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Revisión del 16:02 21 feb 2019

Foro Borders


TRAMA

Gobinda era la esposa de Rumsey y aquel dìa la feliz pareja hindú vivia uno de los mejores momentos de su vida, el nacimiento de su primogénito, lo llamarían Rumsey igual que a su padre, la llegada de un hijo representa planes para una familia y el augurio de un futuro mas feliz, pero esto no siempre se cumple…


VIVIR O MORIR

Una historia más de CRONOS


Que iban ellos a pensar que habría un hombre interesado en su pequeño hijo, Alfred Bennet había sido en algún tiempo un reconocido investigador del gobierno de estados unidos, pero cayó al borde de la locura el dia que descubrió uno de los secretos mas grandes del mundo, lo llamaban EL CRONOS, antiguas culturas habían protegido un enorme secreto que no debia ser revelado, pero los acontecimientos que lo llevaron a investigar a aquellas viejas culturas lo entregaron a tal descubrimiento.

Cronos aparentemente era poder, y poder era algo que los hombres siempre deseaban, y claro mucho mas los psicópatas, fue cuando comenzó su búsqueda para saber quienes serian estos famosos elegidos.

Mientras Gobinda y su esposo era sumamente religiosos, hinduistas y como tales acudían al templo para cumplir con sus necesidades espirituales, eran muy amigos de aquel hombre al que llamaban “el maestro”, y aquel día el estaba necesitado por revelarles algo de suma importancia. Aquel hombre era famoso por predecir el futuro en sus sueños, cosa que le causó mucha fama en la ciudad de Nueva Delhi, en toda la India e incluso en curiosos extranjeros. Ser divino, extraterrestre, mutante, todos se preguntaban de donde provenia este poder, pero claramente nadie lo sabia, lo que si sabían era que el era una persona que ayudaría mucho en problemas espirituales, el sabría cuando acudirían, el sabría cuales eran los peligros que te esperaba el futuro, si es que había peligros, cuando no soñaba nada sobre ti, eso eran buenas noticias. Para el maestro gobinda y Rumsey eran el nuevo dilema.


- se preguntaran porque los he citado- dijo el maestro viendo desde la ventana - por supuesto maestro, y creame que estamos sumamente preocupados, es sobre Rumsey cierto – decía el preocupado hombre del mismo nombre que abrazaba desde el hombro a su callada esposa, la cual sostenía al pequeño. - Por generaciones la familia de Gobinda ha protegido el secreto de cronos, Rumsey, al casarte con ella juraste ayudarle a proteger esos secretos - Por supuesto señor - Bien, según mis sueños es Rumsey el elegido, el cronos despertara cuando sea un adulto joven, pero serán ustedes los que tendran que pasar pruebas difíciles para que Rumsey viva, crezca y pelee por un futuro mejor

Para la familia de Gobinda era demasiado importante saber que Rumsey sería el elegido, pero no para ella, eso representaba peligro, además si el maestro les había dicho todo eso, es porque el niño corria peligro y lo mejor era partir, pero, sin llevar a su hijo consigo. La mujer lloraba desconsolada sin apartarse de su pequeño hijo, era tan difícil pensar que no lo vería crecer, todo estaba arreglado, el maestro conservaría a Rumsey en el monasterio y el lo criaría, mientras Gobinda partiría y llevaría el cronos consigo junto a su esposo. Pero Alfred Bennet iba un paso adelante, había contratado un grupo de matones, quería el cronos y asesinar al niño también. Aquella noche llegaron de improvisto, Rumsey fue asesinado a sangre fría, gobinda fue avisada del asunto, ya tenía quienes le ayudarían a salir de la ciudad, la familia que protegía el secreto no era muy grande, ni siquiera eran guerreros, pues eran pacifistas, gobinda lamento no saber como proteger a su hijo, aquella noche llevó a su hijo con el maestro, dejando solo una carta la cual albergaba las únicas palabras que podría decir a su hijo, se despidió dejando su corazón destrozado y salio de la ciudad.

Durante meses se movió por la India, esperando no ser encontrada, pero por cualquier lado por el que pasara, Alfredo Bennet seguia buscandola, el no descansaría hasta tener el CRONOS en sus manos. Un día Gobinda fue finalmente emboscada, todos los que la acompañaban habían sido asesinados, pensaba que perdería el cronos ese día, pero un grupo de espíritus apareció frente a ella, atacaron a los asesinos y los vencieron a todos, Gobinda cayó desmayada.


- donde estoy? – dijo gobinda que se incorporaba, frente a ella estaba una mujer anciana cubierta en ropas blancas – quien eres tu? Tu me salvaste? - Mi nombre no es importante y si yo te salve – decia la mujer mientras veía hacia fuera de la cueva - Gracias, pero quien eres? - Te lo dije mi nombre no es importante, solo quiero que sepas que no estas sola, la carga no te pertenece solo a ti - La carga? - El cronos querida, uno de los elegidos estará en mi familia tambien, y mientras pase cada mujer de cada generación deberá pasar el secreto, yo que pertenezco a la onceava ya lo he hecho a la doceava, oh pero en la numero trece, esa si que será nuestra suerte - Como puede pensar eso!!! – decia gobinda enfurecida – que unos bebés esten destinados a vivir eso no es justo, y no es justo para aquellos que los amamos y tenemos que separarnos de ella, que tengan que estar ocultos. - Es por eso que vine a ayudarte querida, lamentablemente tu eres la única que será descubierta, los otros crecerán desapercibidos, pero un sacrificio, o sea el tuyo, será necesario para que el futuro de ellos se asegure - Lo se, eso es lo que me dijeron antes, pero, usted como lo sabe? - Porque el me lo dijo - El? – decia gobinda sorprendida – a quien se refiere? - El señor cronos por supuesto

La anciana mujer llevó a Gobinda a un poblado seguro, ayudandola a que los matones le perdieran la pista, al menos por un momento más

- hasta aquí puedo estar contigo querida, ya di el mensaje que el señor cronos me pidió que te diera, ahora será mejor que afrontes tu destino - por favor anciana, no me deje, no puedo con esto sola - lo lamento querida, pero no hay nada que yo pueda hacer, soy vieja y no podré usar mi poder mucho tiempo. Pero créeme, al final el te dejará ver lo que deseas.

La mujer se alejó dejando a Gobinda sin entender, pero al menos sabía que no era la única, que habia otras madres peleando por asegurar un futuro a sus hijos, lamentablemente a ella no le habia permitido el destino estar junto a su hijo, todos los días se preguntaba, si el pequeño Rumsey estaría bien, pero era algo que aparentemente jamás sabria, llegó con unos viejos amigos de la familia y les entrego el cronos, sin decirles de que trataba les pidió que si algo le pasaba que fuera enterrada junto a aquel objeto que era cosa de suma importancia.

Pasaron mas días, semanas y finalmente Gobinda fue encontrada, era el mismo Alfred Bennet junto a sus hombres que había venido a capturarla con sus propias manos.

- donde esta el cronos? Donde esta el niño – preguntaba Bennet con un semblante muy serio - estas seguros ya, y claro lejos de ti - tonta!!! – bamf una cachetada la hizo caer al suelo, lágrimas de dolor rodaban por sus mejillas, sabia que estaba en un callejón sin salida, era el final

es triste siquiera hablar del arma y del método por el que aquella mujer perdió la vida, el monstruo Bennet no tuvo piedad, de cualquier forma meses mas tarde, Bennet moriría a causa de una enfermedad infecciosa que su cuerpo no podría resistir, pero había dejado el legado de sus investigaciones a su joven hijo, Arnold, el continuaría con su búsqueda de maldad y finalmente obtendría el poder de “la fuente” pero esa es otra historia. Gobinda yacía en el suelo viendo al cielo mientras los malvados hombres buscaban entre sus cosas y ropas el cronos, sin encontrar rastro de él. Había cerrado los ojos y se encontraba en una especie de sueño, un ser parecido a un hombre, muy alto y con un extraño ojo derecho habia aparecido frente a su forma astral.


- quien es usted? - Cronos, bueno al menos el espíritu, aquella mujer que antes conociste me permitió entrar aquí - Estoy muriendo cierto - Si gobinda, yo solo soy un espectador del futuro y aunque vi que esto pasaria, no podia hacer nada para evitarlo, sucedería de cualquier forma, tarde o temprano. - Solo dígame, Rumsey, ¿triunfará? ¿será feliz? - Miraló por ti misma.

Miles de imágenes bombardearon su mente, era Rumsey, de niño, en el monasterio, peleando junto a otros como el, y finalmente lo vio parado frente a una criatura que se hacia llamar shiva, era su destino final, dirigiendo a los otros tres que estaban destinados junto a el. El corazón de la mujer se inundó de alegría y tristeza a la vez e hizo una última pregunta

- y que sucede después de eso señor cronos, mi hijo, logra sobrevivir - no lo sé, es lo último que pude ver en vida, lo demás depende de el y los otros - lo logrará, yo lo se

Con sus últimas fuerzas, su cuerpo dejaba salir un par de lágrimas, Gobinda había muerto. Su cuerpo fue llevado a las afueras de Nueva Delhi y enterrado en el lugar donde había pedido, en compañía del extraño objeto, había sido una valiente mujer, una heroína, su hijo jamás sabría lo que había tenido que pasar por el, solo le dejó la carta y la última frase que rezaba su lápida:

"en memoria de la mujer que dio su vida para darle una oportunidad a la nuestra"

FIN

OTROS

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