán…necesito tomar aire fresco.

Knight: Laureen, no creo que sea lo más seguro que te quedes aquí…

Ground: ¡Al diablo con lo más seguro, jefe! Si sucediese algo, lo hará sobre mí, no a ustedes. Dije que volveré en unos minutos, y así será.


Laureen se dirigió hacia la puerta, se sentó en cuclillas y sacó un cigarrillo de su bolsillo, del que dio varias y grandes bocanadas de humo, poniéndose, de nuevo, a pensar.

Vertedero: Tranquilos, chicos. Yo me encargo. —Fran se dirigió hacía afuera y, suavemente, se sentó al lado de la muchacha.— No sabía que fumabas.

Ground: Pues ahora lo sabes.

Vertedero: ¿Qué te sucede? Desde que salimos estás…diferente.


El rostro de la muchacha cambió bruscamente. En sus ojos se reflejaba dolor.

Ground: Es que…mientras veníamos para acá, recordé muchas cosas, Fran. Mi vida…hay tantas cosas que aún no sé de mí. Me siento…da igual. Quisiera saber quién fue realmente mi madre. Quisiera poder recordarla.


Vertedero miró con compasión a la muchacha y la abrazó fuerte.

Vertedero: Tranquila. El no saber quién es tu madre, realmente no quiere decir que no seas quien eres. Sabes que así me gustas, y así te quiero. Creo que el hecho de haber pasado por todo por lo que has pasado te hace ser esa persona especial que eres.


Sin poder evitarlo, miles de lágrimas comenzaron a surgir de los ojos de la chica, cayendo una a una en el suelo.

Ground: Es que…no es tan fácil. Fran…siento que todo lo que sé de mi vida es horrible. Tengo…miedo. Miedo a lo que me espera.


Vertedero, con cuidado, quitó las lágrimas del rostro de la muchacha y, tomando su rostro, fijamente la miró a los ojos.

Vertedero: Tranquila. Sabes que nunca dejaría que te sucediera nada. No me importa el pasado ni los obstáculos que hubo entre nosotros. Sólo me importa estar contigo, Laureen.


La mirada de Vertedero era intensa. Se notaba que lo que decía era cierto.

Ground: Pero Fran… —Sin poder terminar la frase, Vertedero unió la distancia que separaban sus labios con los de Laureen, empezando un beso, al principio dulce, pero al cabo de unos minutos fue tomando mayor pasión y fuerza.


Al principio, la muchacha se sorprendió, pero instantes más tarde siguió el beso que Vertedero había comenzado hasta que, por fin, separaron sus labios. Laureen se sonrrojó y, mirando el suelo, dijo:

Ground: Creo que al fin sucedió lo inevitable, y me alegro de que haya sido así —afirmó levantando la mirada—. Creo que nunca tendría que haberle hecho caso a mis padres. Como sea, ¿qué tal si entramos? Quiero disculparme con Knight. No me comporté muy bien.


Vertedero sonreía feliz. No podía quitar sus ojos de los de la chica.

Vertedero: Tienes razón, pero te entenderá. No te preocupes. Por cierto, Laureen…

Ground: ¿Qué?

Vertedero: Te quiero… —dijo mientras tomaba a la muchacha por la cintura.

Ground: Yo también, cariño —dijo sonriente mientras, levemente, lo besaba.


Ambos muchachos entraron en la habitación, sonrientes y abrazados.

Hellsinger: ¿Por qué esa cara de feliz cumpleaños?

Vertedero y Ground: Por nada…


Ground dejó de abrazar a Vertedero y se acercó a Knight con la cabeza gacha.

Ground: Miguel, lo siento. No sé qué me pasó. No debí haberme comportado así. Espero que mis actos no traigan consecuencias, pero, si es así, creo que me lo merezco.


Knight: Te pedí que te quedaras dentro porque era más seguro. ¿Es que crees que te castigaré o algo así?[7]

Ground: …Creo que no.


Mentras tanto, Felix estaba acostado en una especie de cama, posiblemente utilería de la pelicula. Junto a él, estaban Sobrecarga y el Doc.

Sobrecarga: ¿Sabes?, desde que salimos del laboratorio me he estado preguntando algo: ¿No crees que tus investigaciones estan en peligro? Ni tú, ni nosotros estamos allí, y el sistema de seguridad no funciona.

Doc: …

Sobrecarga: …

Doc: ¡Ahh! ¡Me cago en la puta madre! ¡¿Qué estoy haciendo?![3]

Sobrecarga: Lo siento, lo siento. Amm…¿deberíamos volver?

Doc: Eres un…¡ja, ja, ja! Es broma.

Sobrecarga: ¿…?

Doc: Toda mi investigación está en mi página de internet. Absolutamente nada está en mi laboratorio, excepto mis máquinas y, de cualquier forma, ya no las usaba.

Sobrecarga: Bueno…¡shh! ¡Dios! Estoy sudando bastante.

Doc: Psicología básica. La mente es un juguete[11].


Regresando a Knight, cuando Laureen se alejó, Hellsinger se acercó a él. Su pose era bastante seria y estaba de brazos cruzados.

Knight: ¿Qué se te ofrece?

Hellsinger: En primer lugar, está claro que desconfías de ese chico, Corpse.

Knight: Bueno. Al menos sabemos ahora qué puede hacer, y tengo el presentimiento de que tendremos que enfrentarnos a eso algún día…o quizás sea hoy. Sí, no confío en ese chico.

Hellsinger: Aún te observa. ¿Estás seguro de que no lo conoces?

Knight: No. Hay algo en él que me resulta sumamente familiar.

Hellsinger: ¿Y qué hay del científico?

Knight: Umm…no creo que él nos traicione.

Hellsinger: Es sólo que…he estado hablando con él y…yo… Bueno, digamos que…

Knight: ¡Dilo ya! ¿Qué ocurre?[16]

Hellsinger: Está bien, lo diré: Yo he convivido con muchos humanos, y muchos de ellos hubiesen deseado ser mutantes. Ya sabes, creen que sólo se trata de poder volar y todo eso.

Knight: No hay que ser un genio para saber eso.

Hellsinger: Pero este tipo…bueno, es como si su única meta en la vida fuese llegar a no ser él mismo.

Knight: …

Hellsinger: Es normal que un mutante crea que es superior a los humanos, pero estamos hablando de un humano que se cree débil, indefenso e inferior. El…el está sufriendo por todo esto que ha creado. Auto-compadeciéndose de ser quien es, e intentando ser algo diferente.

Knight: Pero, ¿no lo entiendes? Los humanos no tienen la capacidad natural de defenderse. Todo eso que el cree, es cierto. El, simplemente, no está a nuestra altura. La única diferencia entre los mutantes y los humanos son nuestros poderes, y nada más.


Entonces Jack se dio cuenta de que estaba solo. Obviamente el era el único que había crecido siendo aceptado por los humanos. El conocía un mundo mejor, que era posible sin violencia ni mentiras. El era el único que entendía lo que estaba pasando.

Hellsinger: Sí… Creo que tienes razón. ¡Je, je, je! Lo siento.

Knight: …[16]

Hellsinger: Estaré en el baño. Con su permiso, jefe.


Mientras caminaba en dirección a lo que parecía ser un baño, pasó junto a Fausto, quien estaba parado, con la espalda encorvada y con su cabeza sobre uno de sus hombros, mirando al vacío con una sonrisa.

Hellsinger: Si no te enderezas, te quedarás así.

Corpse: Ya me quedé así, pero gracias por preocuparte por mí —dijo sin mover la cabeza.

Hellsinger: …Ok. Me largo.


Todos estaban en un éxtasis de adrenalina. Todo era rápido, fuerte y sorprendente. Knight analizaba todo tan rápido como le era posible, pero notaba que se quedaba corto. Tras algunos momentos de silencio, logró completar la mayoría de sus ideas, aunque aún había muchas cosas inconclusas.

Knight: Bien. Todos, ¿podrían acercarse un segundo?


Sin obtener una respuesta audible, los que estaban en el estudio se reunieron en medio del mismo: Knight estaba junto a Felix, quien ya había sido vendado por el doctor y estaba medio consciente; Jack seguía con su cara de preocupación; Vertedero y Laureen mostraban un entusiasmo sobresaliente; Terrank y el doctor estaban ya cerca, y justo detrás de ellos venía Sobrecarga…y Corpse.


Doctor: ¿Y bien? ¿Qué vamos a hacer?

Knight: No sea impaciente. Antes de decir qué vamos a hacer hay algunas cosas que todos deberían saber. No sé si lo notaron, pero esos clérigos son los miembros de la Iglesia de la Humanidad, grupo contra el que pelearon los X-Men hace algún tiempo[27]. Odiaban a los mutantes y cualquier cosa que pudiera relacionarse con ellos era considerado un pecado. Creo que en ese grupo caería usted, doctor.

Doctor: Claro, lo comprendo.

Knight: No…no es muy probable que lo haga. Verá, doctor, ese grupo, "la iglesia de la humanidad", ya estaba desaparecido. Me refiero a que realmente su dirigente era una sombra. La Iglesia de la humanidad no era nada para ella. A lo que voy es a preguntarme quién es esta Iglesia de la humanidad.

Hellsinger: Bueno, no es tan difícil pensar que hubo remanentes…y dado que la investigación sería…

Laureen: …¿Revolucionaria?

Hellsinger: …Es una forma de decirlo.

Knight: Como sea. El punto es que si son un remanente, ¿quién es su líder? Son personas de poca inteligencia y mucho corazón…aunque mal enfocado, aunque este no sea el punto. Un pequeño grupo de ellos no intentaría atacarnos, a un gruo de nivel tan bajo. Se irían a atacar grupos como los X-Men, porque son tontos. Excepto si alguien los dirigiese, alguien que les diga a dónde ir.

Vertedero: O sea, que hay alguien más inteligente que los está dirigiendo contra el doctor.

Knight: Obviamente los están enviando a algo que ellos puedan manejar…lo que también me dice que el que los dirige no sólo tiene a su cargo a unos pocos miembros de "la iglesia", ya que si no, no se atrevería a perder a sus pocos sirvientes.

Burnpath: ¡Cof, cof! Me perdí. ¿Qué?

Knight: Lo que digo es que quien los esté dirigiendo en este momento, no es importante. Lo importante es que no serán los últimos que vendrán a matarnos.

Hellsinger: ¡Ey! Siempre con buenas noticias[7]. ¿Algo más?

Knight: Claro. Doc, ¿cuándo tiene que entregar su teorema?

Doctor: Mañana a la noche es el evento, aunque puedo aplazarlo si así gustan.

Knight: No. Cuanto antes, mejor. Preparen sus trajes de gala, chicos. Tenemos que acompañar al Doc.

Laureen: Espera, espera. ¿Eso es todo? ¿Simplemente lo vamos a acompañar mañana y ya?

Knight: No creo que lleguemos al evento lo suficientemente rápido como para que no intenten matarnos antes. Es difícil que sepan que estamos aquí, así que lo más probable sea que nos rastreen mañana y que, al fin, vayan con su ataque final.

Hellsinger: ¿Y sólo vamos a esperar hasta que lleguen para matarnos?

Knight: Sí.

Sobrecarga: Emm…no parece coherente.

Knight: Lo es. No se preocupen. Duerman bien, Descansen ya que mañana será un día duro.

Felix: ¿Esto no nos traerá problemas en la mansión? Porque pensábamos resolver todo esto en un día, y si estamos más tiempo…seguro que se darán cuenta de que nos fuimos.

Knight: Sí. Es posible que desmonten el equipo.

Sobrecarga: ¡Y lo dices como si nada! ¿Es que no te importa?

Knight: Claro que sí, chicos[7], pero no podemos tener el lujo de irnos porque nos van a regañar.

Doctor: Oid, de verdad que habéis ayudado mucho. Si quieren, pueden irse. No quiero que los corran por mi culpa.

Burnpath: ¡Vamos! En realidad no quiere que nos vayamos. Además, aunque no quieran, ¿cómo van a evitar que seamos un grupo? Este grupo no existe sólo porque ellos quieran, ¿no es cierto?

Knight: Claro, Felix[8].

Doctor: ¡Qué bien! Tienes razón. Es obvio que no quiero morir[17], sólo lo decía por cortesía.

Knight: Bien, chicos. Ahora sí. Duerman donde les parezca confortable. Tomen alguno de los cuartos de aquí. Yo chequearé algunas cosas del edificio.


Los miembros se quedaron algo sorprendidos por la respuesta, más todos se mantuvieron en que no iban a darse la vuelta ahora. Cada uno se fue a una parte del set y…algunos dormitaron.

Knight se fue a un cuarto, pero un rato después salió de este y se fue a ver a Felix.

Burnpath: ¡Ey, Miguel!, ¿qué sucede? ¿Qué haces aquí ahora?

Knight: Perfecto, sigues despierto. Tienes que estar preparado…

Burnpath: ¡Guau! ¿Me lo vienes a recalcar? Parece que mañana sí que será una jornada difícil.

Knight: ¿Mañana? No, Felix. Te equivocas. Hoy mismo van a atacarnos.

Burnpath: ¿Qué?[3]

Knight: No importa lo que te diga. Tengo que ir a avisar a los demás de que todo lo que dije era mentira antes de que sea tarde. Tienes que estar preparado. Puede ser que seas el primero al que intenten atacar, por tu herida.

Burnpath: Este…eh…espera. Es por Corpse, ¿verdad?

Knight: Sí.


Knight salió caminando con velocidad. No podía correr, porque podría ser muy obvio. Tenía que ir a verlos a todos, y Sobrecarga y Hellsinger eran los que estaban más cerca. Knight esperaba, con toda su alma, que la trampa que había planeado resultara bien. De no ser así, las consecuencias podrían ser terribles.


Una base subterránea ocultaba, prácticamente, toda una iglesia. Muchas de las familias de esas personas creían que estaban de viaje de negocios; otras creían tanto en sus objetivos como sus padres y madres; mientras que a otros, simplemente, no les importaban.

La gran pantalla se encendio y todos los clérigos, tras darse cuenta, se dieron la vuelta y se arrodillaron frente a esta. Uno de ellos, vestido de negro, se acercó:

Clérigo: Señor, esperamos instrucciones.

Sintetizador de voz: Edificio del centro, junto a la jefatura de policia. Olviden el laboratorio. Vayan a ese lugar.

Clérigo: Sí, mi señor.

Sintetizador de voz: Quiero que tú encabeces el ataque.

Clérigo: ¿Yo?… Será un honor, señor. Gracias.


Knight caminaba por los pasillos. No había revisado dónde se encontraba cada uno, pero iba chequeando las puertas. No podían haberse ido muy lejos.

Después de varios intentos, Miguel encuentra un cuarto ocupado: Hellsinger estaba de espalda a la puerta, tocando, o más bien afinando, su nueva canción, cuando Knight lo interrumpió.

Knight: ¡Jack!, tenemos algo entre manos.

Hellsinger: ¿Qué pasa?

Knight: ¿Recuerdas todo lo que dije para mañana?

Hellsinger: Eh…sí. Apenas fue hace un rato.

Hellsinger: Sí, fue hace rato.

Knight: Pues olvídalo, que todo era mentira, y prepárate para pelear. Nos van a atacar pronto.


Knight se da la vuelta rápidamente y se dispone a salir del cuarto para ver a los demás, pero es detenido en seco.

Hellsinger: ¡Ey!

Knight: ¡Eh!…¿qué?

Hellsinger: He estado pensando…y creo que no entendiste bien lo que traté de decirte ahí atrás.

Knight: ¿A qué te refieres? ¿Cuando dijiste qué?

Hellsinger: No tenía idea de que fueses tan evasivo. Estoy hablando del Doc, de su investigación y de sus objetivos. Hablo de "tus objetivos".

Knight: ¡Uff! Mira, jack, no intento ser evasivo. Es sólo que creo que no me parece algo malo la forma de pensar del doc. ¿Por qué lo ves así tú?

Hellsinger: Porque…bueno…mis padres eran humanos y jamás me han tratado como algo inferior, y no me gusta pensar que ellos son algo inferior.

Knight: Claro, Jack. Tampoco quise sonar como un Magneto. Sólo digo que…bueno…muchas veces los humanos no son iguales a nosotros.

Hellsinger: Tienes razón, pero estamos hablando de hacerlos desaparecer. Suena demasiado fácil. Y ¿qué ocurrirá despues? ¿Cuáles serán las consecuencias? Sólo estamos haciendo lo que queremos que sea verdad y no somos mejores que los clérigos.

Knight: Yo…no lo sé. No lo había pensado así, pero ¿qué propones que hagamos entonces? ¿Deberíamos dejarlo morir?

Hellsinger: ¡Desde luego que no! Debemos…ayudarlo. No podemos dejarlo morir. ¡De ninguna forma!

Knight: Pero si tu implicación es correcta, podríamos estar peleando contra el sueño de Xavier. Forzar la evolucion… Sé que no quiero dejarlo morir, pero entonces ¿qué es lo correcto?

Hellsinger: …Por el momento, ayudémoslo. Luego, veremos.

Knight: Yo…no lo sé, Jack. Jamás pensé que llegarías a ver las cosas así.

Knight: Siento como que todo esto está mal, pero creo que tienes razón. Debemos enfocarnos en él ahora…

Hellsinger: Te ayudaré a despertar a todos y esperemos a que ocurra lo que tenga que ocurrir.

Knight: ¡Diablos! ¡Despertar a todos! ¡Lo había olvidado!


Ambos salen del cuarto. Sólo el tiempo podrá decir si lo estaban haciendo bien, pero eso conllevaría llegar a ser un X-Men. Estas decisiones eran lo que les daba forma como grupo, o al menos eso esperaban los dos mutantes, quienes continuaban con su búsqueda en esos momentos.

Página 4[]

Tras la charla, Laureen se fue en busca de una habitación. Al entrar, cerró la puerta y de su mochila sacó un vestido color negro. Sabía que llegaría este momento y pensó en que una chica tenía que estar preparada, ¿no?

Laureen ingresó al baño y se probó el vestido. Después de todo, el Doc entregaría su teorema al día siguiente y tendría que estar decente.

Laureen se observaba al espejo. El vestido le llegaba a las rodillas, dejando al descubierto sus fibrosas piernas. Tenía un escote en “V” y carecía de mangas.

Mientras la muchacha se probaba lo que usaría al día siguiente, Vertedero se instalaba en su nueva habitación para, simplemente, recostarse en su cama y descansar. Sin embargo antes que nada, quería saber dónde estaba Laureen, pues tras la charla la había perdido de vista y suponía que la muchacha ya había encontrado una habitación. Quizás ya estaría durmiendo, pero no le importaba. La despertaría si eso era necesario para pasar otro rato con ella.

Rápidamente, Vertedero se levantó de su cama, se puso las zapatillas y partió en busca de la chica. Inútilmente, iba tocando puerta por puerta, intentando encontrarla, pero era casi imposible pues había más de quinientas habitaciones. Sin embargo a él no le importaba. Iba a seguir buscando hasta que se le acalambrara la mano.

Por fin, Vertedero llamó a la puerta apropiada, y entonces Laureen, preguntándose quién era, apenas abrió la puerta de modo que apenas se le viera el rostro.

— ¡¿Fran?! ¿Qué haces aquí?

— ¿No podrías haber escogido un cuarto más lejano al mío? —dijo irónicamente.— Y ¿qué crees que parece que estoy haciendo? Vine a saludarte.

— Bueno, está bien. Pasa.


Vertedero miró de arriba abajo a la muchacha. Aquel vestido sí que le sentaba bien. Aquel color negro hacía que sus curvas se marcaran aún más.

— ¡Wow! ¿Qué estás planeando? ¿Escaparte a una fiesta o algo así? ¿Por que estás así vestida?…digo…no me refiero a que te quede mal…

— ¡Ja, ja! No. No planeo escaparme. Simplemente estaba viendo si era apropiado para mañana.

— ¿Llevabas ese vestido en la mochila?

— Las mujeres siempre estamos un paso por adelante, muchachito —dijo Laureen guiñándole un ojo, para más tarde sentarse en la cama y haciendo un gesto con la mano, invitando a Vertedero a que se sentara junto a ella.

Vertedero accedió a la invitación y, por unos instantes, se quedó mirando a la muchacha.

Lentamente, Laureen se giró para encontrarse con la mirada de Vertedero que era impenetrable. Cualquier persona que lo conociera no podría mirar a los ojos del muchacho por mucho tiempo, pero ella lo conocía mejor que nadie, así que aquella mirada significaba tanto como el propio muchacho.

Sin emitir palabra, los dos chicos se quedaron mirándose por un largo tiempo para, más tarde, fundirse nuevamente en un dulce beso, un beso tan grandioso y apasionado que Fran no pudo apartar los brazos de la mujer que tenia entre su abrazo. Su cuerpo estaba cada vez más ansioso de ella, y su boca cada vez más deseosa de su esencia.

Ground buscó su camisa y comenzó a quitársela, pasando por encima de sus brazos sin separar sus bocas, nada más que por un segundo. La ropa iba cayendo, dejando destapados sus dos cuerpos, entrelazados en un largo y profundo beso.

Con sus dos cuerpos unidos, Ground se subía encima de él, sonriendo y juntando sus bocas sin ningun respiro. Ambos necesitaban de la saliva de sus cuerpos. Sonriendo, siguieron besándose, mirando sus cuerpos mientras que las manos de Fran acariciaban el cuerpo de su compañera.

Los tirantes del vestido negro cayeron sobre la espalda de la chica, dejando ver a toda una dama, tan bella como la noche y tan suave como la seda.

Ground: Te necesito.

Vertedero: Echaba de menos tu cuerpo. Echaba de menos el necesitarte…te echaba de menos.

Ground: Yo también —dijo dulcemente mientras le acariciaba el pelo y volvía a acercarse a él, mirándolo a los ojos hasta volver a besarlo, jugando con sus labios, tanto el superior como el inferior, pausadamente y saboreándolo.


Tras un rato y cansada ya, bajó, poco a poco, por la barbilla hasta llegar al cuello del chico, donde continuó con besos pequeños y suaves, agarrándole el cabello con fuerza para acabar en un chupetón cerca de la clavícula, no muy marcado y que se iría en un rato.

Vertedero bajó la cabeza hasta el cuello de Laureen y empezó a besarlo lentamente, acariciando su piel con los labios. Después, lamió su cuello desde la base, hasta rozar la mejilla. Despacio y de forma sensual.

La situación cada vez se tornaba más “escandalosa”. Los dos seres estaban semi-desnudos y acostados en la cama de la muchacha, donde se besaban sin cesar. Vertedero la abrazó por detrás, pegando su cuerpo al suyo y comenzando a besarle suavemente por el cuello y la clavícula, y susurrando palabras de amor en su oido. Justo entonces, mientras él le besaba la espalda y bajaba las manos hasta el botón del pantalón, sintió como algo crecía en ella: La duda.

Intentó decirle que parara, pero, de repente y sin saber porqué, sintió como una energía que nunca había sentido comenzó a fluír por su cuerpo. En ese instante el suelo comenzó a temblar extremadamente fuerte. Las paredes se partían en millones de pedazos que, violentamente, caían de un sitio al otro.

Vertedero miró asombrado lo que estaba sucediendo.

— ¿Qué te sucede? —le preguntó.

— No lo sé, Fran. No te tomes esto mal, pero…no estoy preparada.


El rostro de Vertedero cambió violentamente. Laureen jamás había visto al muchacho de esa forma. Estaba enfurecido y le respondió:

— La próxima vez que tengas dudas no hagas cosas de las que luego puedes arrepentirte —dijo saliendo de la habitación con un portazo y sin, siquiera, coger la camiseta.


Vertedero lo veía todo desde una posición de rabia total. No sabía que esto podía salírsele de las manos: Su mejor amiga era la persona a la que amaba, pero ella lo había rechazado.

Vertedero salió al jardín y descargó su ira creando: De la explanada salieron varios trozos de metal y basura varia, que formaron dos grandes bestias con una deformidad horrible. Cada una de ellas luchaba por su supervivencia. Cada una de ellas mataba por supervivencia.

Por el estreno que Vertedero estaba armando, Knight se le acercó, pero al mirarle a los ojos descubrió que algo realmente serio le pasaba, así que decidió sentarse a contemplar su "genialidad". Desde lo alto, Ground miraba a las dos bestias que luchaban, mientras lágrimas silenciosas caían por su cara.

Por más que lo intentaba, Laureen no podía entender el porqué de lo ocurrida. No podía entender por qué Vertedero se portaba de esa manera. Después de todo, ella no había hecho nada malo.

Estuvo varios minutos pensando, intentando ponerse en el lugar del chico, pero no, le era imposible, quizás se había confundido, quizás sus padres tenían razón, y lo peor de todo, quizás no conocía verdaderamente a Vertedero, ella pensaba que él no la quería, puesto que nunca nadie había reaccionado así con ella.

Mientras tanto en el jardín, Knight observaba como Vertedero creaba a esas gigantescas bestias de metal y basura. Quería advertirle de lo que estaba por suceder. Quería decirle la verdad, pues todo lo que había dicho antes era mentira y lo más probable era que los atacaran en breve, pero no era tan fácil. Cualquiera podría oír a Knight decirle a Vertedero su plan, y así se echaría todo a perder. Así que decidió que mejor esperaría hasta que se fuera a su cuarto, así Felix y Hellsinger llegarían justo a tiempo para advertirle del peligro que corrían.

— Oye, Vertedero, ¿qué sucede? Creo que es un poco tarde. ¿No deberías irte a descansar?


Vertedero no prestaba atención a las palabras de Knight. La furia que sentía cegaba completamente todo su ser. En ese momento era una persona completamente diferente al gracioso y bondadoso Vertedero, al que todos conocían.

— Anda, vete a tú habitación.

— ¿Por qué he de hacerlo? —preguntó Vertedero con un tono burlón.

— Porque te lo ordeno. No sé exactamente qué te ha sucedido, o por qué te comportas de esa forma. Sólo sé que tu no eres así, amigo.


Tras escuchar las palabras de Knight, Vertedero pensó por unos instantes y notó que se había equivocado. Tras su ataque de ira, había tratado fríamente a la persona a la que amaba y le había faltado al respeto a su amigo y líder. Sin responder, el muchacho se dirigió a su cuarto, pero primero se pasó por el cuarto de la muchacha. Durante varios segundos se quedó parado en la puerta, reflexionando si sería correcto disculparse en aquel momento con ella, pero por más que lo intentara no podía. No tenía el valor suficiente. Temía ser rechazado. La amaba, pero no quería sufrir de nuevo…quizás en otro momento se encargaría de hablar con ella.

¿Por qué todo superhéroe tiene su debilidad? Quizás en combate Vertedero era muy valiente, pero dentro de su ser, en un rincón de su corazón, el dolor que sentía por una vez haber sido rechazado por Laureen, seguía intacto. No sabía qué hacer. No sabía cómo actuar. Quizás lo mejor era dejar pasar el tiempo hasta convertir todo lo vivido en cenizas.

Simultáneamente, Laureen estaba recostada en su habitación. Sus ojos estaban irritados de tanto llorar. En sus brazos, fuertemente, abrazaba una chaqueta, pero no era cualquiera, era la chaqueta de Vertedero, alguien especial para ella. Él era el dueño de su corazón, ¡por y para siempre!


Todo parecía tranquilo, pero la realidad era diferente.

Burnpath: Bueno, será mejor que descanse. No seré muy útil si no puedo mover ni un brazo[7]… ¡Demonios! No puedo creer que cuando peleamos contra tantos zombies terminase sin heridas graves[28] y ahora, con estos "monjes", casi me muero[12]. Más vale que no se vuelvan a meter conmigo, porque verán lo que el fuego les puede hacer.

Monje: ¿Por qué no lo demuestras, pecador[9]?

Burnpath: ¡¿Qué demonios?!


Al levantarse de la camilla en la que estaba recostado, vió cómo llegaban más clérigos.

Burnpath: ¡Ah!, entonces quieren que les demos una paliza de nuevo, ¿cierto?[9]

Clérigo: ¡Ja! No me hagas reir. Mírate. Apenas te puedes poner de pie.

Burnpath: ¿…Y? ¿Crees que no puedo con ustedes? ¡Vamos!, son basura para mí.

Clérigo: Ya lo veremos. ¡Ataquen! —Se inició entonces la pelea.


Felix empezó a dominar la pelea, a pesar de su herida.

Burnpath: ¿Y…qué decías de que me ibas a ganar? ¡Ja! No son nada contra mí.

Clérigo: Tal vez nosotros no, pero él sí.

Burnpath: ¡¿Eh?!


Felix dejó caer a aquel humano mientras se acercaba un clérigo nuevo, pero este era diferente, parecía ser el que mandaba sobre ellos.

Burnpath: ¡Je!, y tu qué, ¿vienes a que te derrotemos?

Clérigo líder: No. Venimos a destruirlos.

Burnpath: Bueno, intentalo[9].


Felix se lanzó dando golpes y patadas, pero, al parecer, este clérigo era muy fuerte y no mostraba señales de dolor.

Felix: ¡Oh![7]

Clérigo líder: Vendrás conmigo[12]. —dijo lanzándose contra Felix con una ráfaga de puños. Sin embargo, Felix esquivo bien los golpes.

Burnpath: No será fácil, amigo. ¡Soy dema…ah! —En lo que habló, el clérigo se abalanzó contra él y le golpeó en el hombro. Felix cayó de rodillas, gritando y agarrándose el brazo.— ¡Ahh! ¡Maldito hijo de…!


El clérigo lo golpeó muchas veces, hasta que terminó dejándolo inconsciente.

Clérigo líder: Llévenselo y busquen a los demás. No los detengan. Tenemos que cumplir la misión del líder.

Clérigo: Sí, señor.


Los mojes se llevaron a Felix mientras empezaban a derribar puertas buscando al doctor.

Al otro lado del edificio, Knight escucha los ruidos y corre a avisar a sus amigos, pero lo demás ya se habían dado cuenta, así que salieron y se toparon con Knight.

Knight: Chicos, nos atacan. ¿Dónde está el doctor?

Doc: ¡Aquí estoy!

Knight: Bien. Fausto, protege al doctor. Lo más probable es que esta vez vengan muchos más, y más armados, así que tengan cuidado. …Un momento, ¿dónde está Felix?

Hellsinger: ¿No estaba contigo?

Knight: No, ¡demonios! Está abajo, en la camilla. Vamos, necesita ayuda.


Todos corrieron para ayudar a su amigo, pero, dadas las circunstancias, ya sería demasiado tarde.


Tras escuchar semejante alboroto, Laureen salió sobresaltada de su habitación y logró divisar, a lo lejos, a sus compañeros corriendo hacia el piso inferior.

Ground: ¡Oigan, esperen! ¿Qué demonios está pasando?

Knight: Nos están atacando. No encontramos a Felix. Estaba en la camilla la última vez que lo vimos.

Ground: Esperen, esperen. ¿No nos iban atacar mañana? ¿Quién demonios nos está atacando ahora?

Vertedero: ¿Quién nos va a atacar?, los clérigos, Einstein.


Laureen miró con recelo a Vertedero. ¿Por qué demonios se comportaba así? Fuese por lo que fuese, este no era momento ni para pensar en él, ni para buscar respuestas.

Rápidamente, la joven se unió a sus demás compañeros y, rápidamente, descendieron al piso inferior buscando a su amigo Felix. Al llegar, la sorpresa invadió el corazón de todos los integrantes del X-Quadron ya que, cuando entraron en la habitación donde antes estaba su amigo, sólo se encontraron la camilla vacía rodeada de gran cantidad de clérigos que apuntaban a los muchachos con sus armas. Todos se prepararon para la batalla: El cuerpo de Ground se cubrió de un material rocoso muy resistente; Knight ya tenía sus espadas en las manos; Detrás de Vertedero aparecieron dos bestias hechas de basura y que aguardaban la señal de su amo para atacar; Hellsinger estaba con la guitarra en la mano, para favorecer a sus amigos; y Terrank estaba en posición de combate mientras el suelo temblaba levemente, así, cuando la batalla se desatara, él utilizaría sus poderes para aplastar a los clérigos. Todos estaban listos. Todos estaban preparados porque quizás esa sería la batalla más peligrosa y más violenta que jamás hubieran imaginado, y todo habría valido la pena si la ganaban. Así era la vida de un X-Men, y todos lo sabían.


Knight no había llegado a tiempo, pues ya estaban atacando.

Felix yacía en las manos de uno de los clérigos, quien lo arrastraba hacia otro lado de la habitación.

En medio de la sala había otro sacerdote que sobresalía de entre los demás. Su ropa mostraba más gemas y un traje más prominente. Sin duda, probaba que era su dirigente. Había vencido a Felix. De no haber sido mejor que el mutante, Felix podría haber seguido peleando contra los demás, y no había sido así..

Clérigo líder: ¡Acábenlos!


Los láser comenzaron a llover. La mayoría de rayos eran esquivados o devueltos gracias a la espada de Knight, quien corría hacia enfrente, intentando tumbar rápidamente al clérigo que sujetaba a Felix, mas fue el líder quien terminó golpeando a Knight, quedando a merced de los disparos de demás monjes.

Los demás miembros del grupo regresaron el ataque. Una pelea, como siempre, contra los tipos malos…o al menos eso pensaban todos.


En otra habitación.

Doctor: ¿Qué ha sido eso? ¿Qué ha sido ese sonido?

Fausto: Deben de estar atacando.

Doctor: ¿No dijo Knight que…?

Fausto: Se debió de equivocar, papá.

Doctor: Cierto…


Un segundo después varios monjes aparecían justo donde estaba el doctor y Fausto. Realizaron varios disparos, pero se encontraron con la sorpresa de que el doctor no era una presa fácil, pues devolvía el fuego con una mini-metralleta entre las manos. Mientras, Fausto invocaba cuerpos extraños, llenos de sangre y asquerosidad, por doquier. Pasaron apenas unos minutos y tanto el doctor como Fausto parecían llevarlo muy bien. Tras aquellos minutos habían acabado con los pocos monjes que llegaron hasta ellos.

Doctor: Deberíamos ir junto a los demás.

Fausto: No. Knight dijo que te cuidara, así que eso haré. Tiene que haber algún lugar seguro…al menos eso fue lo que dijo el chico ese.

Doctor: ¡Bien pensado!

Fausto: Siempre.

Clérigo: ¿Por qué…?

Doctor: ¡¿Qué?!


El doctor volteo un poco para ver a uno de los clérigos en el suelo, quien aún estaba algo consciente y parecía que tenía algo que decir. Se acercó con algo de precaución a pesar de que, en realidad, aquel hombre en el suelo poco podía hacer ya.

Clérigo: ¿P…por qué traicionas a…tu raza?

Doctor: ¿Traicionar? ¡Estoy salvándonos! ¡Nos daré poderes a todos!

Clérigo: ¡N-no necesito estúpidos poderes! Ser humano…es lo mejor que me ha…¡cof!…pasado.

Doctor: …

Clérigo: Acaba-rás con nosotros… ¿Por qué quieres eliminar a los humanos?

Doctor: …[7][16]

Clérigo: ¿Por…qué…?


El clérigo expiró y parecía llevarse el semblante del doctor con el. Al fin el doctor se levantó pensativo. Ya lo sabia; todo el tiempo lo supo, pero era demasiado doloroso verlo, y entonces su rostro se iluminó.

Doctor: Las probabilidades…¡son infinitas!

Fausto: ¿…?

Doctor: ¡Vamos, hijo! Tenemos que encontrar mis cosas. Hay mucho trabajo que hacer.

Fausto: Claro…claro[29][24].


Knight se levantó. Tenía un asunto que atender con aquel clérigo, aunque él tenía otros planes.

Clérigo líder: ¡Bien! ¡Acaben con ellos, hermanos! ¡Yo acabaré con la peste que nos aprisiona! —Tras decir esto, su imagen comenzó a borrarse. Se estaba teletransportando mientras varios monjes más aparecían en su lugar.

Hellsinger: ¡Rayos! Está escapando.

Knight: ¡No en esta vida!


Knight lanzó un golpe hacia el monje, pero éste se lo quitó rápidamente de encima con un movimiento que lo lanzó hacia atrás. Sin embargo, el golpe había sido efectivo y el aparato teletransportador de su pecho había quedado dañado. Furioso, el líder miro a todos los X-Quadron y se puso unos guantes de oro que seguramente debería de doler.

Clérigo líder: ¡Que así sea! ¿Quieren morir antes que el traidor?, ¡pues que así sea, bastardos!


Knight reaccionó: Aquel tipo no estaba escapando, quería ir a por el doctor.

Knight: ¡Chicos!, ¿les puedo dejar a este?

Hellsinger: ¡Es nuestro!, pero ¿a dónde vas? ¡Oh!

Knight: ¡Sí!, ¡nos estamos olvidando de lo más importante!


Knight salió por la puerta rápidamente y, corriendo tan rápido como pudo, buscaba al doctor. No podía estar lejos. Mientras tanto en la batalla, Sobrecarga, aunque con un brazo herido, ataca al jefe por la espalda con una daga, pero no le hace nada más que un rasguño.

Clérigo: ¡Inmundo! —Un golpe del tipo manda a volar al joven, quien sale por la ventana[30], y se lanza a por Ground y Vertedero.


No eran quién para saberlo, pero la Iglesia de la Humanidad tuvo muchos recursos en el pasado, los suficientes como para hacer a un super-hombre…no, mejor dicho un super-monstruo.


Pese a la inestabilidad emocional de Vertedero en aquel momento, sabía muy bien cómo hacer que sus enemigos no pronunciaran bien su nombre nunca más.

Vertedero: Laureen, nena, dejemos el mal rollo escondido en algún rincón. Tenemos que trabajar en equipo.

Ground: ¿A qué te refieres?

Vertedero: Necesito piedras, ¡muchas!

Ground: Entendido.


Por todas partes aparecieron miles de piedras, que permitieron que, junto a todos los escombros y basura de los alrededores, Vertedero se fabricase una armadura de tamaño bíblico, con dos grandes brazos y con un cubo de metal como cabeza.

Grund: ¡Guao!

Vertedero: Ahora te enseñaré por qué no soy, simplemente, un inútil del que poder pasar.

Laureen: Yo nunca he pensado eso.

Vertedero: Lo sé, nena. Por eso cada día que pasa te quiero más.


Vertedero lanzó uno de los cubos de basura como un cañonazo a la cabeza del clérigo, quien se teleportó bajo un anillo que tenía en su posesión.

Clérigo: ¡Esto perteneció al Mayor de mi órden! Ahora, caed bajo mi poder.


Líder clérigo: ¡Manténganse detrás de mí! Creo que puedo con esto.

Hellsinger: Hacía tiempo que no peleaba contra un humano.


Antes de poder pensar en nada más, el líder se abalanzó contra Jack y le dio un golpe en el estómago. Luego, cayó al suelo, tosiendo horriblemente. A pesar de ser grande y musculoso, es humano tenía una gran velocidad.

Los demás clérigos comenzaron a abrir fuego, pero el láser golpeó una barrera de piedra, cortesía de Terrank.

Una enorme pared de piedra, esta vez de Ground, cayó sobre el líder clérigo, pero este se movió rápidamente para salir del rango de golpe de la pared, y de paso golpear en la cabeza a Laureen con una patada.

Burnpath: ¡Es un monstruo!

Hellsinger: Es…¡cof, cof!…imposible.


Líder clérigo: No puedo perder más tiempo con esto. ¡Atención! ¡Yo me encargo del hereje! Todos los demás, ¡encárguense de las lombrices!

Clérigos: ¡Sí, Señor!


El Doc y Fausto estaban corriendo, buscando una salida hasta que escucharon una voz:

Knight: ¡Esperen!


Entonces se detuvieron y se dieron la vuelta, sintiéndose aliviados.

Doc: Rápido, tengo que llegar al laboratorio.

Corpse: Pero padre, ¿qué pasará con la entrevista?

Doc: ¡Al diablo con la entrevista! Mi trabajo no es hacer propaganda, ¡es descubrir la realidad!

Knight: ¡Uhm![29]

Corpse: …


Un silencio se apoderó del panorama. Ni Knight, ni Corpse, entendían las palabras del Doc, y fue entonces cuando "él" apareció.

¡Brum!

Líder clérigo: ¡Es hora de acabar con esta locura! Profesor, ¡usted debe morir!

Corpse: Dile eso a mi amiguito… —Suspiró.— …¡Escoria!…[24]

Knight: Manténganse atrás. Nos encargaremos de todo.


El Doc sonrió un poco y luego se puso delante de los dos mutantes, empujándolos hacia atrás.

Doc: Mmm[8]… —De su espalda sacó un par de ametralladoras y sus gafas se volvieron negras.

Corpse: ¿Estás seguro?


El profesor asintió.

Corpse: Correcto…suerte.

Líder clérigo: ¿Tú? ¿Pelear contra mi? Mmm…suena interesante. —dice mientras saca un cañón recortado de su espalda.

El Doc sonrió. Por lo general intentaba evitar el conflicto directo, pero siempre entrenaba con sus armas y movimientos, así que creía estar listo para esto.

El Clérigo rápidamente sacó su arma y lanzó el primer disparo. El Doc logra esquivarlo, agachándose hacia adelante y levantando su ametralladora. Antes de poder dispararla, el clérigo corría en círculos a su alrededor, en un radio de unos cinco metros. El clérigo no podía apuntar bien, así que se limitó a moverse hasta que consiguió que el Doc dejara de disparar.

Doc: Apestas a esteroides, amigo, lamento decirlo[17].


Con furia, el líder clérigo saltó hacia el profesor, quien aprovechó la falta de concentración de su atacante para esquivar el golpe con un movimiento hacia un lado, golpeando su espalda con el mango de su ametralladora.

Knight: ¿Por qué no le disparó?

Corpse: Ellos usan una gruesa capa de armadura debajo de su uniforme. Las balas al cuerpo son inútiles, sin mencionar que…bueno, su cabeza tampoco es un blanco fácil.

Knight: Sabes de esto, ¿no es así?

Corpse: He estado peleando con mi padre desde siempre…desde que empezó a investigar el tema de la mutación… Él sólo quiere un mundo mejor donde nadie sea inferior. ¿Por qué todos lo odian?

Knight: No lo sé. Por un lado, creo que tienen miedo, pero por otro lado, Jack tiene algo de razón, ya que los mutantes no han ganado la guerra después de tanto tiempo. Me refiero a que, la escuela de Xavier es algo nuevo, pero la guerra no. ¿Por qué entonces los mutantes y los humanos continúan en un eterno empate?

Corpse: No lo sé y no quiero saberlo. Yo nací en Genosha, un mundo gobernado por asquerosos monstruos que se creen superiores, cuando la realidad es que ellos deberían servirnos[12].


En ese momento, Knight se dio cuenta de que Fausto no podía ser el responsable de todo aquello. Sí, sería una persona cerrada y completamente disfuncional, pero no tenía motivos para hacer algo en contra de la investigación de su padre. Por ahora quedaba fuera de toda sospecha.

Knight: ¡Je, je, je! Está bien. Lo siento.


Fausto no mostraba emociones. Era difícil saber si estaba preocupado por su padre, ya que no sonreía por nada, sólo miraba la pelea serio. ¿Podría sentir? ¿Podría pensar? ¿Qué era en realidad? Todas aquellos pensamientos distraían a Knight de la pelea.

El líder clérigo suspiró antes de hablar: Líder clérigo: Eres un tipo rudo.

Doc: Me pregunto…y dime la verdad, ¿crees que los humanos pueden hacer algo que los mutantes no?

Líder clérigo: ¡¿Qué clase de pregunta es esa?![3] ¡Los mutantes son monstruos! ¡Eso es todo!

Doc: Lamento que pienses así. Te sientes inferior, ¿no es así? Lo sé porque ese era mi sentimiento. Me sentía inferior y quería escapar de ese estado de "ser lo que realmente soy". Ambos nos sentimos de la misma forma, tan sólo manejamos las cosas de diferente forma. ¡Je, je, je!…y lo peor es que fuimos los dos los que cometimos el error.

Corpse: …


EL rostro de Fausto comenzaba a mostrar señas de…"emoción".

Jefe clérigo: ¡Palabras vacías, traidor!


El clérigo saltó sobre el Doc con un grito apasionado y, a la vez, desesperado, como si quisiera que aquel fuera el último grito que diese en su vida; luego apretó los dientes y apuntó a la cabeza del Doc, quien se movió del lugar con un paso a la izquierda y, una vez que estuvo detrás del clérigo, su arma se disparó.

Jefe clérigo: ¡Argh!

Doc: Pierdes el control, pierdes la pelea.


Laureen rápidamente se recompuso. Le dolía la cabeza y estaba mareada, pero cuando se levantó notó que el Jefe clérigo ya no estaba y, en su lugar, sus súbditos estaban peleando contra sus compañeros.

Justo cuando estaba a punto de levantarse Laureen, uno de los clérigos se abalanzó sobre ella, pero, con un ágil movimiento, el clérigo cayó de cabeza al suelo.

Ground: No lo entienden, ¿verdad? —tras sus palabras dejó que un bloque de tierra cayera sobre él, aplastándolo como a un gusano.

Vertedero: ¿Estás bien?

Ground: Mejor que nunca. Las rocas no se deterioran tan fácilmente…aunque me atrevería a decir que ese tipo sí que tiene fuerza.

Vertedero: Entonces…¿me perdonas?


Laureen no respondió instantáneamente. Tomó a un clérigo que se estaba a punto de golpear a Vertedero y, tras un fuerte golpe en la mandíbula, lo dejó caer inconsciente en el suelo.

Vertedero: Eso fue un poco…macabro.

Ground: No es macabro, sólo te cubrí la espalda…y bueno, hay veces que hay que descargar el estrés con algo. Respecto a tu propuesta, lo hablaremos mejor en otro momento, pero no es tán fácil disculpar a alguien que te ha hecho llorar aproximadamente veinte minutos seguidos. ¡Ah!, y por cierto: Aquí tienes tu chaqueta. —Dicho lo dicho, lanzó la chaqueta a las manos de Vertedero.

Vertedero: ¿Por qué demonios te comportas así?

Ground: Porque creo que nada de lo qe pasó tendría que haber pasado, Fran. Si no te molesta, creo que es momento de pelear.


Entonces Laureen, pegando un gran brinco, saltó sobre un enorme bloque de piedra y, levitando por los aires, se abría paso entre los clérigos, matándolos sin piedad.

En la misma sala, Terrank se encontraba aún en el suelo. Un clérigo estaba a punto de golpearlo, pero una barrera defensiva surgió justo antes de que saliera lastimado.

Ground: Oye, Hellsinger, ¿crees que podrías tocar alguna cancioncita para favorecernos? Estos tipos son más fuertes que nunca —dijo mientras esquivaba los golpes de un clérigo.


Vertedero luchaba contra todo el que se le ponía por delante, con su gran armadura de restos inorgánicos. Vertedero luchaba contra todo lo que pasaba a su alrededor.

El clérigo Jefe luchaba teletransportándose y destrozando partes de su armadura con los rayos de su arma. Nadie sabía cómo vencerle hasta que, de pronto, Ground empezó a lanzar piedras a todas partes, como si se hubiera vuelto loca.

Vertedero: ¿Se puede saber qué haces?

Ground: Tú, tranquilo.


Las rocas acabaron dando en el pecho del clérigo, con tan mala suerte que el aparato de teleportación salió volando hacia las manos de Hellsinger, quien seguía tocando una canción.

Vertedero se lanzó a por él, lanzando un cañonazo de basura que dejó al clérigo pegado contra una pared inconsciente. Tras esto, se retiró su armadura de basura y bajó al suelo para hablar con Knight.

Knight: ¿Qué te pasa?

Vertedero: Esto está siendo muy raro. Atento al chico zombie, ¿no te parece demasiado raro?

Knight: No sé a qué te refieres.

Vertedero: Yo…sólo digo que estés atento, amigo.

Knight: Bueno, de momento descansemos un poco.

Fausto: Chicos, entremos en esa casa.

Hellsinger: Sí, mejor entremos.


No es que Knight no lo notara, es que las probabilidades cambiaban constantemente. Como fuese, Miguel contemplaba que todo aquello podría se tan solo parte del plan de Corpse. Sin embargo era extraño, y leer sus movimientos le resultaba un poco difícil, aunque no debería de ser algo imposible. Aún había cosas que no cuadraban, pero, según sus acciones, no tenía porqué prestarle una inmediata atención.

El grupo se separó: Por un lado, Hellsinger fue a levantar a Kyo para ponerlo a salvo; Mientras, Ground miraba de refilón a Vertedero mientras levantaba y acomodaba en una pila a los clérigos; Éste, sin embargo, no le quitaba la vista de Corpse; Por otro lado, el chico zombie hacía lo mismo de siempre: Seguir al Doctor y a Knight, quienes estaban frente al Clérigo "mayor".

Doc: Parece que terminamos con el peligro. No sé cómo agradecerles…

Knight: Ustedes han hecho gran parte de esto.

Doc: Sí, sí, pero no seas modesto. Tu equipo nos salvó la vida. No sé cómo agradecerles.

Knight: Ya lo hizo…y lo hará, ¿no es así?

Doc: ¿Perdón?

Knight: Lo ha pensando mejor, ¿no es así?


El doctor ya captaba la idea y una medio-sonrisa se marcó en su rostro. Puso la mano sobre la espalda de Knight y confesó:

Doc: Sí. Veo que eres un chico muy atento. Has notado el cambio. Muchas cosas han pasado aquí, pero puedo decir que lo mejor que me ha pasado ha sido…esa iluminación…


¡Allí, allí estaba! Un único y pequeñísimo guiño. Era algo, algo que se había formado durante un segundo en el rostro del ayudante del doctor, quien por apenas un parpadeo, frunció el ceño. Knight apenas y lo notó al mirar ligeramente hacia atrás, ya que ocurrió justo cuando las palabras del doctor salían…como la última vez. Algo andaba realmente mal en ese chico, pero ¿cómo descubrirlo? ¿Qué podía hacer?

Knight: ¡Qué bien! ¡Me alegro por usted!

Doc: Y ¿qué haremos con éste?

Knight: Supongo que daremos parte a la policía de los que no estén muertos. Eso del fuego cruzado es muy peligroso.

Doc: Entonces, supongo que han terminado su misión exitosamente. Ya me salvaron…¿o crees que vendrán más?

Knight: No, lo dudo. Como no es un grupo numeroso, dudo que queden muchos. Esta ha debido de ser una fracción de lo que resta de la pequeña facción, así que dudo que vengan más. Lo que me preocupa ahora mismo es conocer quién los dirige, y supongo que lo averiguaremos pronto.

Doc: ¿Qué vas a hacer?

Knight: Interrogar al líder, claro está. Creo que me pasaré la noche con esto. Usted, sin embargo, debería de prepararse.

Doc: ¿Perdón?

Knight: La exposición de su teoría es mañana por la mañana, así que será mejor que se prepare bien.

Doc: ¡Ya lo había olvidado! Claro, chico, aunque tengo trabajo que hacer.

Knight: Claro, ahora que se ha "iluminado", ¿verdad?

Doc: ¡Ja, ja, ja!, sí. Tengo trabajo que hacer. Con mi equipo podré comprobar algunas cosas que he aprendido esta misma noche. Vamos, Fausto, tenemos un nuevo proyecto.

Fausto: Claro, padre.


Knight lo miró de reojo y con seriedad. Esto aún no se había terminado y, un rato después de la partida, tanto el doctor como Fausto se encerraron. El Doc tenía mucho trabajo, no en trabajar en la vacuna, sino para lo contrario.

Los X-Quadron, por otro lado, tenían aún más trabajo, ya que Knight los convocó en medio de la sala, donde comenzaría el final de aquella misión.

Miguel: Bien, chicos. Esto ha estado muy bien.

Laureen: ¡Ha sido sorprendente!

Jack: …Pero aún tenemos un problema.

Terrank: Claro, el clérigo.

Vertedero: No, eso no. El zombie. Ese chico zombie es el problema.

Miguel: No es un "chico zombie"…bueno, al menos eso creo, pero tienes razón. Él es el problema. Ademas, lo que dije no es mentira: Tenemos que descubrir quién esta detrás de todo esto, y para eso tenemos que hacer algunas cosas. Yo tengo que hablar con el clérigo y me gustaría que me ayudaras, Fran; pero te necesito como refuerzo, por si ocurriese alguna cosa.

Vertedero: ¿A qué te refieres?, ¿por si el zombie ataca?

Knight: Algo así. Él crea cuerpos de carne y tú monstruos de basura. Es posible que sea quien mejor lo contenga.

Vertedero: Claro. Lo comprendo.

Ground: ¿Y yo?

Knight: A ver, en orden. Tú, Laureen, me gustaría que apoyaras a Vertedero, pase lo que pase. Parece que son buenos trabajando juntos; Terrank, tu te tienes que quedar aquí cuidando a Felix. Está algo magullado, así que será lo mejor y así avisarnos si se pone peor; Jack, tú tienes lo más importante de hoy: Tienes que espiar al Doc y a Fausto. Por si las dudas, tus oídos seguro que te serán de gran ayuda; Yo estaré en una sala sin sonido interrogando al clérigo. Arriba debe de haber alguna para la filmación. Eso es todo, chicos. Es posible que tengamos una noche movida, aunque espero que no.

Cada uno se fue a su lado, mientras el final avanzaba.


Felix: ¡Hum!… Mi cabeza…

Terrank: ¡Vaya!, ya era hora de que despertaras[8].

Felix: Claro, como a ti no te golpearon…pero, ¿qué pasó?

Terrank: ¡Ja, ja, ja! Se ve que todavía eres tú. Bueno, pues después de oír unos ruidos abajo, todos bajamos en tu ayuda y nos encontramos con los monjes de nuevo.

Felix: Sí…lo recuerdo. El líder era uno grande. Fue él quien me golpeó.

Terrank: Así es. Bueno, pues lo derrotamos…y en este momento Knight se fue con Vertedero y Laureen para interrogarlo.

Felix: De acuerdo, tengo que ir. Necesito burlarme de él[9]. —Felix se levanta, pero está muy mareado y un poco débil.

Terrank: ¡Wow! Espera un poco, compañero. Necesitas descansar. Nos espera una noche muy larga y agitada.

Felix: ¿Por qué? ¿Los monjes regresarán?

Terrank: Pues, según dijo Knight, no es probable, pero, ya sabes, siempre hay que estar preparados.

Felix: Pues bien. Entonces no te preocupes por mí, estaré bien, pero necesito estar en el interrogatorio.

Terrank: No hay forma de hacerte cambiar de opinión, ¿cierto?

Felix: Ni lo intentes[10].

Terrank: Bueno…al menos déjame ayudarte.

Felix: Gracias, camarada. Te debo una. Además, no estoy tan mal[8].

Terrank: …Como digas, compañero. Vayamos.


Vertedero miraba atento como su compañero adelantaba su posición para hablar con el clérigo, mientras él preparaba defensas a su alrededor.

Miguel: Fran, quizás deberías preparar un par de barreras por si acaso…

Vertedero: Estoy en ello ya, pero si me permites, prefiero poner algo de alerta.

Knight: ¿A qué te refieres?

Fran: En cada esquina de esta base voy a poner un poco de basura con forma de ojo, eso me permitirá ver lo que hay en cada rincón. Si alguien las ataca, tardaré un minuto en recuperarme, así que tendrás que apañártelas tú solo.

Knight: Me parece totalmente perfecto. Te tendré cubierto durante ese minuto para que puedas recuperarte.


Vertedero empezó a crear sus "ojos" y, mientras ponía los suyos en blanco y empezaba a rezumar un tufo áspero, Knight comenzó con su interrogatorio.


El Doc trabajaba en silencio frente a su computadora mientras Fausto lo miraba, por detrás, con ojos de cuchillo. Siempre fue bueno finjiendo sus emociones, pero en esta ocasión le resultaba más difícil que de costumbre.

Corpse: Así que…¿desde cuando hablaban ustedes tanto?

Doc: ¿Qué?…¡ah!, disculpa si no te dije nada. Verás, ahora estoy tratando de hacer las cosas con un enfoque…diferente.

Corpse: …


El rostro de Corpse estaba serio lo cual no era raro en él, pero el Doc estaba demasiado concentrado como para darse cuenta de eso. Serio, emocionado, feliz…la sonrisa en su cara lo llenaba de alegría. Le hacía sentir algo que, por mucho tiempo, creyó que no existía realmente.

Doc: Mira esto.

Lentamente el Doc se alejó de la pantalla mientras Fausto se acercaba acercaba al monitor mostrando una sonrisa y con cuidado.

Corpse: ¡Je, je, je! Qué lástima, padre.


Jack estaba sentado junto a la puerta con las piernas cruzadas, un brazo apoyado en la rodilla y la cabeza apoyada en la mano. Entonces bostezó.

Hellsinger: No entiendo para qué sirve esperar junto a la puerta si no puedo entrar.


En ese momento la puerta se abre lentamente y Fausto sale por ella, percatándose de la presencia de Jack. Entonces, sonríe.

Corpse: ¡Ah!, hola… ¡Je, je, je! ¿Puedes hacerme un favor?

Hellsinger: ¡Ahh! …Seguro.

Corpse: Bueno…tengo que ir al baño y necesito que me cuides al viejo un rato.

Hellsinger: Disculpa que lo diga[26], pero en mi familia respetamos a los padres.

Corpse: ¡Ja, ja! Claramente es una cultura diferente, cabrito.

Hellsinger: …Da igual. Yo te cuido al profesor.


Mientras Fausto se alejaba, Jack entró. El lugar estaba en silencio y oscuro. Todos los monitores estaban apagados. A pesar de que Jack buscaba las luces rojas de las cámaras de seguridad, no las encontraba. Por alguna razón, no podía escuchar el teclado de la computadora en la que el Doc estaba trabajando, y sólo veía su cuerpo sentado en una silla, frente a una computadora apagada.

Hellsinger: …Esto es demasiado obvio. Dime que esto es demasiado obvio…


Jack se acercó a la silla y le dió la vuelta.

Doc: ¡¿Qué te pasa?![3]

Hellsinger: ¡Ahh! ¡Gracias a Dios![3]

Doc: Estoy tratando de encender esta cosa, le ha pasado algo…

Hellsinger: Nada. Aquí no funcionan ni las máquinas, ni las cámaras de seguridad…

Doc: Todo ocurrió tan rápido, justo cuando…

Hellsinger: Cuando Fausto se fue y…¡me dejó aquí dentro![31]


En ese momento la puerta se cerró de golpe, las luces se encendieron y las computadoras comenzaron a sonar como una interferencia.

Hellsinger: ¿Qué…es…eso?


Frente a los dos varones, una enorme bestia de carne apareció, justo delante de la puerta. Una bestia de unos tres metros de ancho, garras de metal y un cuerpo sumamente pesado.

Doc: No…no, no puede ser. No. ¡No![32]


Knight se acomodó mientras el "sacerdote" frente a él ponía cara macabra de seguridad, queriendo expresar un "no me sacarás nada". Seguro que confiaba en aquella situación pues, en el peor de los casos, pensaba que podría mantenerse a flote del interrogatorio…o al menos de este interrogatorio;y sin embargo no podría estar más equivocado.

Knight se quedó en silencio por un segundo, cruzó sus manos y lo miró fijamente. Entonces se levantó y se paseó la mano por el mentón, como pensando en algo. Entonces fue interrumpido por el sacerdote, quien no creía lo que veía.

Sacerdote: ¡No sabes hacer un interrogatorio! ¡Ja, ja, ja!


Knight lo miró de reojo mientras se volteaba tranquilamente, aunque algo exasperado entre sus pensamientos. Se acomodó el pelo, que estaba como siempre: muy desordenado tras haberse quitado el casco, y siguió suspirando para fastidio del sacerdote.

Sacerdote: ¿Que coño te pasa? ¿Eres un niño, acaso? ¿Te duele interrogar? ¡Ja, ja, ja!


Knight se quedó pensativo mirándolo y, por fin, comenzó:

Knight: Es curioso, parece que quieres que te interrogue…pero yo nunca te dije eso. Tu lo has asumido.

Sacerdote: Por supuesto. No soy idiota.

Knight: Pero, al parecer, te molesta que no te preste atención. No sabes nada.


El sacerdote se veía un poco sorprendido, pero rápidamente intentó seguirle el "hilo" de la conversación:

Sacerdote: ¿Intentas confundirme con alguna clase de psicología, niñato? Nada mal, pero no conseguirás nada con eso. Como dije, soy un experto. He sido entrenado con los mejores y, aunque no ha estado mal para ser un inexperimentado, no ha sido suficiente tu idea de…


Knight se puso el casco, ignorándolo completamente mientras hablaba, hasta que, con un movimiento de desesperación, se volteó y le dio un puñetazo en el rostro, rompiéndole la nariz y acomodándose.

Knight: No necesito nada de ti. ¡Ya cállate!

Sacerdote: ¡¿Qufé?! ¡Mafgdito! ¡Por mi sgeñor que pagarás!

Knight: Tú y tu señor pueden morirse —exclamó mientras abría la puerta—. No te queda nada para ofrecerme en un interrogatorio. ¡Bah!

Sacerdote: ¡Ya vgeras cuangndo mi segnor te tome! ¡Toda su estirpe vais a…a!…¿qué cogño?


Knight suspiraba. Todo había ido bien. El sacerdote le había dado la información que necesitaba y había sido incluso más fácil de lo que se pensaba.

Analizando los datos obtenidos, Knight había descubierto que el jefe del clérigo era cuidadoso, pues ni siquiera él sabía, a ciencia cierta, quién era; en caso contrario habría defendido su identidad a toda costa. Además, efectivamente, alguien había estado contactando con ellos directamente, ya fuera algien de la propia secta, lo que le resultaba muy difícil, o, tal y como el pensaba, alguien del exterior. El punto era el mismo: Alguien estaba moviendo las piezas contra los mutantes…o, peor aún, específicamente contra ellos. Todo cuadraba. Ahora sólo le hacía falta saber quién era éste.

Miguel salió sin mucho preámbulo del cuarto, mientras el sacerdote seguía blasfemando, mas al ser una habitación sin sonido, en cuanto la selló, el sonido se acabó, dejando a Knight solo con sus pensamientos.


En otra parte.

Felix: ¡Ah! Gracias, Terrank. Ahora a buscar a los demás.


Ambos caminaban lentamente, pues Terrank cargaba con dificultad al chico de fuego. De repente, con pasos silenciosos, se acercó a ellos, de frente, una figura terrorífica, aunque no había nada que "temer" en realidad:

Fausto: Pero…¿tienen prisa?

Felix: Eh…sí…un poco.

Terrank: ¿Qué pasa contigo? ¿No estabas con el doctor?

Fausto: ¿Es que, acaso, no puedo salir un momento?

Felix: Claro, claro. No hemos dicho lo contrario…


Fausto los miraba con una media sonrisa, macabra y tétrica. Sin más que decir, se quedó mirándolos un rato y preguntó:

Fausto: ¿Y…su jefe…Knight?

Felix: Pues…está arriba. Ocupado.

Fausto: ¡Ah!, claro.


Como si de un rayo se tratase, rápidamente, Fausto se dio media vuelta y comenzó a caminar hacia las escaleras. Entre la palabrería no lo habían notado, pero de pronto Felix se percató de algo y, siendo algo indiscreto, lo detuvo:

Felix: ¡Ey! ¡¿Tú no estabas con Jack?!


Fausto sonrió del otro lado mientras levantaba las manos ligeramente, siendo observado, a su vez, por otros ojos…los de Vertdero.

Fausto: Mira que me has arruinado la sorpresa…


De pronto, dos gólems de carne salieron por detrás de Felix y Terrank que se habían formados a partir de cuajos de sangre. Mientras eran atacados, Corpse se adelantó a las escaleras.

Corpse: De cualquier manera, ya era hora del acto final. ¡Ahh!…¡cuánto he esperado para esto![9]


Felix: ¡Qué demonios!

Terrank: Ese Fausto es un traidor.

Felix: ¡Maldito! Pagará por esto.


Los dos gólems de carne se formaron y empezaron a atacar a los dos chicos. Al ser grandes y un poco lentos, Felix y Terrank pudieron esquivarlos.

Felix: No podrán contra nosotros, Terrank. Son demasiado lentos.

Terrank: Sí, lo sé, pero no hay que desconfiar, amigo. No sabemos de lo que son capaces.

Felix: Sí, tienes razón, pero alguien tiene que avisar a Knight de esto, y tenemos que saber cómo está el profesor y Jack.

Terrank: ¿No estarás pensado en quedarte tu solo, o sí?

Felix: Me leíste la mente, compañero[10]. Tu puedes llegar más rapido que yo.

Terrank: Estás lastimado, Felix. De ninguna manera te dejaré solo.

Felix: ¡Oh, vamos! Confía en mí. Estos dos gigantes no son nada para mí.

Felix: ¡Ve! No te preocupes, además, puedes regresar.

Terrank: Está bien. No tardaré y regresaré con ayuda. Lo prometo.


Terrank ya se iba cuando un gólem lo agarró con su mano.

Terrank: ¡Ah!, ¡suéltame, maldito!


Felix saltó y con una patada de fuego le cortó el brazo al gólem.

Felix: ¿Estás bien?

Terrank: Sí, gracias[8].

Felix: De nada. Ahora, ¡vamos! No pierdas el tiempo. Vete.

Terrank: Sí. Enseguida vuelvo.


Felix se quedó solo contra los dos gólems, aunque el que había perdido el brazo acababa de regenerarlo.

Felix: ¡Ah! Así que se pueden regenerar. Bueno, entonces tendré que reducirlos a cenizas para acabar con ustedes.

Felix: "¡Demonios! Espero que Terrank no tarde mucho. Con lo lastimado que estoy, no creo poder aguantar tanto."[7] ¡Vamos!


Knight estaba saliendo de la habitación pensando en sus cosas, cuando una figura sale de entre las sombras, acercándose a él.

Corpse: ¿Qué te pareció?

Knight: ¿Fausto?, ¿qué estás haciendo aquí? Deberias estar protegiendo al Doc.

Corpse: Ya habrá tiempo para hablar de eso. Primero, quisiera saber qué te pareció. Me refiero a eso de lastimar a un humano para obtener lo que quieres…cuando necesitas del dolor de alguien más para satisfacer sus deseos de gloria y reconocimiento.

Knight: …

Corpse: ¡Como sea! Está claro que no quieres hablar de eso. Está claro que te averguenza haberlo hecho y, sobre todo, está claro de que eres un asqueroso hipócrita[11]. —Su ojo dejó caer una gota de sangre al guiñarse.


El rostro de Knight comenzó a mostrar cada vez menos emociones, como si ya nada le pudiera soprender. Ya no podía negar que su enemigo estaba justo frente a él.

Knight: Tenías todos los medios, pero ningún motivo. ¿Por qué reconstruiste la secta? ¿Por qué interferiste para tu propio propósito?

Corpse: ¡Ja, ja![10] Llámame "infantil", pero no me gusta estar sentado en una silla mientras mi papi hace todo el trabajo. Me hizo sentir útil el matar a algunos religiosos, mientras mi padre me daba las gracias por ayudarlo contra el gran mal que yo mismo le tendí. ¡Fue tan divertido! ¡Ja, ja, ja! Me encantaría hacerlo de nuevo, pero primero quiero contarte algo más sobre mí[2]. —Fausto juntó sus palmas y comenzó a concentrar su poder en su cuerpo.

Knight: ¡No creas que soy tan estúpido! —Antes de que pudiera decir algo más, Knight ya estaba corriendo hacia Fausto con una enorme espada entre sus manos, pero justo cuando la blandió hacia la cabeza de Fausto, un brazo se levantó del suelo y detuvo la espada.

Knight: ¡Nagh! ¡Suéltala!

Corpse: ¿Qué pasa? ¿Demasiado difícil para tí? …Por favor. Eres mucho más fuerte que yo.


De un charco de sangre y vísceras del piso bajo Corpse, se levantó un gólem. Mientras lo hacía, también se elevó a Knight, como si fuese un muñeco de trapo.

Knight: …[3]

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Una roca bien fina y alargada voló por los aires hasta cortar la cabeza del gólem de carne, dando unos minutos a Knight para alejarse de ellos, antes de que, nuevamente, el gólem se reincorporase.

Knight miró, sorprendido, de dónde había provenido aquella filosa roca, y su mirada se cruzó con los dos integrantes del equipo: Vertedero y Ground estaban allí. Habían llegado casi milagrosamente y, de una vez por todas y pese a las sospechas, sabían la verdad del "chico de carne".


— Escucha, pedazo de fiambre. Puedes meterte conmigo, si quieres, pero con mi líder, y obviamente amigo, ¡no! —Laureen, esta vez, echó a correr mientras su piel se transformaba en una resistente capa de material rocoso.

No muy lejos, Vertedero se encontraba junto a dos elementales de basura que se abalanzaron sobre los gólems de carne, comenzando una cruel pelea.

Vertedero se acercó a Knight y lo ayudó a levantarse. Juntos se unieron a Ground y empezaron con una sangrienta batalla contra Fausto.

— ¡¿Creen que podrán derrotarme?! ¿Eso es imposible! ¡Ja, ja, ja! —Corpse soltó una maquiavélica sonrisa, que les heló la sangre. Sin embargo, seguían corriendo hacia su mayor enemigo, a quien, lamentablemente, habían tenido enfrente desde hacía mucho tiempo.


Ground, haciendo una especie de movimientos con sus manos, logró crear un gólem, esta vez de piedra, que se abalanzó hacia el resto de los de carne.

Esta vez fue Corpse quien atacó, golpeando a la chica de piedra con mucha fuerza y dejándola algunos metros atrás. Haciendo una señal con las manos, les ordenó a sus amigos, aunque principalmente a Vertedero, que siguieran su camino. Tardaría minutos en recuperarse, pero no le sucedería nada si tenía todo tipo de elementos para su defensa.


Knight no podía más que mirar fijamente a Fausto mientras preparaba sus armas, de igual manera y frente a él, era obsevado por la tétrica mirada del "chico zombie". Miguel preparó la situación y corrió, tan rápido como pudo, mientras gritaba órdenes a sus compañeros. No tenía tiempo que perder, aunque más tarde descubriría que había otros planes para él.

Knight: ¡Ground, Vertedero, detenganlo!, y sí, ¡pueden patear su trasero! Iré a ayudar al doctor y a los demás, que seguro están en problemas.


Knight corrió entre los gólems de todos y saltó, por encima de Fausto, hasta llegar a las escaleras en espiral que había justo detrás del chico zombie, bajando, inmediatamente, de planta. Los gólems de Ground y Vertedero, cada vez con más fuerza, chocaban contra los regeneradores de Corpse, pero éste seguía con la mirada puesta en Knight, mientras un pequeño tic le salía seguido por uno los ojos, inyectados en sangre. En ese momento, Knight se sorprendió al ver una silueta que caía sobre él. Todo ocurrió a una velocidad sorprendente, especialmente al descubrir que se trataba de Corpse.

Corpse: ¡¿A dónde crees que vas?! ¡Aún no lo entiendes![9]


Knight no se esperaba esto. Ninguno de los presentes podría aguantar una caída así. Aquella situación de nervios frente a la personalidad tranquila de Corpse, dieron germen a aquel perfecto movimiento que supuso un fuerte golpe para Knight. Tras levantarse, el chico se recargó en la pared para recobrar el aliento, mientras Corpse formaba nuevos cuajos de sangre, a los que llamaba "gólems" aunque no eran más que humanoides. Knight suspiro tras recobrar el aliento y pudo contestar:

Knight: No. ¿Qué rayos quieres? ¿Qué es lo que se me pasa del gran escenario? ¡¿Qué es lo que no entiendo?! ¡Tus planes no tienen sentido! ¡¿Por qué, si hemos interferido, no nos has matado?!…es como si buscaras algo…


Los cuerpos comenzaron a atacar a Knight, pero éste los rebanaba rápidamente, una y otra vez, a pesar de que tanto su tamaño, como su proporción eran más equilibradas que en los gólems anteriores y su número también era mayor.

Corpse: ¡Bing, bing, bing! ¿Y quién ganó el premio por encontrar la idea correcta? ¡Mi estimado caballerete! ¡Ja, ja, ja![9]


Knight comenzaba a verse superado. No sabía si era tan poderoso o si, simplemente, lo aparentaba. Fausto no mostraba marcas de cansancio, ni siquiera después de haber generado tantos gólems. Tal vez era por su propia insensibilidad, quién lo sabría, pero las cosas no podían enredarse más. Los humanoides empezaron a tomar y jalar a Knight, quien, al verse rodeado, transforma su espada en dos, haciendo sus cortes mucho más rápidos. Asimismo, había algo que crecía en Knight: Una furia que no comprendía. Mientras, seguía blandiendo su espada con maestría y simetría, rebanando sin tregua.

Knight: No durarán para siempre.

Corpse: ¡Al contrario! ¡Se regeneran!, así que ¡sí que durarán para siempre!…en cambio, tú no aguantarás tanto, ¿no?

Knight: No, te equivocas. Aunque se regereneren, habrá un momento en el que termine por llegar a tí. En algún momento no quedará ninguno, ya que todos estarán regenerándose…y en ese instante estarás perdido. —Las palabras de Knight salieron llenas de seguridad. Siempre había seguridad en las palabras de Knight, y fue entonces cuando las risas maquiavélicas de Fausto cambiaron a una mueca de furia y un grito lleno de sangre, literalmente.

Corpse: ¡Siempre tan seguro! ¡Si-iempre tan seguro! Haciendo cálculos, pensando y ¡analizando!, pero no puedes analizarme. ¡Ja, ja, ja! ¡Yo soy todo lo que te hace falta!

Knight: ¿…? —Knight quedó en silencio, escuchando hasta que un silencio surgió.

Fausto se había detenido para pensar en algo, aunque terminó por guardarselo. ¿Qué sería? ¿Quá era es lo que aún mantenía en secreto? ¿Sería algo relacionado con lo que buscaba?, eso era seguro.

Antes de terminar de formular su idea, el momento planeado por Knight llegó, dejando a Fausto indefenso frente a sus espadas. Fausto no sabía porqué estaba más frustrado, si por el hecho de que Knight tuviera razón, o por el golpe que acababa de golpearle en el pecho y que lo estaba echaba a volar contra la pared. Los Gólems dejaron de regenerarse por un momento y Knight se acercó al chico que estaba sentado en el suelo.

Corpse: ¡¿Por qué?!

Knight: …¿por qué qué?

Corpse: ¿Por qué me golpeaste sin la espada? ¡¿Por qué me pegaste con tu puño?!

Knight: ¡Ja! No vales la pena.

Corpse: ¿Cómo puedes decir eso…? —Los ojos de Corpse eran extraños: Desvariaban de la furia que contenían, y quién sabe de qué otra sensación. El chico se levantó tétricamente.— ¡Ja, ja, ja! ¡Acabaste con tu interrogatorio! Eres un tipo que se pasa la vida golpeando y atravesando cosas, así que…¡ja, ja, ja!…no juegues conmigo.

Knight: ¡Qué patético! Como dije, no vales la pena. Hace un rato casi sentí pena por tí, aquello que dijiste sobre los humanos me creó una…especie de conexión, aunque ya no la siento. Tú no eres un mutante. Tú sólo eres una aberración rechazada y no vales la pena. Tu visión del mundo está muy trastornada. Haces esto por nada. No tienes camino. Ya habías perdido antes, siquiera, de empezar la batalla. Para que lo sepas, ni torturé, ni toqué al monje que trajiste para que sufriera. Él está en perfectas condiciones. Presta atención a esto, Fausto, porque nunca me rebajare a un pensamiento tan pobre como el tuyo: Ya has perdido.


Knight tenía la espada sobre el cuello de Corpse, mientras que éste tenía la cara mirando hacia el suelo. Entonces comenzó a murmurar:

Corpse: Lo ves, te lo dije. Te lo dije. Ese siempre ha sido tu problema. ¡Siempre fallas en eso! ¡Siempre! ¡Ja, ja, ja! ¡Tienes visión, Knight! ¡Tienes potencial!, ¡pero te falta ese algo, ese toque de realidad para que puedas ver lo lógico de mi pensar!, ¡para que comprendas las cosas! ¡Te han cegado, pero sólo es eso, una venda!, y yo ¡vengo a quitartela! A tí y a todos.


Knight oía sus palabras mientras su sangre le hervía. Sentía como era momento de acabar con él, pero su autocontrol era uno de los puntos fuertes del mutante. Entonces un pensamiento fugaz cruzó por la mente de Miguel, dándose cuenta de algo que había dicho Corpse hacía un rato: "Yo soy todo lo que te hace falta". Ahora él tendría que decirla, pero desde su punto:

Knight: "Yo soy lo que necesitas"…"tú eres lo que necesito"… Me buscabas a mí.


A Faust se le iluminó la cara con una sonrisa macabra mientras acomodaba sus manos para dejar caer otra verdad:

Corpse: Siempre te he buscado. ¡Eres ideal!


Knight se dio cuenta de que aquel tipo le recordaba a alguien, alguien que le causaba gran furia al escuchar sus palabras. Esto no era nuevo, ya se había repetido y le había resultado muy duro, y ahora que se había verbalizado le hizo recordar…era él.

Knight: ¡Tú! —Knight dio unos pasos hacia atrás mientras las carcajadas de Corpse empezaban a resonar por doquier.


Corpse movió las manos, ahora con delicadeza, y los cuerpos que quedaban se juntaron y mezclaron la carne, dando forma, con cuidado, a cada una de las curvas, figuras y partes de su "no tan nueva" creación. Mientras, Miguel miraba estupefacto como una guadaña era el último elemento en tomar forma, dejando ver a un gólem, un perfecto retrato, y la "viva" imagen, de RoloX.

Fausto: ¡Sí, yo![9]


En la sala de computadoras, Jack y el Doc peleaban contra el enorme león de carne, armado con garras de metal. El Doc estaba exhausto, no sólo por la pelea que tuvo contra el Líder clérigo, sino por todo el remolino de cosas que tenía en la cabeza.

"¿Por qué me ha traicionado? ¿Qué he hecho para que intente matarme? ¿Qué debo hacer?"


La pelea era sumamente desigual. Por un lado, el león atacaba principalmente al Doc, lo que hacía que este no pudiera defenderse con sus armas a larga distancia, como lo hacía siempre, y por otro lado, Hellsinger estaba indefenso al no poder tener apoyo mientras tocaba sus canciones; Sin mencionar que el león tenía una defensa a corta distancia sumamente rápida, haciendo imposible el combate cuerpo a cuerpo de Jack.

Doc: No puedo más. No puedo pelear más. No tengo la fuerza necesaria. Sólo soy un humano.


Jack tomó al Doc de la camisa y, rápidamente, lo arrastró a un lugar seguro detrás de una computadora.

Por más que el león trataba de pasar a través de la computadora, esta estaba hecha para resistir toda clase de daños. Cuando Jack estuvo seguro de que no había problemas, miro al Doc con furia y lo levantó por los hombros.

Hellsinger: ¡Cierra la boca! ¡Esa actitud es igual que estar muertos![12]


El humano se mantuvo silencio. Él sabía que pensar en negativo no da frutos, pero en aquella situación le era imposible pensar racional o positivamente. No controlaba de la situación, ni sus sentimientos, ni su propio destino.

Hellsinger: Una actitud tan lamentable es un viaje pagado al agujero más profundo del infierno. Una vida llena de sufrimiento y desdicha. Si quieres morir, es una cosa, pero no permitiré que nos arrastres, ni a mí, ni a mi equipo. Y menos porque seas una rata cruel. ¡¿Lo entiendes?!


Por más que el Doc intentaba mostrar alguna emoción, le era imposible. Sin embargo, se cruzo de brazos y escuchó atentamente a Jack, a quien miraba de reojo.

Doc: ¿Cuál es tu plan?

Hellsinger: No tengo ningún plan, por eso te necesito.

Doc: ¿…?[16]

Hellsinger: Mira a tu alrrededor. Tú has hecho todo esto, ¿no es así?

Doc: Desde luego, pero ¿qué tiene esto que ver…?

Hellsinger: Tienes cerebro. Tienes imaginación. Tienes un poder con el que muchos mutantes sólo pueden soñar. Lo diré con otras palabras: Tienes lo que necesitas para sacarnos de aquí, tan sólo no lo sabes[20].


El humano cambió su expresión. Ahora podía ver que, en realidad, Jack sí que tenía fé en él. Miró al suelo y empezó a pensar…y pensó…y pensó…

Doc: ¡Qué idiota![3]

Hellsinger: Tranquilo, loco[24].

Doc: ¡Ja, ja! Estoy hablando de mí[11].

Hellsinger: Hable, señor[8].


El Doc, completamente emocionado, comienza a desconectar todas las consolas de la computadora tras la que estaban escondidos.

Doc: Todo lo que tengo que hacer es usar los cables de esta computadora y…¡ah! Espera…¡listo!


La sala comenzó a teñirse de rojo mientras una alarma se escuchaba, y el león desaparecía en un segundo. De pronto, la computadora tras la que Jack y el Doc se escondían, fue levantada por una enorme máquina autómata.

Alpha: Señor Doc, ¿se encuentra usted bien?

Doc: Sólo algunos raspones. Alpha, ¿crees que podrías reactivar todos los sistemas de seguridad?…y ya que estás agrega la eliminación de Fausto como una prioridad. Codigo de confirmación: 4692308421.

Alpha: ¡Bip! Afirmativo. Eliminación inmediata.

Doc: Ese es mi chico[6].


Mientras la puerta de la sala de computadoras se abría, Jack miraba, estupefacto, al Doc, quien caminaba tras el androide.

Doc: Creo que mis chicos harán la pelea más justa, pero no debemos subestimar a Fausto.

Hellsinger: ¿Por qué? Somos muchos, y él sólo uno. Además tenemos androides gigantes, ¿qué mas puede hacer un solo mutante?

Doc: Lo descubrirás…


Knight luchaba con todas sus fuerzas contra el clon de su némesis hasta encontrarse, él mismo, sujetando la guadaña por su borde, mientras el gólem la sujeteaba del otro.

Knight: ¡Nagh! Tenemos la misma fuerza.


Fausto, por otro lado, estaba sentado en una silla, mirando lo que ocurría y fumando un cigarrillo que tenía en su bolsillo.

Corpse: ¡Shh! ¡Ahh!…

Knight: ¿Cómo diablos es posible que haya sobrevivido?

Corpse: ¿Cuál sería la diferencia? Lo importante es que lo estoy.

Knight: ¿Cómo es posible que seas tan fuerte?

Corpse: ¿Cuál sería la diferencia?… lo importante es que lo soy.

Knight: …Cuando el Doc cambió el rumbo de sus investigaciones, tú pasaste a verlo como a un enemigo más, y por eso te revelaste…pero no entiendo por qué mandar una horda de clérigos contra tí mismo.

Corpse: …[8] —Al escuchar esto, Fausto sonrió, enrrolló el cigarro con su lengua y se lo tragó. Luego se levantó y se acercó a Knight.— ¿Te das cuenta de lo aburrido que es custodiar un laboratorio secreto? ¡Mucho!

Knight: ¿Pusiste en peligro todo lo que has estado tratando de lograr, sólo por aburrimiento?

Corpse: ¿Qué tiene de malo? Al menos tengo un motivo para hacer las cosas: Mi deseo.


Estas ultimas dos palabras hicieron que la espalda de Knight se erizara. Los deseos de una única persona le había costado caro a cientos de personas y, por un momento, se puso a pensar en qué era lo que él quería:

Knight: "¿Por qué estoy combatiendo?…¿qué sentido tiene mi vida?"

Corpse: ¿Lo sientes? Es la energía oscura que invade tu corazón y tu mente. La usé para convertir a los clérigos…y al Doc.


La guadaña del gólem de Corpse se acercaba cada vez más a la cabeza de Knight, quien cedía y perdía sus fuerzas. Mientras, Fausto continuaba hablando. Su voz parecía, cada vez, más suave y, a la vez, más seria. Como la de un niño.

Corpse: Así es, caballerito, el Doc era un tipo como tú: Sin oficio, ni beneficio. Yo le di una razón para pelear. Lo convertí en mi peón para que cumpliera ¡mis deseos!, ya que él no tenía propios.

Knight: ¿Y los clérigos?

Corpse: Sólo eran un monton de vagos de la calle…más o menos como tu amigo, ese de la basura. Como sea, el punto es que sólo intentaban sobrevivir. No les interesaba el pasado, el presente, ni el futuro.

Knight: …Y como ellos no los querían, tú se los quitaste. Eres un monstruo. Eres un parásito asqueroso, que sólo se dedica a dañar a las personas.

Corpse: Esto es lo que soy. Soy lo que soy, y nada más.

Knight: ¡Pronto no serás nada!


Rápidamente, Knight le arrancó la guadaña al gólem, junto a los brazos, y una enorme ráfaga de sangre salió disparada desde los brazos de Fausto, quien soltó una carcajada infernal.

Corpse: ¡Ja, ja, ja!… ¡No te das cuenta de que no siento dolor! Además ¡mi cuerpo se regenera infinitamente, idiota!


Como una condena, así se cumplió, y los brazos de Corpse y de su gólem se regeneraron de inmediato, dejando sangre a borbotones en el suelo que humeaba dolor, maldad, violencia…y vacío.


Knight: ¡Pues te rebanaré infinitamente! ¡Ahh!


Miguel hizo un corte en las piernas del gólem de "RoloX". La guadaña se alzo en el aire para contraatacar, pero pedazos de ella saltaron hacia todos lados cuando fue golpeada por el guante metálico con pinchos de Knight. Como un caballero oscuro, el mutante tomó al monstruo de carne y lo azotó, brusca y cruelmente, aunque, tal y como lo hizo "crueldad" sería el mejor adjetivo aplicable. Golpe tras golpe, su espectador crecía en euforia sádica, mientras sus sangrientos ojos relucían al ver lo que ocurría con, lo que pensaba que era otra de sus creaciones.

Corpse: ¡Sí, sí, sí! ¡Ja, ja, ja! ¡Sé que te encanta! ¿Lo ves? ¡Apenas lo comprendes, y así tiene que ser! ¡Uno tiene que aplastar al otro! ¡Sé que lo quieres! ¡Tú también lo buscas! ¿Qué quieres hacer? ¡Todos lo buscamos!

Knight: ¡Calla!

Corpse: Y aquí esta la caída de tus agallas. Tú…


— ¡Crank! —El sonido del chocar de huesos.

Un puño volador azotó la cara de Fausto, seguido por otra serie de puños, aunque no eran los que él pensó. El edificio no retumbaba. La pared detrás de Fausto no estaba rota, y ni siquiera sufría heridas demasiado serias como para que necesitase regenerarse de inmedaito. Todo esto porque los puños eran eso, sólo puños, sin armadura. Carne golpeando a la carne.

Knight: ¡Maldito seas! ¡Maldito seas! ¡¿Buscas corromperme, buscas corromperme, a mí?!


Knight podía escuchar, claramente, el crujir de sus dientes, aunque el sonido se veía opacado, lo que era curioso.

Miguel tomó a Fausto de un pie y empezó a girarlo, tras azotarlo contra una pared varias veces. Tras esto, lo levantó para continuar golpeándolo. Al ver salir sangre de sus nudillos, se detuvo. Había pasado suficiente tiempo, así que se dio la vuelta para descubrir que el gólem que se estaba regenerando, se encontraba tirado en pedazos en el suelo, junto a la espada y armadura de Knight.

Knight: ¿Ves esto?, esto es mi puño ¡limpio!, ¡¿y sabes por qué?! ¡¿Sabes por qué?! —Knight dio unos cuantos golpes más a la cara de Fausto, ya que los golpes en la boca le impedirían poder hablar, aunque continuaba regenerándose.— ¡Porque un maldito golpe con la fuerza de mis guantes metálicos te hubiera despezado la cabeza! ¡¿Entiendes lo que digo?! ¡¿Entiendes algo?! ¡No, tu nunca entiendes nada!— Tomó un poco de aire y azotó a Faust contra la pared, mientras levantaba los puños acomodándose el traje.— ¡Tu no me vas a corromper nunca! ¡Nunca! ¡Jamás, basura! Sí, estoy furioso, y ¡no es por tu energía!, ¡es porque te aborrezco! ¡Odio cada fibra de tu ser!, ¡y no lo malentiendas como siempre, basura de pantano! ¡No te quiero vivo, te quiero muerto! ¡Quiero que mueras!, pero te lo dije: ¡Nunca me rebajaré a tu nivel! ¡No te mataré! ¿Sabes por qué? Porque ¡esa es mi decisión! ¿Buena?, ¿mala?…¡pero mía! Tal vez…sea cierto. Tal vez no estoy seguro de qué sentido tiene mi vida…ni de qué es lo que he venido a hacer, pero, a diferencia de una estúpida causa o meta, yo peleo porque así lo deseo. He decido que, mientras viva, haré lo posible por ayudar, y si eso conlleva pelear toda mi vida, ¡demonios que lo haré! He decido no matarte…y esa es mi decisión. Jamás será la tuya. Un amigo vive por su libertad, y mi libertad vive conmigo. Acabaré contigo…y tú…tú no eres RoloX.

— ¡Clank! —El golpe de una guadaña chocó contra la cota de malla de Knight, lanzándolo por los aires mientras Fausto recuperaba un poco el sentido y el habla, pues sus labios ya se habían acomodado.

Corpse: …Entonces, ¡¿quié-n…dices…qu-e soy?!


Suspirando en el suelo y tomándose del costado, con una herida poco profunda gracias a su armadura personal, Knight formó una espada, y, como pudo, una armadura ligera que le cubriría lo suficiente. Levantó la mirada con certeza y dirigió su espada:

Knight: Eres un parásito, pero no te preocupes, ¡yo soy la cura!


Felix: ¡Vaya!, parecían muy malos, pero la verdad es que no aguantan nada[9]. —En el piso se encontraban los dos gólems desechos y quemados, que se empezaron a derretir.— ¡Demonios!, Terrank está tardando. Tal vez está en problemas, pero primero tengo que encontrar a Knight.


Felix corrió y subió las escaleras, siguiendo el rastro de sangre que dejó Corpse.

Felix: ¡Qué demonios![3]


Knight se encontraba con una media armadura y una pequeña espada. Parecía agotado. A su alrededor se encontraban muchos gólems y, enfrente, Corpse.

Corpse: ¡¿Crees que podrás derrotarme?! ¡¿A mí?! ¡Ja, ja, ja! No me hagas reir. Tan sólo mírate. No puedes ni quedarte en pie…y tu armadura, es muy débil, ¡tal y como lo eres tú!

Knight: …Tal vez, pero ¡no lo haré solo!

Corpse: ¿Qué? ¿De qué demonios hablas? —En ese momento, un gran fuego atravesó el estómago de Corpse, prendiéndose en llamas.— Déjame adivinar: Es el chico cerilla.

Felix: Hola, abominación. ¿Listo para morir?[9]

Corpse: ¿Crees que podrás? ¡Ja, ja, ja! Mira, ¡no siento nada! ¡Ja, ja, ja! Tu fuego no me hace nada.

Felix: Al contrario, amigo, dificulta que te regeneres.

Corpse: ¡¿Qué?! ¡No puede ser! ¡Es cierto! ¡Necesito apagarme!

Felix: ¡Vamos, Knight! ¡Acabemos con este maldito![9]

Knight: ¡Vamos!


Vertedero había pasado la mayor parte de la batalla luchando contra unos clones cutres de barro…bueno, más bien parecían de carne. Eran parásitos asquerosos y malolientes, pero eran creaciones maléficas y, por lo tanto, debían desaparecer.

Vertedero: Ya he vuelto a la lucha, jefe. Lo siento por la tardanza.

Knight: ¡Ya iba siendo hora! Fran, ¡ataca!


Vertedero comenzó a atacar a los gólems con sus constructos compuestos por toda la basura y escombros que había en la zona. Mientras, Knight seguía luchando contra Corpse, mientras Felix creaba mucho fuego para retirar todas las defensas de Corpse. Ground, por otro lado, comenzó a dar cañonazos de piedras, que dejaban a los gólems a merced del fuego de Felix.

Vertedero comenzó a lanzar sus creaciones de basura contra todos los demás, ocasionando que sus gólems se quedasen enfrentados a los demás gólems.

Vertedero: Yo no puedo hacer mucho más. Intentaré acabar con todos los monstruos, pero ¡son muchísimos!, así que Corpse se queda para vosotros dos, ¿entendido?

Knight: Lo llevamos muy bien entre los dos, así que sólo encárgate de ellos.

Vertedero: ¿Esa herida es profunda?

Knight: Preocupate por lo tuyo, ¡maldita sea!


Vertedero miró cómo su líder estaba siendo preso de la rabia, y no sabía si eso sería bueno o malo.


Casi todos los novatos del X-Quadron estaban juntos: Ground, Vertedero, Burnpath, Terrank y Knight, luchando hombro con hombro contra Corpse, quien se estaba convirtiendo en un monstruo de tres metros, cuya carne estaba tan concentrada que era virtualmente impenetrable. El un momento, todo los mutantes arremetieron contra el gólem: Terrank creo una lanza de piedra para tratar de atravesar la armadura del monstruo, pero fue inútil; Laureen y Vertedero crearon sus propios refuerzos; Felix intentaba quemar aquella carne, para evitar que volviera a crecer; Mientras Knight se arriesgaba más que los demas, atacando frontalmente contra la bestia.

Gólems de piedra, autómatas de basura, llamas y metales, todo sólo para luchar contra un chico sentado en el suelo que miraba como su propia carne era calcinada y desgarrada ante sus ojos…a lo que sonreía.

Laureen: Esto es demasiado. Es mucho más fuerte que antes.

Knight: Seguramente es porque ahora todos sus gólems están junto a él, y por eso puede controlarlos mejor.

Felix: Pero, aun así, no es invencible. Mientras yo me mantenga fuerte, no podrá alcanzar al Doc. Acabará por cansarse, ¿no es así?

Vertedero: Espero que él se canse antes que nosotros.


Los ojos de Corpse comenzaron a apagarse y a tornarse negros. Fue entonces cuando sonrió una vez más.

Hellsinger: ¡Chicos, estoy de vuelta!

Doc: Creo que les vendrá bien algo de ayuda: ¡Alpha, ahora! —El androide que escucha a su amo, en un instante, comienza a correr hacia Fausto, se coloca detrás de Laureen y Vertedero, y saca un cañón láser de sus extremidades.

Corpse: Se…se…¡seh!


El monstruo de carne se comprimió en una esfera flotante, que se puso entre el androide y Corpse. El enorme láser chocó contra la esfera, y el daño fue absorvido, aunque parecía que Fausto había sentido el golpe. La esfera sacóun tentaculo y golpeó al androide por el costado, dejando al Doc, a varios metros de Fausto, pero al descubierto. Sin nadie en medio. Inmediatamente, todos los mutantes se pusieron en medio, pero la esfera aún no se había desvanecido y, convirtiéndose en una estaca, empujó a todos los mutantes a un lado, abriéndose de par en par, para crear un camino despejado entre Fausto y el Doc.

Corpse: ¡Grah-ja, ja, ja! ¡Ja, ja, ja!


Rápidamente, el Doc sacó su arma y apuntó a la cabeza de Fausto, quien empezó a caminar lentamente hacia él. El Doc apuntaba perfectamente entre los ojos de Fausto, pero no podía disparar. Fausto se acercaba cada vez más, mientras el Doc continuaba apuntándole. Mientras, los mutantes estaban golpenado con todas sus fuerzas la pared de carne que Corpse había creado y que les impedía intervenir, pero era en vano. Era demasiado densa como para atravesarla, y demasiado alta como para saltarla. Era demasiado…perfecta.

Doc: No…por favor. No me hagas hacer esto…

Corpse: …[8] —El rostro de Fausto no mostraba absolutamente nada de miedo, ni enojo, no mostraba más que a una víctima de la oscuridad. Un cascarón vacío cuya única meta era vaciar otros cascarones.


Cuando Fausto estuvo a unos cinco metros del Doc, éste soltó el arma y puso sus manos en su cara, quitándose sus gafas, empañadas, que dejó caer al suelo, quedándose parado y con la cabeza mirando hacia el suelo, mientras Fausto llegaba junto a él.

Corpse: …[8]

Doc: …


En un instante Fausto da un salto y aterriza sobre los hombros de Doc, quien se sorprende y se tambalea, pero no llega a caer. Entonces, la boca de Fausto comienza a crecer. Se escucha el sonido de la saliva y como sus músculos se atrofian hasta que, de un bocado, Fausto engulle la cabeza del Doc, quien comienmza a moverce de un lado a otro, sin saber qué hacer. A continuación, la quijada de Fausto comienza a triturar el cráneo del Doc, con toda su fuerza y cada vez más fuerte, mientras sus ojos se vuelven, cada vez más negros.

¡Crunch!…

Finalmente, Fausto salta y cae de pie mientras el cuerpo, decapitado, del Doc cae, pecho al suelo, sobre un charco de sangre. Entonces, la pared de carne desaparece tan rápidamente como apareció. El equipo mira por todos lados, intentando entender qué había ocurrido, pues la escena mostraba a Corpse detenido y de espaldas a ellos, tras el cadaber del Doc.

Knight: No…


El androide Alpha corre hacia Fausto, pero éste, rápidamente, reacciona.

Corpse: Código de anulaciónn de comando: "558933214".

Alpha: Confirmado. —El androide se detiene y queda parado frente a él. Todos los mutantes se quedan mirando sin decir nada.

Corpse: Código de autodestrucción del laboratorio. Contraseña: "rom p t l o g t". ¡Ja, ja, ja![10]

Alpha: Confirmado. Sistema de autodestrucción en quince minutos.


Mientras las alarmas comenzaban a activarse, y el conteo comenzaba a sonar, Knight se acercó a Corpse.

Knight: ¡No creas que te podrás ir tan fácilmente, escoria!


Al oir esto, Fausto tan solo se quedo parado, dándole la espalda y, luegom comienza a reir lentamente.

Corpse: ¿Crees que yo soy más importante que la seguridad de tu equipo? ¿Qué clase de líder eres?


En ese momento Knight miró a su espalda y vio a sus compañeros. Suspiró y miró hacia delantede nuevo, para encontrar que ya no había nadie.

Knight: ¡No!

Parlante: ¡Ja, ja, ja! Recuerda que, mientras yo esté vivo, jamás podrás completar tus objetivos.

Knight: Tal vez…


— ¡¿Quince minutos?! —preguntó Laureen confundida.


El equipo corría a gran velocidad. Aquellas malditas alarmas hacían que el equipo perdiera su organización y, así, se retrasase cada vez más. Si no lograban volver a sus posiciones, quizás no lo lograrían salir a tiempo…y quizás todo aquel esfuerzo y valentía habrían llegado a su fin.

Diez minutos. —Anunciaba la máquina, pero esta vez Laureen no se iba a quedar sentada. Esta vez iba a poner todo su empeño para poder ser, de una vez por todas, una heroína.


Mientras corría, Ground pensaba en las posibilidades de poder transportar a sus compañeros en bloques de tierra, pero había rechazado esa idea porque no tenía poder suficiente para llevar a tantas personas, y a ella misma, a la vez. Sin embargo aquel momento era crítico y debía hacer lo que fuese necesario, por mucho riesgo que conllevase. Iba a hacerlo.

Esta vez los parlantes anunciaron los cinco minutos, y entonces Laureen se frenó un poco, detrás de sus compañeros y aún con la duda en sus ojos, pero, con firmeza en su voz, dijo:

— Tengo un plan y no hay negaciones. ¿Está bien? Sólo quedan cinco minutos. Si mi plan va bien, todo saldrá de maravilla…si no… —Dudó.— …También. Esto es lo que quiero que hagan: Necesito que cada uno se separe a medio metro de distancia, aproximadamente, de los otros. Yo me encargaré de transportarlos en bloques de tierra hacia el exterior. Créanme, puedo hacer que vayan a gran velocidad.


Cada integrante estaba en su posición cuando Knight preguntó:

— ¿Y qué pasará contigo?


Esta vez Laureen no respondió. La chica comenzó a cubrir su cuerpo de piedras mientras los bloques bajo los pies de sus compañeros comenzaron a levantarse a una gran velocidad. Vertedero observaba asombrado la situación. ¿Cómo podía ser que arriesgara su vida por ellos?

— ¡No mueras por nosotros, Laureen! ¡¿Entiendes lo que te digo?! —Fran estaba nervioso y se notaba en su voz.


Laureen volvió a no responder. Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero sin mirar atrás los dirigió a la salida a una velocidad inhumana. Lo único que podía hacer era rogar para que todos estubiesen bien y que nadie se hubiera caído.

Tiempo finalizado. Se llevará a cabo la autodestrucción…ahora. —Una voz metálica anunció el final, entonces Laureen se sentó en cunclillas y esperó a su fin.

— ¡Boom! —El edificio quedó en ruinas. Todo lo que lo componía ya no existía. Grandes pedazos de techo caían sobre el cuerpo empedrado de Laureen, quien no había podido evitar su muerte, pues no debería ser capaz de soportar tremenda cantidad de material. Así que aquel parecía ser el fin de la muchacha de piedra, o por lo menos eso era lo que todos pensaban.


No muy lejos, el resto del equipo se encontraba sentado en el suelo, aturdidos por lo que había sucedido poco antes. Al ver al edificio caer ante sus ojos, sintieron un sabor amargo en sus bocas. Habían perdido al Doc…y ahora, también, a su nueva compañera y amiga.

Cuando todo parecía estar perdido, en el horizonte se pudo ver una silueta. Todo el equipo fijó su vista en aquella persona que se acercaba muy lentamente. Algunos ojos lagrimeaban como consecuencia de los rayos solares que impactaban directamente en ellos, pero tras analizar la silueta, la sorpresa los invadió. Era una muchacha, joven, esbelta…y de piedra.


Vertedero cayo de rodillas al suelo y gritando entre sollozos. Empezó a desprender energía que hizo que se crease un montón de basura a su alrededor.

Vertedero: ¡No vuelvas a hacer eso, Laureen! ¡¿Tú sabes lo que has hecho?! ¡¿Sabes lo que me has hecho pasar?! ¡Eres lo más importante de mi vida! y…no vuelvas a hacerlo.


La chica de piedra se dirigió hacia él, sentándose a su lado y fundiéndose en un cálido beso.

Ground: Tranquilo. No lo volveré a hacer.


Vertedero liberó toda su energía, dejando a todos impresionados tras ver una representación en forma de basura del equipo. Parecían clones de ellos mismos. Como estatuas para la posteridad.


Felix: ¡Ah!…yo quiero una novia.

Hellsinger: Descuida, luego te conseguimos a una.

Felix: Seh[10]… Bueno, supongo que ya acabamos, ¿no? No creo que quede nada más por hacer, ¿no?

Ground: Pues…la verdad es que no lo creo.

Felix: Entonces…¡por fin! Quiero curarme este brazo, que no para de dolerme[5].

Vertedero: ¡Wow!, ¿y así peleaste? Sorprendente.

Felix: ¡Claro! No creas que un mutante que se regenera por si solo, y que puede crear a miles de gólems parecidos a él, podría conmigo si no estuviese lastimado[10].

Ground: ¡Oh, Felix, eres muy valiente! —dice algo así como emocionada.

Felix: Sí, lo sé[10].

Vertedero: ¡Ejem!

Ground: Tranquilo, lindo. Jamás te cambiaré.

Felix: Uh…ya me había emocionado[5].

Ground: ¡Ji, ji!

Terrank: Bueno, interrumpiendo, ¿y ahora qué haremos? Deberíamos de volver a la mansión.

Felix: Pues sí, y la verdad es que no creo que nos vayan a recibir con felicitaciones.

Hellsinger: Lo mismo digo.

Felix: Bueno, entonces…Knight, ¡¿qué haremos?!


Knight miró fijamente la obra de Vertedero. Esto iba mal…todo lo iba. No, no sólo porque habían perdido la misión, si no porque el hombre que logró arrepentirse de sus decisiones y que podría haber hecho un gran bien, murió a manos de un monstruo que, la última vez, arrasó con la cuidad entera de Nueva York; y había regresado. Tampoco por los que les esperaba al regresar en la mansión; si no porque lo peor estaba allí, a su lado. Intentó hacer de todo: Intentó vencer al mal; Intentó salvar a los inocentes; Intentó completar la misión, pero le faltó algo.

Miguel se volteo hacia sus compañeros, hacia sus amigos, miró las heridas de todos: El brazo de Felix y a Laureen en el suelo, viva y bien…pero podrían no haber terminado las cosas así.

Knight: Lo siento mucho, Laureen.

Ground: No…¿por qué?

Knight: Si hubiera hecho bien mi trabajo, no tendrías que haber terminado así.

Felix: ¡Ey!, no te martirices. Tranquilo[8].

Knight: Eso va para ti también, Felix. Si hubiera estado mejor preparado, no tendrías el brazo roto.

Felix: ¡Ey, vamos![20]


Vertedero lo miró y puso una expresión de incredulidad mientras hablaba a su jefe:

Vertedero: ¿Que pasó contigo, eh? ¿Te hizo temblar el zombie?

Knight: ¿De qué hablas?

Vertedero: En cada misión arriesgamos la vida. Somos héroes. Ella tomó la decisión y Felix también…y se supone que tú también. Estás aquí para decirnos qué hacer, ¿no?, ¿o es que ahora resulta que me he estado metiendo con un cobarde?. —Vertedero levantaba la ceja mientras Knight se daba cuenta de su error.


Corpse habló con Knight mientras éste se sentía seguro de si mismo, pero ahora se daba cuenta de que no estaba solo contra él. Él no era el que tenía que vencer a Corpse: Eran todos ellos, en conjunto. El equipo había llegado hasta aquí sólo por eso, por ser un equipo de verdad.

Knight: Tienes razón. —Sonrió alegremente cambiando su semblante por completo.— Disculpa…disculpen todos. Las cosas no salieron…exáctamente como queríamos, pero vencimos, así que no se preocupen. Ahora sabemos que el virus que azotó la cuidad sigue vivo…aunque necesitaremos algo de suerte para que no nos maten en la mansión.

Felix: ¿Con algo de suerte?

Knight: Tristemente, sí. No estoy seguro de qué va a pasar, pero creo que hicimos lo correcto…al menos, y al final, el doctor se dio cuenta de ello.

Jack: Sí. Tenemos algunas cosas pendientes, pero serán para el futuro. Alguien tiene que detener a esa cosa[12].

Knight: Y así será. Ya seamos nosotros mismos u otros, pero Corpse no quedará impune.


Todos se voltearon y empezaron a avanzar hacia la mansión. La policía no tardaría en llegar allí, junto con los bomberos, así que la replegacion debería ser rápida. Terrank y Hellsinger ayudaban a Burnpath a caminar, mientras que Vertedero cargaba con Ground. Knight, mientras, se quedó un momento mirando hacia el cielo. El clima aún era denso. Aún había bastante polvo por la explosión del edificio.

Knight levantó la voz, sabiendo que su oyente no debería estar demasiado lejos:

Knight: ¡Te lo aseguro! —dijo antes de dejar su espada en medio de la zona.


Mientras Miguel avanzaba, y alcanzaba a su grupo, se pudo ver un paso entre las sombras. Corpse se aguantaba las ganas de reirse. Se acercó, entre las sombras, y tomó la espada, la levantó con cuidado e hizo un swing, cortando la cabeza de las estatuas de Vertedero de cada uno de los miembros del equipo. Al momento en que la espada tocó a la última estatua, todo se deshizo, ya que, entonces, sus creadores se habían alejado demasiado, así que Corpse sólo miró la basura y se dio la vuelta.

Corpse: ¡Ja, ja, ja! Es el final de todo, Knight. ¡Ja!… ¡Ja, ja, ja!

OTROS[]

Notas[]

« Jaja, bien bien, veamos, llamemoslo "Dario". […] mmm, llamemosle Dario Wilson… ».

  • Durante la trama, X-Javi publicó un turno. Sin embargo no había hecho la prueba y, por tanto, no se puede considerar canon.

Errores[]

  • No parece que Wolf Queen tuviese en cuenta la edad de Ground descrita ni en su Prueba (15), ni en su ficha (17) durante la trama:
    • Indica que conoció a Fran diez años antes (tendría 5/7 años) y que perdió el contacto cinco años atrás (tendría 10/12 años).
    • Considera que cinco años antes (tendría 10/12 años), Laureen se encontraba en la universidad.
Estas cuestiones han debido modificarse para dar consistencia a la historia del personaje, decidiendo que tiene 17 años en el momento actual (de acuerdo a su ficha) y que conocería a Fran cinco años antes (con 12 años), perdiendo el contacto progresivamente desde entonces. A esta edad, por tanto, Laureen no podía estar en la universidad, sino que debía ir al instituto.

Traducciones[]

Modificaciones[]

Anotaciones[]

  1. ^ Estrella solitaria.
  2. ^ 2,0 2,1 2,2 2,3 2,4 2,5 2,6 😀
  3. ^ 3,00 3,01 3,02 3,03 3,04 3,05 3,06 3,07 3,08 3,09 3,10 3,11 3,12 3,13 3,14 3,15 😮
  4. ^ 4,0 4,1 4,2 4,3 4,4 4,5 🙄
  5. ^ 5,0 5,1 5,2 5,3 5,4 😛
  6. ^ 6,0 6,1 😎
  7. ^ 7,00 7,01 7,02 7,03 7,04 7,05 7,06 7,07 7,08 7,09 7,10 7,11 7,12 7,13 7,14 7,15 7,16 7,17 7,18 7,19 7,20 😕
  8. ^ 8,00 8,01 8,02 8,03 8,04 8,05 8,06 8,07 8,08 8,09 8,10 8,11 8,12 8,13 8,14 8,15 8,16 8,17 8,18 8,19 8,20 8,21 8,22 8,23 8,24 8,25 🙂
  9. ^ 9,00 9,01 9,02 9,03 9,04 9,05 9,06 9,07 9,08 9,09 9,10 9,11 9,12 9,13 9,14 9,15 9,16 9,17 😈
  10. ^ 10,00 10,01 10,02 10,03 10,04 10,05 10,06 10,07 10,08 10,09 10,10 10,11 10,12 10,13 10,14 Icon mrgreen
  11. ^ 11,00 11,01 11,02 11,03 11,04 11,05 11,06 11,07 11,08 11,09 11,10 😉
  12. ^ 12,0 12,1 12,2 12,3 12,4 12,5 12,6 👿
  13. ^ "solidarios" en el original.
  14. ^ "Impropio" en el original.
  15. ^ 15,0 15,1 Evento Caos
  16. ^ 16,0 16,1 16,2 16,3 16,4 16,5 16,6 16,7 16,8 16,9 😐
  17. ^ 17,0 17,1 17,2 17,3 17,4 17,5 17,6 17,7 17,8 😆
  18. ^ "Si tu vas, yo voy, porque yo quiero saber la verdad… pero debes ponerte en linea, esto no es una excusa para hacer pinta, ¿entiendes?" en el original.
  19. ^ Tercera Génesis.
  20. ^ 20,0 20,1 20,2 20,3 🙁
  21. ^ "Hacía ya trece años que se conocían, pero habían perdido contacto hacía cinco" en el original. Ver Notas.
  22. ^ Se ha añadido esta línea para explicar la desaparición de Rocket del resto de la trama
  23. ^ Expresión que se usa cuando te da envidia que otro posea algo que no tienes o querrías tener.
  24. ^ 24,0 24,1 24,2 24,3 24,4 😠
  25. ^ 25,0 25,1 25,2 "la facultad" en el original. Ver #Errores.
  26. ^ 26,0 26,1 26,2 😒
  27. ^ Uncanny X-Men v1 #395.
  28. ^ Evento Caos.
  29. ^ 29,0 29,1 Eusa think
  30. ^ Se ha incorporado esta frase para explicar la desaparición del personaje en el resto de la trama.
  31. ^ Eusa doh
  32. ^ 😭
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